Un informe del Gobierno ve inviable la mejora de la red de cercanías en la provincia

El estudio para el proyecto de remodelación de la red ferroviaria de Alicante en la variante de Torrellano esconde un caramelo envenenado que ha disparado las alarmas en ayuntamientos, asociaciones vecinales y entre el empresariado. Camuflado entre los datos de la memoria figuran varias cifras económicas entre los que aparecen valores negativos de los indicadores socioeconómicos del proyecto y que se cifran en pérdidas de 17,4 millones de euros. Es decir, que se trata de una obra que no es rentable, según el criterio de los técnicos. El proyecto se encuentra en estos momentos en periodo de alegaciones y los expertos ya ven esta jugada como una maniobra para mantener las vías del ferrocarril en primera línea del mar, en lugar del trazado por el interior y con tramos soterrados que iba a financiar el proyecto, con un efecto que en cascada va a suponer que el ferrocarril se quede como está. El plazo para presentar alegaciones concluirá el próximo 15 de junio. Este diario se puso en contacto con el Ministerio de Transportes para conocer su versión de los hechos, sin recibir respuesta. Sin embargo desde la Subdelegación del Gobierno de Alicante se indicó que el dato de la valoración económica que reflejaba pérdidas era un error y que se estaba trabajando para corregirlo en los próximos trámites administrativos del proyecto. De hecho insistieron en que la variante se va a hacer porque es clave para desmantelar la línea de la costa.

El informe con las valoraciones económicas deficitarias es otro episodio más en una dilatada tramitación con paralizaciones y retrasos continuos. El último cuando se desgajó del proyecto de la variante de Torrellano la actuación en San Gabriel de la conexión por ferrocarril con el aeropuerto y que implicó que hasta el año 2026 no estará redactado el proyecto en la terminal aérea.

Por el momento, sobre esa escasa rentabilidad del proyecto van a versar algunas de las alegaciones y que perseguirán el garantizar una primera línea de costa libre de vías del tren actuando como barrera y fuente de molestas y accidentes. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ya anunció que presentaría alegaciones porque considera que el proyecto no garantiza la retirada de las vías de primera línea; mientras que hay plataformas de vecinos que han anunciado que van a recurrir también. El profesor de Territorio, Transporte y Medio Ambiente del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante Armando Ortuño aseguró este diario que con estos datos el Ministerio estaba concluyendo que la alternativa que han elegido para la ciudad no es rentable y que, por lo tanto, el trazado continuará por el litoral tal y como ya está haciendo. Ortuño ha sido autor de informes para el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) sobre infraestructuras en la provincia y en uno de sus últimos trabajos cifraba en cerca de 1.500 millones de euros la inversión para llevar a cabo los proyectos ferroviarios que Alicante necesita en la actualidad y que tendrían que ejecutarse hasta 2030.

Ortuño consideró incomprensible que en ningún momento de la memoria para esta remodelación de la variante de Torrellano aparece recogida qué datos se habían usado para concluir que el proyecto es deficitario. Tras conocer las explicaciones de que se trataría de una errata, señaló que "de ser así se trataría de una magnífica noticia para Alicante, su área metropolitana y su provincia pero, por el momento, lo que es válido es lo que consta en la documentación publicada". A juicio de Ortuño, el proyecto de la variante de Torrellano debería ejecutarse por el interior y liberar el tráfico ferroviario del litoral. También abogó por un ancho de vía mixto para acoger trenes tanto de pasajeros y de mercancías en su conexión con el corredor Mediterráneo para favorecer la vertebración de la provincia.

Para calcular la rentabilidad del proyecto, el Ministerio se basa en un índice conocido con Valor Actualizado Neto (VAN) y en el que se monetiza el coste de la inversión. Los beneficios para la sociedad en el sentido de ahorro de tiempo, reducción de accidentes y aspectos ambientales que, según los indicadores del informe, no superarían los costes de inversión y de mantenimiento del trazado por el interior. En el trabajo no aparece mención alguna a la procedencia de esos datos, aunque en otros trabajos anteriores se habían reflejado resultados deficitarios en algunos de los trazados propuestos como alternativa.

La memoria alude a una caída del número de viajeros que se remontaba a los periodos previos a la llegada de la pandemia. Concretamente el número de viajeros entre Alicante y Murcia en 2019 fue de 3,46 millones (un 2,2 % menos que en 2018). "La línea, en términos de volumen de viajeros, ha experimentado en la última década previa a la pandemia una caída prácticamente continuada desde los 3,16 millones de viajeros registrados en 2008 hasta a los 2,29 millones de 2019", asegura la memoria del proyecto para la variante de Torrellano.

