Veinte personas, a punto de pasar la noche al raso en Alicante tras quedar cerrado el albergue

Los afectados lamentan que les han echado el CAI por la tarde pese a que continuaba una lluvia leve y que no podían dormir en la calle

Un grupo de personas, a las puertas del albergue en la noche del jueves.

Un grupo de personas, a las puertas del albergue en la noche del jueves. / INFORMACIÓN

Alberto Losa

Alberto Losa

Una veintena de personas se ha quedado en la noche del jueves a las puertas del Centro de Acogida e Inserción (CAI) de Alicante. En un principio, se les había desalojado del albergue, según denuncian varios de ellos, aunque finalmente se les ha readmitido y pasarán la noche allí.

"A las dos de la tarde han cerrado y nos han dicho que nos quedábamos en la calle pero no puede ser, porque sigue lloviendo y hay personas enfermas", ha lamentado una de las personas afectadas. Algunas de ellas han subrayado que la orden la había dado la Concejalía de Acción Social de Ayuntamiento de Alicante.

La Policía Local se ha personado frente al CAI ante los posibles disturbios, al haber una veintena de personas frente al edificio, que sin embargo han actuado de manera pacífica en todo momento.

Cruz Roja ha acudido a abrir el albergue.

Cruz Roja ha acudido a abrir el albergue. / INFORMACIÓN

Finalmente, un grupo de personas de Cruz Roja se ha personado para abrir de nuevo la instalación a última hora de la noche, aunque desde la institución han señalado que el albergue es municipal. Puesto este medio en contacto con el Ayuntamiento, no ha recibido respuesta.

La concejal socialista Lola Vílchez también se ha personado en el albergue: "Acabo de hablar con el concejal Antonio Peral. Le he trasladado que es lamentable que hayan cerrado el gimnasio cuando había un edicto de cinco días para ampliar el gimnasio", ha expresado a última hora de la noche.

Pese a que Alicante ya no se encuentra bajo preemergencia por alerta naranja ni amarilla, este jueves han continuado las lluvias leves, motivo por el que los afectados consideraban que era necesario que pudieran refugiarse en el CAI.