Devoción en la piel: los tatuajes de los costaleros de la Semana Santa en Alicante

Cinco costaleros alicantinos lucen con orgullo tatuajes de las imágenes que llevan en las procesiones y explican los motivos que les llevaron a hacérselos

Devoción en la piel: los tatuajes de los costaleros de la Semana Santa de Alicante.

Rafa Arjones / Pilar Cortés / Alex Domínguez / Jose Navarro

Alberto Losa

Alberto Losa

La Semana Santa es una celebración que cuenta con una gran devoción en la ciudad de Alicante, en la cual cientos de hombres y mujeres se preparan para cargar los pasos de los santos durante las procesiones. Algunas de las hermandades y cofradías cuentan con cientos de miembros. Muchos de ellos son veteranos, aunque con más ahínco van buscando el relevo generacional. Una nueva generación que no solo lleva el peso de la fe en sus hombros, sino también en su piel. A través de tatuajes, demuestran su amor y devoción por el Cristo y la Virgen de su cofradía.

Es el caso de David Victoria, costalero en la Hermandad de Santa Cruz, conocida por sus bajadas y subidas al histórico barrio de la ciudad. Su tatuaje es el del Santísimo Cristo de la Fe en la Cruz, "El Gitano". Un dibujo en su piel que le acompaña en un recorrido singular en la ciudad, aunque no en todas las hermandades estén de acuerdo con su manera de llevar el paso, comenta. David, sin embargo, se muestra claro: "Es un orgullo viniendo de familia, de mi abuelo y de mi padre; es devoción, tradición, mucho cariño y mucho respeto".

Un costalero de Alicante con un tatuaje que le ocupa toda la espalda.

Un costalero de Alicante con un tatuaje que le ocupa toda la espalda. / ALEX DOMÍNGUEZ

Su tatuaje se podría decir que es grande, mide cerca de veinte centímetros de alto y otros tantos de ancho, pero le deja bastante piel intacta. El de Abraham Segura, costalero de la Cofradía Piedad y Caridad, es una historia completamente diferente. Su Cristo, el de la Paz, le ocupa toda la espalda de hombro a hombro y de ahí hasta la cintura. Es un tatuaje hiperrealista, en el que se aprecian todos los detalles de la expresión de Jesucristo e incluso sus lágrimas de sangre, que tiene tatuadas en tinta roja.

"Hay que sufrir. Los cofrades sufrimos y no hay dolor, no hay dolor"

Abraham Segura

— Costalero de Piedad y Caridad

Abraham explica que el tatuaje, pese a la gran cantidad de horas que le tuvo que dedicar no le supuso ningún sacrificio: "Hay que sufrir. Los cofrades sufrimos y no hay dolor, no hay dolor". En total fueron varias sesiones, repartidas en diferentes días, los necesarios para completar el mural de tinta, del que el costalero no se arrepiente lo más mínimo. La reacción de sus compañeros cofrades, sin embargo, fue decirle que estaba "loco", comenta.

Fe y salud

La misma reacción tuvieron con Miguel Vidal, costalero de la Hermandad de la Humildad y Paciencia, quien tiene el escudo de su asociación semanasantera en el muslo de la pierna izquierda, aunque modificado para hacerlo a su gusto. Un lugar especial para un costalero, comenta, ya que lo lleva en esa pierna porque es con la que cargan los costaleros a la hora de elevar los pasos. Su imagen es la del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, de la que asegura que sintió un flechazo: "Cuando vi a mi Cristo me dije que lo iba a sacar hasta que mi salud me lo permita y me hice el tatuaje por ese motivo".

David, costalero de Santa Cruz, muestra el tatuaje del Cristo que luego porta por el barrio.

David, costalero de Santa Cruz, muestra el tatuaje del Cristo que luego porta por el barrio. / ALEX DOMÍNGUEZ

Miguel asegura que planea que no sea su último tatuaje relacionado con la Semana Santa, por la que siente una gran devoción, y tiene pensadas varias ideas para el brazo. Un lugar en el que ya tienen tatuajes Julio López, de la Hermandad del Gran Poder, y José Manuel Manzano, de la Santa Flagelación. Ambos son alicantinos, pero se reconocen como macareno y trianero, respectivamente. De hecho, no llevan solo las imágenes de sus cristos en la piel, sino también las de la Virgen de la Macarena y de Triana de Sevilla.

"Aunque sé que está conmigo siempre, verlo me ayuda a sentirme mejor"

Julio López

— Costalero del Gran Poder

Su mayor devoción, matizan, es la imagen de sus propios cristos, los que levantan en las procesiones. Julio es costalero del Gran Poder, aunque también participa en otros pasos. En su antebrazo lleva al Cristo de su Hermandad para poder verlo siempre: "En todos los ámbitos de la vida, cuando lo esté pasando mal, cuando tenga algún problema o simplemente cuando sea feliz o cumpla algún reto de mi vida podré darle las gracias. Aunque sé que está conmigo siempre, verlo me ayuda a sentirme mejor", explica.

También José Manuel comenta que su tatuaje, que conllevó dos sesiones y un desembolso cercano a los 450 euros, representa el sentimiento que él tiene hacia la imagen que porta en su paso: "Es una devoción muy grande que le tengo al Cristo de la Fe. Es inexplicable lo que se siente: mucha fe, devoción y orgullo".