El trasvase histórico de 20,5 hm3 del Júcar salvará de la sequía la fruta y hortaliza del Vinalopó y l'Alacantí

Las restricciones de agua en la Vega Baja a partir de julio amenazan la cosecha de cítricos, alcachofa, brócoli, lechuga, apio, patata de otoño y boniato

Un agricultor de Novelda muestra la tierra seca por la falta de lluvias en su plantación de uva de mesa.

Un agricultor de Novelda muestra la tierra seca por la falta de lluvias en su plantación de uva de mesa. / Axel Alvarez

Pérez Gil

Pérez Gil

El histórico envío de 20,5 hectómetros cúbicos del trasvase Júcar-Vinalopó, el mayor caudal de agua desde que se realizó la primera transferencia en 2012, permitirá salvar los cultivos de 65.000 hectáreas de regadío de la provincia de Alicante al tiempo que se preservan los acuíferos en un momento crítico por la actual sequía.

El aporte hídrico solicitado por la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa que preside Ángel Urbina evitará la pérdida en el Alto Vinalopó de los cultivos campaña de fruta verano -cerezas, melocotón, albaricoque- que necesita ahora un riego suplementario para paliar los efectos de las altas temperaturas y la campaña de hortaliza de verano y otoño que se planta entre mayo y julio.

Y en el Medio Vinalopó y l'Alacantí está la uva embolsada que empieza a brotar ahora y está incrementando el consumo hídrico por la subida térmica de esta primavera para mantener la cantidad y calidad necesaria para competir en el mercado con éxito.

La Junta Central de Usuarios ha remitido la solicitud de sus comunidades de regantes a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que, tras emitir su dictamen favorable, lo hará llega a Acuamed, la empresa pública encargada de la construcción, explotación y adquisición de todas las obras hidráulicas que determine el Gobierno central. Una resolución de la cuenca del Júcar que cuenta con el apoyo expreso del Gobierno valenciano y que dará vida al campo a pesar de la acuciante sequía que amenaza los cultivos de regadío del Vinalopó, l'Alacantí y la Marina Baixa.

Otros 27 hm3 del Tajo

Y a estos 20,5 hm3 históricos del Júcar-Vinalopó que llegarán a la provincia en las próximas semanas se suman los 27 hectómetros cúbicos del trasvase Tajo-Segura procedentes de los embalses de Entrepeñas-Buendía.

Como este diario ya informó el 13 de abril, la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura dio luz verde a realizar durante el pasado mes un trasvase automático al encontrase la situación en normalidad hidrológica nivel 2. Una previsión que en principio se mantiene igual para mayo. Pero hay que puntualizar que a la provincia de Alicante -concretamente a la Vega Baja- solo le corresponde un 20% del caudal trasvasado -7 hm3- porque el resto se destina al abastecimiento y riego de la Región de Murcia y Almería.

En la Cuenca del Segura se vislumbra con un mayor grado de preocupación la falta de lluvias. Precisamente porque la zona sur de la provincia de Alicante sufrirá las primeras restricciones hídricas por la sequía el próximo mes de julio. Así lo prevé la Confederación Hidrográfica del Segura después de que las predicciones meteorológicas descarten la irrupción de importantes precipitaciones en los tres próximos meses. En tal caso se activará la fase de alerta que supondrá un recorte de agua para los cultivos de regadío de la comarca de la Vega Baja. Una medida que afectará sobre todo a los cítricos y a las hortalizas de invierno -alcachofas, apio, lechugas y brócoli- que comienzan a plantarse en los meses de verano.

Pero la situación será todavía más grave si tampoco llueve con abundancia hasta el mes de octubre. En tal caso de la fase de alerta se pasará a la fase de emergencia, lo que implicará un recorte mínimo del 25% del volumen de agua destinado al riego de los cultivos.

Pérdidas económicas

Los cítricos se llevarán la peor parte porque en estos momentos se encuentran en la fase de cuaje pero en julio y agosto necesitarán consumir el 40% del agua que requieren en todo el año para que el fruto obtenga el calibre y la calidad óptima. Meses en los que precisamente podría empezar a cortarse el grifo por la sequía. Y el mismo negro panorama le espera a la patata de otoño, que se planta en agosto y septiembre para recogerse en diciembre y enero. La carestía hídrica va a llevar a muchos agricultores a no plantar en esta campaña al igual que ocurrirá con el boniato, que se recoge en noviembre y diciembre, y con la alcachofa, que se comienza a plantar en julio y hay que regarla para mantener la producción desde entonces hasta mayo.

"Ante la situación de incertidumbre sobre si dispondrán o no de caudales de riego del Segura para este verano, muchos agricultores de la Vega Baja o van a plantar menos o simplemente no van a plantar nada, con las consiguientes pérdidas económicas que de ello se derivará para toda la provincia", advierte el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu.

