Compromís mejora en voto pero se estanca en concejales en Alicante

Rafa Mas reconoce que se trata de "malos resultados" y avanza un trabajo de oposición "más inteligente". La formación suma 1.800 papeletas más que en 2019, pero mantiene sus dos ediles

Los candidatos Rafa Mas y AItana Mas, junto miembros de Compromís.

Los candidatos Rafa Mas y AItana Mas, junto miembros de Compromís. / Héctor Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Nunca mejorar unos resultados electorales dejó tan mal sabor de boca como en Compromís en Alicante. Pese a recibir 1.800 papeletas más que en los últimos comicios, la agrupación mantendrá sus dos ediles, que pasarán a ser Rafa Mas y Sara Llobell, tras la salida de Natxo Bellido, portavoz durante el presente mandato.

En concreto, la coalición valencianista contó en el día de ayer con el 7,37% de los votos, frente al 6,72% que le otorgaron las urnas en 2019, cuando fue la quinta fuerza del Pleno alicantino. Ahora, el partido adelanta a Unides Podem, que se ha quedado a sólo un 0,02% de desaparecer en la ciudad, y se convierte en la segunda fuerza de la izquierda, por detrás del PSOE alicantino. 

En torno a las 22:15 horas, el alcaldable de la coalición ya reconocía la derrota pese a contar con solamente en torno a un 60% del voto escrutado: «Son malos resultados, sin ninguna duda». Mas recordó que «el objetivo era sumar quince concejales con el resto de fuerzas progresistas» algo que, pese a haber subido el porcentaje de voto, «no es suficiente». El de Compromís no ocultó su decepción por los resultados cosechados por el bloque de izquierda en el Ayuntamiento: «Somos un partido para transformar la vida de la gente, no para ser oposición».

Lo que en un primer momento estaba llamado a ser una fiesta fue cogiendo tintes de funeral a medida que avanzaba el escrutinio de las diferentes mesas electorales. Las filas de Compromís ya se mostraron inquietas tras los primeros sondeos a pie de urna, que daban por perdido el Botànic: «Tiene mala pinta», comentaban mirando la pantalla en la que se iban siguiendo los resultados. 

Junto al candidato a la Alcaldía, Rafa Mas, y la número dos de la lista, Sara Llobell, siguieron la lectura de los resultados la vicepresidenta saliente del Consell y candidata a las Cortes por la provincia de Alicante, Aitana Mas, y el hasta ahora portavoz municipal, Natxo Bellido.

Tras conocer los resultados, el alcaldable de la coalición sostuvo que «nos ha votado más gente pero sigue siendo un mal resultado que tendremos que estudiar, que ver y que analizar». Además, en cuanto a su papel en la oposición «donde nos ha situado la ciudadanía alicantina», Mas afirmó que «haremos nuestro trabajo de una manera firme, propositiva y mucho más inteligente, porque es evidente que algo ha pasado respecto a la ciudad de alicante y la izquierda alicantina».

Doble desilusión

No hubo espacio para la celebración en el hotel Eurostars Centrum, donde Compromís seguía la noche electoral. Ya que no solo perdieron la oportunidad de recuperar la Alcaldía de Alicante que volverá a dirigir el Partido Popular durante el próximo mandato, sino que Aitana Mas, vicepresidenta durante el tramo final del segundo Gobierno del Botànic vivió desde la sede alicantina el fin del ejecutivo progresista al frente de la Generalitat.

Entre las filas valencianistas, mucho más que caras largas: un veterano Bellido que se mostró bastante entero durante toda la noche, y que trató de estar pendiente de los más jóvenes, encajando con entereza el resultado.

Una actitud que contrastó enormemente con la de una joven Sara Llobell, de 27 años, que pese a haber conseguido su acta de concejala en estos comicios electorales, fue la que se mostró más afectada porque las fuerzas de la izquierda no fueran capaces de sumar la tan ansiada mayoría de quince concejales para dar un vuelco a la situación de la capital y arrebatar el poder a un Partido Popular que, contrariamente, salió reforzado de la jornada electoral, quedándose a un edil de obtener mayoría absoluta. 

Al final, el empujón de votos de Compromís quedó en nada, pues no fue suficiente para cargar con el lastre de una izquierda en horas bajas.