Un digno ejemplo de la colaboración entre administraciones

Alicante se caracteriza por ser una tierra generosa, abierta y sencilla, inexorablemente ligada al mar Mediterráneo y a la idiosincrasia de sus pueblos. Con ese Mare Nostrum tan querido mantenemos una conexión que se remonta a las primeras civilizaciones y que a lo largo de la historia nos ha permitido compartir raíces, estrechar lazos y nutrirnos de su inmensa diversidad cultural, esa que se ha proyectado globalmente como ninguna otra.

Ahora, más que nunca, el diálogo es nuestra urgencia, el motor que nos puede ayudar a derribar las barreras, superar los desafíos y alcanzar nuestros objetivos para crecer como personas y evolucionar como sociedad. Y es momento de cristalizar relaciones, fomentar encuentros y levantar escenarios para desafiar a la intolerancia e impulsar la solidaridad y la igualdad.

Como presidente de la Diputación de Alicante es un orgullo formar parte de Casa Mediterráneo, una plataforma que nació hace una década para promover los vínculos de España con otros países, vertebrar comunidades, con un potente y voluntarioso protocolo que ha contribuido a dignificar sus proyectos demostrando rigor y criterio. Un digno ejemplo de la colaboración entre administraciones en que, como institución provincial, hemos ido de la mano junto al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos de Alicante, Benidorm y Xàbia.

A todos ellos extiendo mi gratitud y mi enhorabuena por estos diez años de trabajo, de citas culturales, de foros humanitarios, de cumbres internacionales y de tantas y tantas propuestas abanderadas por Casa Mediterráneo que, además, han situado a nuestra ciudad en primera línea de la agenda europea.