El Gobierno impone medidas a Murcia para limitar las extracciones del acuífero compartido con Alicante

Los regantes del Vinalopó presentan una decena de denuncias por tener que asumir recortes en los caudales de los pozos que según denuncian no se aplican en Yecla

El Ministerio da un plazo de cinco meses a la Confederación del Segura para que presente un programa de actuación destinado a preservar la masa de agua

Uno de los pozos del Alto Vinalopó que extrae agua del acuífero Villena-Jumilla ahora llamado Sierra del Castellar.

Uno de los pozos del Alto Vinalopó que extrae agua del acuífero Villena-Jumilla ahora llamado Sierra del Castellar. / Áxel Álvarez

Pérez Gil

Pérez Gil

El Gobierno central ha impuesto medidas cautelares que prohíben a la Región de Murcia aumentar las extracciones de agua del acuífero Jumilla-Villena que comparte con la provincia de Alicante. Asimismo le ha dado de plazo a la Confederación Hidrográfica del Segura hasta después del próximo verano para que presente un borrador del programa de actuación, tal y como ya tiene la Confederación Hidrográfica del Júcar, que permita la recuperación del buen estado cuantitativo de la masa de agua subterránea de 86,1 kilómetros cuadrados que se extiende desde Alicante hasta Murcia, y que tiene como nueva denominación para ambos territorios acuífero Sierra del Castellar.

La reivindicación que hacen en este sentido los agricultores del Alto Vinalopó, que ya es conocida por la Confederación Hidrográfica del Júcar, ha dado lugar a más de una decena de procesos judiciales que siguen abiertos en estos momentos.

Este diario ya alertó el pasado sábado que los recortes en las extracciones de agua de los pozos de la provincia de Alicante ordenados por el Gobierno central para preservar el acuífero Jumilla-Villena no se están aplicando en la Región de Murcia. Es más, en algunas zonas de Yecla y Jumilla las plantaciones de regadío han multiplicado de forma apreciable su superficie en los últimos años, siguiendo un proceso que comenzó en 2007 y sigue avanzando en 2023.

Así lo han denunciado el Ayuntamiento de Villena y las organizaciones que representan a los regantes y agricultores alicantinos.

Restricciones hídricas

El la segunda masa de agua subterránea más grande de la provincia de Alicante y se extiende por el subsuelo de ambos términos limítrofes, por lo que las medidas hídricas restrictivas no alcanzarán nunca el objetivo deseado si uno de los territorios las incumple. Es decir, los acuíferos seguirán inmersos en un proceso de sobreexplotación con el riesgo de salinizarse y dejar de ser útiles tanto para el uso agrícola como urbano.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico asegura que la coordinación entre las dos Confederaciones Hidrográficas, la del Júcar (CHJ) y la del Segura (CHS) se está realizando, desde hace años, a nivel de planificación hidrológica.

"Precisamente, el cambio en la denominación de la masa de agua subterránea es una consecuencia de esta coordinación, del mismo modo que su redefinición geográfica y la determinación de los recursos disponibles. Y, además, en todas las sesiones de las juntas de explotación de la Confederación del Júcar donde existen masas compartidas, se convoca siempre a un representante de la Confederación del Segura", señalan desde el Ministerio.

A todo ello cabe añadir que la dirección general del Agua ha encargado al Instituto Geológico y Minero de España que realice una evaluación de las masas compartidas, de modo que, pese a que el trabajo no está todavía entregado, los resultados preliminares obtenidos ya fueron tenidos en cuenta en los nuevos planes hidrológicos que fueron publicados el 10 de febrero de 2023.

Declaración de riesgo

Fue el 8 de octubre de 2020 cuando el Gobierno publicó en el BOE la declaración de riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo para la masa de agua subterránea de la Sierra del Castellar, anteriormente llamado acuífero de Jumilla-Villena.

En virtud de ello se dio un plazo de seis meses para que el Organismo de Cuenca constituyese una comunidad de usuarios y un plazo máximo de un año para que la Junta de Gobierno aprobará un programa de actuación para la recuperación de las reservas hídricas.

Pero mientras tanto se ordenó la paralización de todos los expedientes de autorización de investigación o de concesión de aguas subterráneas, excepto las destinadas a abastecimiento de población que no puedan ser atendidas con otros recursos alternativos. También se suspendió la apertura de nuevas captaciones y se paralización todos los expedientes de modificación de características de las concesiones de aguas subterráneas que se encuentren en tramitación, excepto aquellas cuyo objetivo sea el mero mantenimiento del caudal extraído en el momento de la declaración.

Sin embargo las entidades de riego, las organizaciones agrarias y los representantes públicos de la provincia de Alicante denuncian la relajación en la adopción de tales medidas y exigen un mayor control por parte del Gobierno central para evitar agravios comparativos en el uso de un recurso tan esencial como el agua del que se benefician dos Comunidades Autónomas vecinas.

"Sobreexplotación severa"

Precisamente, en el propio anuncio de la Confederación Hidrográfica del Júcar que recoge el BOE del 8 de octubre de 2020, ya se advertía entonces de la gravedad del asunto catalogando las reservas del acuífero en situación de "sobreexplotación severa".

"La explotación actual de las masas de agua subterránea del sistema Vinalopó-Alacantí resulta insostenible y entre las masas de agua que presentan un mayor índice de explotación se encuentra la Sierra del Castellar. Los niveles piezométricos muestran descensos acusados y continuos, consecuencia de ello es que las fuentes y manantiales, prácticamente en su totalidad, se encuentren secos y que el río Vinalopó haya pasado a ser perdedor en la mayor parte de su longitud, los caudales circulantes, a partir del azud de Beneixama, han desaparecido, quedando reducidos, en el mejor de los casos, a los vertidos no reutilizados de las depuradoras de aguas residuales".

De ahí el abandono de sondeos, por resultar inviable su explotación, y que cada vez sea más frecuente realizar reperforaciones para extraer el agua a una mayor profundidad.

Un millón de metros cúbicos menos

En la actual campaña la Comunidad General de Usuarios del Alto Vinalopó ya ha tenido que reducir en un millón de metros cúbicos las extracciones de los pozos situados en Villena. Sobre el conflicto planteado desde esta entidad se recuerda que la Confederación Hidrográfica del Segura aprobó años atrás un paquete de medidas precisamente para limitar el consumo de agua en el área de influencia de la cuenca que gestiona.

La regulación está basada en dos principios. Por un lado no gastar más agua de la que se venía consumiendo y por otro no sustituir los cultivos anteriores por otros que supongan una mayor demanda hídrica.

Sin embargo, a juzgar por las nuevas plantaciones que han surgido en los últimos años, no parece que estas directrices hayan sido tenidas muy en cuenta por algunos agricultores del Altiplano murciano.