Sigue el lío en la avenida de la Constitución de Alicante: 22.000 metros cuadrados sin desagües

Las obras de peatonalización en el eje formado con la calle Bailén eliminan los imbornales existentes antes de la actuación. Expertos alertan del problema que podría suponer en caso de lluvias torrenciales o gota fría

El único punto de alcantarillado en todo el eje peatonal, situado en la calle del Teatro.

El único punto de alcantarillado en todo el eje peatonal, situado en la calle del Teatro. / Pilar Cortés

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Todavía no está oficialmente terminada, pero la nueva avenida de la Constitución, que no para de recibir críticas vecinales desde su apertura el pasado sábado, se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Alicante.

Después de que numerosas losetas del vial apareciesen rotas apenas 48 horas después de su apertura al público y de que los residentes de la zona hayan denunciado daños en el entorno del Teatro Principal -que el bipartito rechaza- a la nueva zona se le han sumado nuevos inconvenientes denunciado por los vecinos: la peatonalización ha eliminado todos los desagües.

El proyecto de peatonalización del eje conformado por la calle Bailén y la avenida Constitución -de más de 22.000 metros cuadrados- ha contado con una inversión de casi 1,5 millones de euros por parte del Ayuntamiento, sin embargo, el nuevo pavimento ha taponado los imbornales existentes en los dos viales, convirtiendo la zona en una nueva "rambla", que desembocará en el Portal de Elche y la Explanada.

Esta nueva configuración, que ha extrañado a los residentes de la zona que tildan la obra de "chapuza", difiere de otras peatonalizaciones llevadas a cabo en la ciudad, como la de la calle Castaños, donde sí existen puntos de desagüe repartidos repetidamente por todo el recorrido.

Sumideros en la calle Castaños de Alicante.

Sumideros en la calle Castaños de Alicante. / PILAR CORTÉS

Este hecho, según los expertos, podría convertir la calle en un "río urbano" en casos de lluvias torrenciales o gota fría, que históricamente siempre han supuesto un grave problema para la ciudad de Alicante.

Errores de diseño

El catedrático de Urbanística de la Universidad de Alicante José Ramón Navarro Vera, aunque reconoce que los grandes aliviaderos de la Explanada podrían evitar que se trate de un "problema catastrófico", se ha mostrado sorprendido por el nuevo diseño del vial.

En este sentido, señala que la obra da la impresión de carecer, además, de "bombeo". Una pendiente transversal en este tipo de actuaciones para que el agua alivie de forma natural hacia los laterales del vial, facilitando su salida por el alcantarillado -ahora inexistente- y dificultando que se produzcan inundaciones, que en el caso de esta obra es "muy liviano y poco claro".

La calle representa un "bombeo" muy liviano según los expertos.

La calle representa un "bombeo" muy liviano según los expertos. / PILAR CORTÉS

Navarro Vera sostiene que este tipo de problemas técnicos para la evacuación del agua deberían ser "lo primero que se plantee en cualquier proyecto". Tras las obras de peatonalización -que según remarca el bipartito no han concluido oficialmente pese a estar abiertas al paso- el único punto de alivio hacia el alcantarillado se sitúa en la calle del teatro, con una trampilla de apenas 80 centímetros de ancho.

Respuesta municipal

Las constantes críticas vecinales por los continuos problemas que se están detectando en la avenida de la Constitución están generando nervios y tensión en el equipo de gobierno, que repite constantemente que la remodelación no está acabada y que no recepcionará la calle si no está todo en orden, aunque evita concretar si obligará a la empresa adjudicataria a reponer el pavimento que está roto o se conformará con la masilla que está colocando la mercantil en las grietas. 

Sobre la desaparición de los desagües de la avenida de la Constitución, ayer, al ser preguntado por INFORMACIÓN, el Ayuntamiento se remitía, con evidente malestar, a la empresa encargada de la red hidráulica en Alicante. Aseguran fuentes municipales que la eliminación de los imbornales estaba prevista en las calles de la zona y reconocen que la escorrentía de aguas pluviales se incorporará a la red de alcantarillado a la altura de la calle Bilbao, al final del eje peatonal.

Además, recuerdan que en la zona existe separación de aguas, por lo que la canalización está diferenciada en dos colectores: uno para pluviales y otro destinado a las residuales. Por último, inciden en que "el caudal de lluvia circula principalmente por la calle Castaños", que sí dispone de aliviaderos, y no por la avenida de la Constitución.

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