La cuenca del Júcar analiza la calidad de sus aguas para cumplir en cuatro años la exigencia de la UE

El muestreo para realizar análisis biológicos de macroinvertebrados, macrófitos y diatomeas forma parte de las campañas anuales de seguimiento de la CHJ

Muestreo en el río Palancia de la demarcación hidrográfica del Júcar.

Muestreo en el río Palancia de la demarcación hidrográfica del Júcar. / CHJ

Pérez Gil

Pérez Gil

La Confederación Hidrográfica del Júcar afronta durante estas semanas la recta final de la campaña anual de muestreos biológicos en los ríos de su demarcación. Estos análisis forman parte de los programas de seguimiento del estado y calidad de las aguas superficiales, que se realizan de forma periódica porque la normativa europea exige que en 2027 estén libres de contaminación.

Con el objetivo de evaluar el estado ecológico de estas masas de agua, el Organismo de Cuenca recoge muestras de diferentes taxones biológicos en un total de 250 puntos de ríos, que se encuentran repartidos a lo largo y ancho de todo el ámbito territorial.

La campaña de muestreos biológicos comenzó el pasado mes de marzo y la previsión es que termine hacia finales del presente mes de junio, una época ideal para recoger la mayor cantidad posible de indicadores biológicos.

“Aportan información muy importante sobre la diversidad biológica y abundancia de individuos por especies en cada uno de los tramos de río que se analizan”, explica Marta Mañá, jefa de Área de Calidad de las Aguas.

Análisis en laboratorio

En cada uno de los puntos que se muestrean, se recogen individuos de tres grupos de organismos que habitan en estas masas de agua: macroinvertebrados (pequeños insectos, moluscos o anélidos), diatomeas (algas acuáticas unicelulares) y macrófitos (plantas que viven en terrenos inundados, emergentes, flotantes o sumergidas). El procedimiento comienza con el muestreo de estos indicadores biológicos en el río. Se recogen diferentes ejemplares, se clasifican por especies y se seleccionan los más representativos para su posterior análisis en laboratorio.

Además de ofrecer una visión global de qué y cuántos organismos habitan en cada emplazamiento, los resultados aportan otros datos muy valiosos para valorar la conectividad fluvial de los diferentes tramos de río, conocer las afecciones y los beneficios de los caudales ecológicos y para analizar la información de la hidroquímica y contaminantes del agua.

Microcontamientes

“Se determina la concentración de sustancias peligrosas y otros microcontaminantes de origen antrópico, y así se completa la evaluación con información relativa a los contaminantes que puedan afectar toxicológicamente a organismos vivos en general y a la salud humana en particular”, subraya Mañá. De forma complementaria a este seguimiento, la Confederación Hidrográfica del Júcar realiza diferentes trabajos de análisis sobre los indicadores fisicoquímicos que intervienen en la evaluación biológica e hidromorfológica del estado ecológico de estas masas de agua superficial.

Los parámetros químicos se muestrean y analizan con una frecuencia mensual, por lo que proporcionan información de diversos parámetros, entre otros, referente al oxígeno disuelto, porcentaje de saturación del oxígeno disuelto, pH, nitratos, amonio y fosfatos.

Cabe destacar que la evaluación del estado de las masas de agua se realiza según un procedimiento normalizado a nivel estatal, en el que también trabajan todos los países que forman parte de la Unión Europea, tal y como establece la Directiva Marco del Agua.

El objetivo es evaluar si dichas masas alcanzan el objetivo del buen estado, ya que la normativa europea exige que este objetivo se cumpla en el año 2027.