Nuevo perfil de donante de órganos: cuatro de cada diez son pacientes que mueren por infarto e ictus

Los hospitales se ven obligados a adaptarse a la nueva situación al descender el número de personas que fallecen por enfermedad o accidente de tráfico. Aumentan los donantes con enfermedades neurodegenerativas en fase terminal

Grupo de trasplantes del Hospital de Sant Joan

Grupo de trasplantes del Hospital de Sant Joan / INFORMACIÓN

J. Hernández

J. Hernández

Cuatro de cada diez donaciones de órganos en la provincia se producen ya en asistolia controlada o muerte por enfermedades circulatorias. Los modelos de donación han cambiado con el descenso del número de pacientes que fallecen por muerte encefálica, que normalmente es a causa de una enfermedad o tras un accidente de tráfico, pero el sistema de trasplantes sigue funcionando gracias a nuevos donantes con daño cerebral catastrófico, enfermedades neurodegenerativas, cardiacas o respiratorias en fase terminal con ausencia de latido cardiaco y de respiración espontánea durante más de cinco minutos. Entre ellos infartos o ictus.

Pueden ser donantes personas con parada cardiorrespiratoria controlada que no padezcan enfermedades oncológicas ni infecciosas transmisibles.

El Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant se ha iniciado en este nuevo ámbito logrando realizar por primera vez dos donaciones en asistolia controlada. “Tras el descenso del número de pacientes que fallecen en muerte encefálica, toman cada vez más protagonismo las donaciones en asistolia controlada”, explica Miguel Ángel Fernández, enfermero supervisor de la UCI y uno de los cuatro coordinadores de trasplantes del hospital.

Máquina de oxigenación por membrana extracorpórea

Máquina de oxigenación por membrana extracorpórea / INFORMACIÓN

“Normalmente la donación en asistolia controlada se da en pacientes que están en la UCI y a los que los médicos deciden limitar el tratamiento de soporte vital porque se han acabado las posibilidades terapéuticas, limitación que se realiza independientemente de si esa persona va a ser donante o no”, explica la doctora intensivista Miriam Ruiz, otra de las coordinadoras de trasplantes. La muerte encefálica se produce cuando deja de haber actividad cerebral, a causa de una enfermedad o tras un accidente de tráfico, por ejemplo.

"Normalmente la donación en asistolia controlada se da en pacientes que están en la UCI y a los que los médicos deciden limitar el tratamiento de soporte vital porque se han acabado las posibilidades terapéuticas"

Doctora intensivista Miriam Ruiz

— Coordinadora de trasplantes

Con estas donaciones en asistolia controlada se han podido trasplantar en otras personas de varias provincias dos pulmones, dos hígados, cuatro riñones y cuatro córneas. Además, se han explantado huesos y tejidos que se conservan en el Centro de Transfusiones de Sant Joan, muy próximo al hospital, hasta que una persona los necesita. “Ha sido un trabajo en equipo, en el que hemos participado muchos profesionales del Hospital de Sant Joan d’Alacant y también de otros, como los de La Fe de Valencia y el Doctor Balmis de Alicante, añade la doctora Ruiz.

La Comisión de Trasplantes del Hospital de Sant Joan aprobó el nuevo protocolo de donación en asistolia controlada, realizado por los cuatro coordinadores, siguiendo los criterios de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y hasta ahora no se había podido desarrollar.

Junto a Miguel Ángel Fernández y Miriam Ruiz ejercen como coordinadores de trasplantes las supervisoras de enfermería Mar Alba, de Neurología y Lorena Santonja, de Oncología. Su trabajo es fundamental para completar el proceso de explante de órganos e iniciarse en la asistolia controlada ha sido todo un reto para ellos. De hecho, siempre hay un coordinador de trasplantes de guardia, las 24 horas del día los 365 días del año, y cuando se detecta un posible donante todos ellos se ponen manos a la obra para culminar el proceso con éxito.