La variante de Torrellano forma parte del proyecto de remodelación de la Red Arterial Ferroviaria (RAF) de Alicante, y su objetivo principal es mejorar las prestaciones de los servicios de cercanías entre esta provincia y Murcia. Dicha variante fue estructurada en dos fases. La primera estaba concebida para dar servicio al Aeropuerto Alicante-Elche con una estación en el mismo. Se iniciaría en Torrellano y, tras discurrir bajo la terminal aérea, conectaría provisionalmente con la línea existente en Agua Amarga. El proyecto de este tramo todavía se está redactando, aunque su redacción no va a acabar hasta dentro de tres años. La segunda fase enlazaría con la anterior hasta llegar a la estación de Alicante.

La actuación prevista en el suelo de Alicante que en teoría tendría que culminar la retirada de las vías en primera línea del mar en el barrio de San Gabriel. El trazado alicantino arrancaba en la estación de Alicante y seguía por un trazado soterrado hasta bifurcarse apenas unos metros después de acabado el mismo, poco antes del cementerio. Desde aquí las vías seguían por el polígono industrial de la Florida superando mediante viaductos el Barranco de las Ovejas, el viario de acceso a Mercalicante y la carretera N-330, para adentrarse en Bacarot. Allí salvaba con otro viaducto la Vía Parque a Elche y por las proximidades de las fincas La Parra y Els Reiets alcanzaba la sierra de Colmenares. En este punto se construía un túnel para superar este obstáculo con una longitud de 560 metros. La carretera de Elche se salvaba mediante un paso inferior. Bordeando el saladar el trazado iba hacia el aeropuerto.

El Gobierno anunció un proyecto de conexión ferroviaria con el aeropuerto que implicaba un soterramiento de las vías , con un túnel de 560 metros en la Sierra de Colmenares. El proyecto se dividió en dos fases y mientras se terminaba se utilizaría provisionalmente el trazado de la costa. La hoja de ruta apunta a que esta obra podría no ser tan provisional como se apuntaba, con electrificación de las vías incluida. De hecho, poco después de que se separara la parte que afectaba a San Gabriel del proyecto de conexión con el aeropuerto, se conocía que este último se iba a retrasar hasta tres años para la redacción del proyecto.

Otras dudas con la variante de Torrellano

La principal duda es cuántos cambios más podrían acometerse con estos informes económicos. Por lo pronto, desde el informe de Ineca, en el que también han participado la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y la Cámara de Comercio, sobre la necesidad de infraestructuras ferroviarias para la provincia ya se apuntan a otras deficiencias en el proyecto para la variante de Torrellano en el trazado hacia Murcia. El túnel de Elche se mantiene con vía única dentro de la mejora del eje ferroviario, la duplicación de este túnel realizando un túnel gemelo junto al actual que permitiera la instalación de la doble vía. "Esta actuación actualmente se encuentra descartada y para su desarrollo sería necesario comenzar el trámite de Información Pública mediante la redacción del pertinente Estudio Informativo. El presupuesto estimado para la ejecución de la duplicación del túnel de Elche sería de unos 250 millones de euros", asegura el trabajo de Ineca.

Otro punto contemplado por el proyecto de la variante de Torrellano es Elda y la zona del Medio Vinalopó, donde los servicios de cercanías se enfrentan con el problema de que los horarios no se adaptan a las horas puntas. En estos momentos hay un proyecto en fase de ejecución para la finalización de la línea de alta velocidad Alicante-Valencia por el interior; mientras está en estudio la conexión con el Puerto de Alicante.

Otras infraestructuras reclamadas para la provincia

El informe de Ineca contiene otras inversiones ferroviarias que serían necesarias para la provincia de Alicante al margen del proyecto para la variante de Torrellano. La principal de ellas es el llamado Tren de la Costa un ambicioso proyecto que supondría la inversión de más de 630 millones de euros para la conexión por ferrocarril entre Alicante y Benidorm, más allá del actual TRAM. Un trazado que consideran más necesario que la conexión entre Benidorm y Dénia, ya que se trataría de aproximadamente 45 kilómetros de vía electrificada con estaciones en El Campello y Villajoyosa. Dicho proyecto fue rechazado en su día por no ser considerado rentable económicamente. Sin embargo, el estudio de Ineca sostiene que las condiciones de realización de los cálculos de rentabilidad se han modificado de manera muy significativa por las nuevas circunstancias derivadas del aumento del precio de los combustibles fósiles, la guerra de Ucrania o la entrada de los operadores de bajo coste, que incidirían en una demanda mucho más elevada en el largo plazo que la recogida en el Estudio Informativo de 2016.

El estudio aboga también por la creación de un corredor central en l'Alcoià que conecte la capital alicantina con Valencia "atravesando las comarcas de L’Alcoià y El Comtat, y conectando numerosas ciudades de gran importancia industrial como Alcoy, Ibi, Cocentaina, Castalla, Onil o Xixona, donde actividades como el plástico, el textil, el turrón o el juguete generan riqueza y empleo para el conjunto de la provincia". Una actuación que requeriría una inversión de 145 millones.