Las personas mayores sordas se ponen implantes para volver a oír

El doble de pacientes de la tercera edad se opera en el Hospital de Alicante para recuperar este déficit sensorial. Los cirujanos introducen bajo la piel un electrodo que estimula las terminaciones nerviosas

Aspecto del implante en una paciente

Aspecto del implante en una paciente / Héctor Fuentes

J. Hernández

J. Hernández

El piar de los pájaros, el tic tac del reloj, el murmullo de la gente al hablar...La paciente María Teresa Marco llevaba sin oír nada 14 años y gracias a un implante coclear vuelve a escuchar.

"A la gente le cambia la vida. Esta señora ha pasado de no oír absolutamente nada a poder escuchar", afirman los doctores del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital General de Alicante Guillermo Severá y Óscar Vicente Alemán sobre lo que consideran uno de los principales avances más importantes de la Medicina porque "permite paliar un déficit sensorial" como es una sordera severa y profunda que ya no deja oír nada ni con audifonos.

"A la gente le cambia la vida. Esta señora ha pasado de no oír absolutamente nada a poder escuchar"

Doctores Guillermo Severá y Óscar Vicente Alemán

Esto es gracias al estímulo eléctrico que recibe la cóclea a través del dispositivo que se coloca practicando un orificio en la mastoides para acceder al oído medio e introducir un electrodo. Es decir, se trata de una intervención por debajo de la piel. Este dispositivo tiene un receptor estimulador y un procesador, y estimula las terminaciones nerviosas.

El Hospital Doctor Balmis es el único de la provincia que realiza estas intervenciones, por tanto es de referencia, con una población asignada de casi dos millones; y el cuarto de la Comunidad Valenciana tras la Fe, que comenzó a realizar estas intervenciones hace 26 años, el Clínico y Alzira.

Este tipo de cirugía fue impulsada por el doctor Severá en su etapa de jefe de servicio y completan el equipo, junto al doctor Alemán, los doctores Luisa Payá y Félix Ruiz de la Cuesta. Se trata de un trabajo multidisciplinar dirigido por otorrinos en el que colaboran numerosos servicios: pediatras en el caso de los niños, neurofisiólogos, radiólogos, anestesiólogos dado que hay que monitorizar al paciente con una anestesia especial, logopedas, psicólogos y psiquiatras para determinar la idoneidad de la persona a implantar, además de enfermería y especialistas de quirófanos.

El equipo que realiza las operaciones de implantes

El equipo que realiza las operaciones de implantes

Gracias al screening o programa de detección precoz de la hipoacusia se detecta a los niños que nacen sin poder escuchar (uno de cada 100.000 nacidos) y son implantados en la primera etapa de la vida. El servicio inició el programa en 2016 y por entonces hacían la cirugía a los niños a los dos años pero ya se efectúa a los bebés con 8 ó 10 meses. Los pacientes indicados son los que sufren hipoacusia neurosensorial profunda bilateral para los niños y la indicación para los adultos es que esa hipoacusia sea severa y profunda.

Es decir, que no se pueden comunicar socialmente porque no oyen, con un grado de audición muy bajo y sin otro medio para paliarlo porque ya ni siquiera con audífonos logran comunicarse, lo que les conduce al aislamiento ya que no se relacionan con el medio.

En el caso de los adultos se ha duplicado en los últimos años el número de operaciones a personas mayores que desean volver a oír. En el Hospital de Alicante han intervenido a pacientes con 82 años aunque en otros hospitales han tenido de más de 90 años. "No hay edad por arriba para implantar si no hay contraindicaciones".

El motivo tiene que ver con que hay más personas de la tercera edad que quieren aprovechar la oportunidad de poder volver a oír, lo que les ayuda a mantenerse mentalmente activos. "Hemos visto gente sorda y ciega, y no todo el mundo está de acuerdo en que lo peor es la ceguera. Con la sordera se aíslan del mundo, produce un deterioro cognitivo importante, depresión, riesgo de caídas, desorientación...Por eso es importante que la gente que tiene problemas de audición que sepa que hay un dispositivo que se llama implante coclear que les puede solucionar el problema", explican los doctores.

Otro ejemplo de la importancia de escuchar se dio en pandemia, tres años en los que los sordos lo pasaron muy mal porque ni siquiera podían leer los labios por las mascarillas.

Tras la intervención, personas que con audífono no escuchaban más que un 20% de las palabras pueden llegar a oír el 85%, la pérdida del umbral de oído del 95% puede reducirse al 30%, y duplicarse la capacidad de entender. "Recuperan su comunicación social, que es lo que se pretende". El doctor Alemán recalca que hay estudios que relacionan la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo. Los niños tienen una recuperación muy buena y hay implantados que estudian en la universidad.

Los implantes se han perfeccionado con los años. Antes eran monocanales y ahora los hay con 22 electrodos y cada uno estimula un rango de sonido. La operación en la sanidad pública es gratuita para el paciente, la recuperación se hace en centros concertados y el mantenimiento de las baterías corre a cargo del paciente.

El dispositivo se activa al mes de la cirugía para que la piel se vaya adaptando. Desde 2016 han realizado 136 intervenciones, de ellas 94 a adultos y 42 a niños.