Los coordinadores de trasplantes Miriam Ruiz, Miguel Ángel Fernández, Mar Alba y Lorena Santonja

Los coordinadores de trasplantes Miriam Ruiz, Miguel Ángel Fernández, Mar Alba y Lorena Santonja

“Lo primero que debemos hacer es revisar la historia clínica para comprobar si el potencial donante cumple los criterios de inclusión en el programa de trasplantes", comenta Mar Alba. A continuación, llega un momento crucial: la entrevista familiar.

“Nosotros aquí vivimos la parte más dolorosa, la del fallecimiento de una persona y el explante, pero para todos los que participamos es una satisfacción saber que nuestro trabajo contribuye a dar felicidad y vida a otras familias”

Lorena Santonja

— Supervisora de Enfemería

Los coordinadores están formados en atención a la familia y donación e incluso realizan simulaciones previas. “Los familiares deben sentirse apoyados psicológicamente en todo momento, lo primero es acompañarlos en su duelo y una vez aceptada la situación hablamos con ellos, en estos dos casos hemos visto que para ellos ha sido un consuelo saber que los órganos de sus seres queridos van a estar trasplantados en otra persona”, añade Alba.

Lo que resaltan los cuatro coordinadores es la generosidad de las familias que “cada vez están más concienciadas con la importancia de la donación”, indica Lorena Santonja. “Nosotros aquí vivimos la parte más dolorosa, la del fallecimiento de una persona y el explante, pero para todos los que participamos es una satisfacción saber que nuestro trabajo contribuye a dar felicidad y vida a otras familias”, añade.

Equipo multidisciplinar

En cuanto está firmado el consentimiento de la donación, los coordinadores lo ponen en conocimiento de la Organización Nacional de Trasplantes con el objetivo de coordinar el complejo y minucioso proceso ya que éste es el organismo encargado de la distribución de los órganos destinados al trasplante. Así, las urgencias cero, por ejemplo, tienen prioridad absoluta en todo el territorio nacional.

En estas primeras donaciones el equipo multidisciplinar estuvo formado por dos cirujanos torácicos, dos intensivistas, dos cirujanos generales, un cirujano cardíaco, seis enfermeros, una técnica en cuidados auxiliares de enfermería, cuatro traumatólogos, un oftalmólogo y un celador. Además, se contó con el apoyo del personal de laboratorio, de banco de sangre y de transporte sanitario.

Asimismo, vino hasta Sant Joan en las dos ocasiones una ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea) móvil desde el hospital La Fe de Valencia. Se trata de una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea que permite mantener los órganos con viabilidad hasta que finaliza la extracción.

Tres personas manejan el equipo: un cirujano cardíaco, un enfermero perfusionista y un médico intensivista. En la Comunidad Valenciana, además de la de La Fe, existe una segunda ECMO móvil en el Hospital Clínic y cuando hay un explante en el que se requiere su intervención está previsto que acuda uno de los dos equipos, el que esté de guardia.

Cuando ya está decidido a dónde van a ir los órganos, también se avisa a los profesionales de los hospitales donde se va a realizar el trasplante. Se debe coordinar muy bien el proceso ya que el tiempo es un factor decisivo para que los órganos lleguen en buen estado y se puedan trasplantar con éxito. En una de las dos donaciones fue necesario movilizar un avión para llevar un hígado al norte del país a un paciente cero que estaba en situación crítica. Además, se utilizaron varias ambulancias para transportar el resto de los órganos a sus respectivos hospitales de destino.

Y una vez abierto el camino el equipo multidisciplinar del Hospital de Sant Joan sigue trabajando para llevar a buen término futuras donaciones en asistolia controlada gracias a la generosidad de los donantes y sus familias. En el SAIP (Servicio de Atención al Paciente) se puede registrar el documento de voluntades anticipadas que incluye, entre otros asuntos, la decisión respecto a la donación de órganos con finalidad terapéutica, docente o de investigación.