La fuente de Luceros, sin agua desde hace meses por una deficiencia en la restauración

El Ayuntamiento de Alicante no especifica en qué plazo estará reparada | La escultura fue reinaugurada hace un año y medio

La fuente de Luceros, sin agua esta semana.

La fuente de Luceros, sin agua esta semana. / PILAR CORTÉS

Alberto Losa

Alberto Losa

La fuente de Luceros no tiene agua. La obra de restauración en la plaza más emblemática de Alicante, que se realizó el pasado 2021, sigue dando coletazos y ahora la escultura se encuentra pendiente de unas reparaciones para que el agua vuelva a discurrir. Según fuentes consultadas por este medio, durante la restauración se detectaron unas deficiencias hidráulicas que tiene que acometer la empresa adjudicataria de la obra, Estudio Métodos de la Restauración.

El Ayuntamiento de Alicante no ha especificado un plazo para la vuelta a la normalidad de la fuente, a preguntas de este medio.

Los chorros de la fuente de Luceros no funcionan.

Los chorros de la fuente de Luceros no funcionan. / PILAR CORTÉS

Los problemas han surgido apenas un año y medio después de la última restauración, acometida entre junio y diciembre del pasado 2021. El 23 de diciembre de ese año, se realizó un espectáculo de agua y luces para celebrar la que iba a ser la nueva imagen de la escultura.

La intervención, llevada a cabo por la empresa adjudicataria Estudio Métodos de Restauración, tuvo un coste de 302.000 euros. Ya en ese momento, la compañía aseguró que entre sus intervenciones se encontró el cambio del revestimiento de la base, dado que la pileta sufría filtraciones de agua. La jefa de obras, Ester Vera, explicaba además que la fuente contaba con una gran cantidad de hierros oxidados en la fuente y que la corrosión "era lo que más daños le estaba haciendo", circunstancia que había "superado las expectativas".

Numerosas restauraciones

Cada vez que se ha restaurado la fuente, no ha durado demasiado en buen estado. Se rehabilitó en 2003 con un coste de 360.000 euros y a los dos años volvió a presentar deterioroEn 2006 fue desmontada por las obras del tranvía debajo de la plaza y fue restaurada. Sin embargo, la Conselleria de Infraestructuras (el Consell estaba entonces en manos del PP) destrozó el vaso al considerar que era de mala calidad puesto que "estaba hecho con mampostería y un tipo de escombro apelmazado, que era lo que producía las filtraciones de cal", explicaron entonces.

Las esculturas de los caballos fueron restauradas en 2021.

Las esculturas de los caballos fueron restauradas en 2021. / PILAR CORTÉS

También destruyeron la base de la escultura al entender que no era parte artística. Al año siguiente la fuente fue reinstalada en la plaza pero las manchas rojizas en el conjunto reaparecieron pronto. En 2011 volvieron a aparecer fisuras por falta de mantenimiento en 2013 una de las esculturas se rompió por la oxidación de las tuberías de hierro y volvieron a aparecer grietas, lo que motivó la decisión del Ayuntamiento del fallido traslado de las mascletás.

En 2017 un temporal de viento provocó nuevos desperfectos en la escultura de Bañuls y el gobierno tripartito de izquierdas optó por sacar moldes para reemplazar las piezas dañadas. Una restauración que tardó cuatro años en realizarse por la falta de presupuesto y de voluntad política mientras el monumento acumulaba multitud de desperfectos. La última intervención fue la acometida en 2021.

Nuevo problema

La falta de agua no es el primer problema que aparece en la fuente tras la restauración de hace apenas año y medio. Sólo siete meses después de la obra, grietas y manchas afloraban en la piedra del monumento de Bañuls. Entre ellas, eran especialmente destacadas una coloración negra en el lomo de uno los caballos, que además ha "chorreado" a la parte inferior de la escena; y las fisuras en una de las patas del mismo corcel así como otras que destacan en la base con volutas sobre las que se apoyan los caballos. Además, en general la fuente no está tan blanca como quedó tras la intervención y amarillea el poroso material en algunas de las figuras.

En ese momento, el Ayuntamiento de Alicante se escudaba en que las marcas que se aprecian a simple vista en la piedra de la fuente de Luceros no eran fisuras sino que son "cicatrices" fruto de la restauración. El concejal de Cultura y portavoz del bipartito, Antonio Manresa, explicaba que las impresiones muy visibles en algunas partes del monumento, como las patas de los caballos, o la base con volutas en que se apoyan los corceles, eran fruto del relleno que se hizo durante la reciente mejora del Bien de Relevancia Local. En el caso de la falta de agua, el Ayuntamiento de Alicante no ha ofrecido por el momento ninguna explicación.