Al menos en la cuenca del Júcar las noticias son buenas. "De acuerdo con la situación de los embalses, vistas las demandas de los usuarios y tenidas en cuenta las simulaciones que se manejan en cuanto a hipótesis de precipitaciones y consumos previstos para los próximos meses, se prevé que tanto los caudales ecológicos de los ríos como las demandas relativas a los derechos concesionales de los distintos usuarios, en especial a los de riego agrícola, se verán atendidas con normalidad durante la presente campaña estival". En estos términos se ha pronunciado la CHJ que preside Miguel Polo tras celebrarse en los últimos días las Comisiones de Desembalse de primavera por parte de las doce secciones de explotación.

60% de agua embalsada

A pesar de la falta de lluvias durante los últimos meses, que coloca la precipitación media en la demarcación del Júcar en 174 mm, un valor claramente por debajo de la media de los últimos 32 años hidrológicos que es de 232,5 mm, así como muy por debajo de la del año hidrológico anterior que fue de 308 mm, gracias a la excelente pluviometría del año pasado y a una gestión eficiente y un buen uso el volumen actual almacenado en el conjunto de los embalses explotados por la Confederación Hidrográfica del Júcar es de 1.750 hm3 , lo que supone algo más del 60% de la capacidad total de embalse de la demarcación. Un valor que supera la media de los últimos 10 años (1.522,30 hm3) y está asimismo muy por encima de los valores medios de los últimos 20 y 5 años (1.386,30 hm3 y 1.469,20 hm3 respectivamente). La situación, por tanto, de volumen total almacenado puede considerarse como buena, siendo el quinto mejor año de la serie de los últimos 32 años, ligeramente inferior a la del año hidrológico anterior.

El presidente de la CHJ ha agradecido que los usuarios hayan mostrado su buena disposición a seguir haciendo un uso racional y eficiente de los recursos hídricos disponibles, en un prisma de ahorro de cara a los próximos meses y al año próximo. En cualquier caso, como en años precedentes, la Confederación del Júcar llevará a cabo un seguimiento riguroso de la situación por cuanto pudiera derivarse la necesidad de adoptar medidas, en función de la evolución de las circunstancias meteorológicas, para lo que se convocarían nuevas sesiones de la Comisión de Desembalse.

Salvaguarda de los acuíferos

El propio Ángel Urbina ha explicado que "con los 20,5 hm3 del Júcar hasta el 31 de diciembre se nos permite realizar una utilización moderada de los acuíferos y la lenta pero progresiva incorporación de las aguas bien regeneradas. De este modo el Vinalopó va a dar ejemplo de gestión y de lucha en la prevención de las sequias como viene haciendo desde hace muchos años para que no falte agua ni de abastecimiento urbano ni de regadío para la agricultura". Por eso el responsable de la entidad de riego considera que el Plan de Uso del Agua de la Junta Central de Usuarios para el Vinalopó puede ser perfectamente trasladado a otros lugares de España como modelo de gestión. "Tras un largo periodo de reflexión hemos sabido revertir nuestras carencias para convertirlas en una oportunidad con la que solucionar la histórica falta de recursos hídricos que sufre la provincia de Alicante" subraya Urbina.

El precio del agua trasvasada del Júcar al Vinalopó queda fijado en 0,24 euros el metro cúbico. La decisión del Gobierno de España tiene un periodo de vigencia de 10 años y se adoptó en septiembre de 2022. Son las condiciones con las que se pondrá en marcha definitivamente el trasvase del Júcar-Vinalopó que la provincia de Alicante llevaba reivindicando desde el año 1.420

Apoyo del Consell

Por su parte el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural y Director de la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria, Roger Llanes, ha apoyado la solicitud del envío del trasvase del Júcar-Vinalopó al precio fijado y ha recordado que en un plazo de seis años, cuando las obras del postrasvase de la margen izquierda estén completamente acabadas, se podrán recibir 50 hm3 anuales.

Llanes también ha informado de que al convenio que permitirá la puesta en explotación ordinaria de la infraestructura del Júcar-Vinalopó solo le falta la ratificación del Consejo de Ministros. Un trámite que podría formalizarse el próximo martes aunque estaba inicialmente previsto para finales del pasado mes de marzo. "La petición elevada por las comunidades de regantes entra dentro de la normalidad y de lo que cabía esperar, así que confiamos en que el agua llegue al embalse La Cuesta de Villena en mayo para que, de forma gradual, se vaya repartiendo por las comarcas del Vinalopó, l'Alacantí y la Marina Baixa en función de las necesidades de riego", ha señalado por último el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural.