Arranca en Alicante un programa para extraer redes de pesca perdidas en el mar

El proyecto del Consell y la Fundación Oceanogràfic cuenta con la colaboración de los pescadores y tiene como objetivo retirar los utensilios extraviados para evitar posibles afecciones a los fondos marinos

Buzos se sumergieron en un área próxima al Cabo Huertas y a Tabarca a 27 metros de profundidad y extrajeron las redes mediante cinco globos elevadores

Redes de pesca recogidas

Redes de pesca recogidas / INFORMACIÓN

L. Gil López

L. Gil López

Recoger las redes de pesca perdidas en el mar. La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y la Fundación Oceanogràfic han arrancado en Alicante un programa para extraer los utensilios que utilizan los pescadores en el litoral de la Comunidad Valenciana.

Dentro de los programas de conservación del ecosistema marino que lleva a cabo la Fundación Oceanogràfic, se ha iniciado un nuevo proyecto de protección de los fondos marinos, que incluye la monitorización y la restauración de los hábitats, como es la retirada de las redes de pesca perdidas y la extracción de basuras marinas.

Personal investigador de la Fundación Oceanogràfic está trabajando junto a los pescadores y al personal técnico de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente para detectar posibles zonas con presencia de residuos marinos, explican fuentes del Consell.

Se trata de restos de plásticos, metales, redes y otros materiales que se han perdido o han sido transportados por corrientes desde tierra firme y que suponen una amenaza potencial para la biodiversidad.

La primera acción de detección y retirada de redes de pesca se ha llevado a cabo hace unos días en Alicante, en un área próxima al Cabo Huertas y al espacio marino de Tabarca –ambos Lugares de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000- y cercana a una pradera de posidonia.

Para realizar el operativo, un equipo de buzos profesionales del Oceanogràfic de València, personal científico de la Fundación Oceanogràfic, Cressi España y buzos del centro de buceo La Sal de Alicante, se sumergieron a 27 metros de profundidad y extrajeron las redes mediante el uso de cinco globos elevadores.

Participantes en la recogida de redes de pesca

Participantes en la recogida de redes de pesca / INFORMACIÓN

Una vez en superficie, una embarcación de pesca de artes menores de la cofradía de Alicante remolcó las redes hasta tierra firme, donde se segregó el material para su reciclado.

Aunque se desconocen los motivos del origen de esta red, generalmente responde a artes perdidas que no han podido ser recuperadas y, en consecuencia, se enredan en el fondo del mar.

La acción conjunta entre pescadores de artes menores de Alicante, personal técnico de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca y de la Dirección Natural de Medio Natural de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y la Federación Española de Actividades Subacuáticas (Fedas) hizo posible que el operativo se ejecutase con éxito y sin complicaciones.

Protección de los fondos marinos

El trabajo de la Fundación Oceanogràfic en la extracción de redes perdidas no es nuevo. La institución ya colaboró en la retirada de residuos marinos en el Golfo de Cefalù (Sicilia) durante 2021, en la iniciativa "Misión Eurídice", logrando sacar una tonelada de estas redes.

Los resultados del estudio del impacto ambiental en Sicilia mostraron una disminución significativa en la biodiversidad de la zona debido a la presencia de las redes de pesca perdidas. A pesar de ello, se comprobó que la población de gorgonias existente logró adaptarse a la presencia de estas redes, por lo que, tras su retirada, esta especie podrá crecer aún más.

La Fundación Oceanogràfic también colabora con la Conselleria de Agricultura y con las cofradías de pescadores de la Comunidad Valenciana en el rescate de fauna marina que interactúan con artes de pesca.

A través de esta colaboración también se han recuperado caballitos de mar, corales y gorgonias que accidentalmente son extraídos del mar al enredarse en las artes de los pescadores.

Tras ser atendidos en las instalaciones del Oceanogràfic, se reintroducen en un lugar próximo al de su extracción. De esta forma, se minimiza el impacto de la actividad pesquera sobre el mar, a la vez que se conciencia sobre la necesidad de conservar los recursos biológicos marinos.