El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), convocó este viernes a los medios a una comparecencia en el Salón Azul, el más noble del Ayuntamiento, que resultó ser un resumen de la gestión de estos primeros cien días de gobierno surgido de las urnas del 28M. Previamente, este diario había preguntado a los cinco grupos su balance de este periodo siempre marcado en el calendario. Todos respondieron, salvo el PP, que optó por el silencio. Una vez más.
Barceló (PSOE): «Nos preocupa que continúa faltando planificación en el gobierno de Barcala»
La portavoz municipal socialista, Ana Barceló, en los primeros cien días del gobierno que tomó posesión a mediados de junio, critica que en este periodo «no se hayan tomado decisiones para afrontar los problemas de Alicante». «Hemos empezado a pagar 40 millones de euros al año por un nuevo servicio de limpieza y recogida de residuos que no cuenta con la maquinaria y con el personal previsto y, francamente, las calles siguen sucias», señala Barceló en su balance, donde también resalta «la mala gestión» y la «falta de explicaciones ante la ciudadanía». «Con frecuencia anuncia investigaciones internas en un intento de camuflar su responsabilidad. Desconocían por qué se había perdido la subvención de 535.000 euros de la Diputación. Desconocían también quién había impulsado un curso de tarot para el éxito empresarial, ni de quién fue la decisión de que los contratos menores en la web de transparencia», añade la socialista, quien sostiene que «Alicante se está convirtiendo en una ciudad hostil para los residentes y para quienes la visitan, y a ello ha contribuido la tala de más de 400 árboles». Barceló sentencia que lo que más le «preocupa» en estos cien días tras la puesta de largo del ejecutivo es la «falta de planificación, la ausencia de un proyecto de ciudad y la suficiente ambición para que Alicante recupere su capitalidad». Sobre la gestión de los nuevos concejales, la socialista es directa: «¿Qué gestión? Estamos ante un gobierno continuista».
Robledillo (Vox): «El verano ha sido un caos por las obras ocultas antes de las elecciones»
La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Alicante, Carmen Robledillo, asegura que los primeros cien días del gobierno surgido de las últimas elecciones municipales han estado «marcados por la paralización y el caos de la ciudad todo el verano por las obras ocultadas antes de las elecciones y las consecuencias en millonarias pérdidas para pequeño comercio y hostelería y el daño potencial al turismo por la imagen dada». Sobre los cambios tras el paso por las urnas, Robledillo asegura que son «poca cosa». «La desaparición de Ciudadanos y el gobierno en solitario del PP no ha evitado el arrastrar vicios del pasado como la pérdida de subvenciones, como la de más de medio millón de euros de la Diputación», añade la portavoz de la formación ultra, quien recuerda que «el PP de Barcala sigue sin tener reparos en echarse a los brazos de la izquierda, no en vano la primera medida adoptada del mandato, con el voto en contra de Vox, fue la subida de los sueldos de los concejales, cuando la economía de las familias era una preocupación para todos en campaña».
Respecto a una valoración de las nuevas caras del gobierno local que sigue dirigiendo Barcala, Robledillo sostiene que «es muy pronto para realizar una valoración del trabajo de los nuevos concejales de gobierno, ya que las fiestas de Hogueras y el verano, de por medio, como todo el mundo sabe lo que pasa en esta ciudad, tampoco se ha hecho mucho».
Mas (Compromís): «Hemos tenido cien días caóticos y una ciudad inhóspita para los alicantinos»
El portavoz municipal de Compromís, Rafa Mas, asegura que no puede destacar «casi nada positivo» de estos primeros cien días del gobierno surgido de las urnas del 28M. «Vamos del colapso en la ciudad por la falta de planificación», apunta Mas, quien admite que tenía «cierta esperanza» con el nuevo ejecutivo, que mantiene a Barcala al frente. «Vemos los mismos errores de siempre. Sigue la nefasta gestión de los servicios y la atención ciudadana, además del colapso por la multitud de obras simultáneas por retrasarlas para no hacerlas coincidir con las elecciones». Para Mas, el resumen de este periodo inicial es claro: «Cien días caóticos y una ciudad inhóspita para los alicantinos, pero también para los visitantes, que ha afectado sobremanera a la calidad de vida y a la vida comercial, reduciéndola a la mínima actividad con pérdidas muy importantes para el sector». El portavoz de la coalición lamenta que, en ese escenario, «la única solución en cien días es dar dinero público para bonos gastronómicos, para el disfrute de un porcentaje muy minoritario de la población y del censo de restaurantes y bares». Sobre el futuro, Mas reconoce que le preocupa que Alicante «cumpla con los proyectos acordados para ejecutar la zona de bajas emisiones en tiempo y forma, y no se pierdan fondos europeos». ¿En positivo? «La voluntad y capacidad de diálogo del concejal de Hacienda, sobre el presupuesto y con quien hemos acordado una mesa de trabajo».
Copé (EU-Podemos): «Se trabaja a golpe de ocurrencia, no se piensa la ciudad que queremos»
El concejal de EU-Podemos en el Ayuntamiento de Alicante, Manolo Copé, asegura que el paso por las urnas no ha deparado «cambios» en la gestión. «Barcala sigue sin poner fecha a la Zona de Bajas Emisiones de Alicante rehén del apoyo de la extrema derecha», advierte Copé, quien lamenta que el gobierno «en vez de contar con la ciudadanía está gobernando de espaldas a ella». Entre las críticas, el concejal subraya «el oscurantismo y la falta de transparencia que hay en el Ayuntamiento». «Solicitamos informes y documentación a primeros de agosto por registro de entrada y a día de hoy no disponemos de la documentación», afirma Copé en su balance de estos primeros cien días, en el que resalta la «falta de un modelo de ciudad reconocible y el abordaje de los grandes problemas y cuestiones de ciudad que no se abordan ni se prevé que se aborden en corto plazo». «Se está trabajando a golpe de ocurrencia, no se piensa la ciudad que queremos a medio o largo plazo, ni se tiene una visión global de la ciudad y el modelo que queremos, todo se reduce a ocurrencias, que pueden estar mejor o peor, pero que siempre se presentan aisladas, sin un plan aglutinador, ni una idea de ciudad y sin pensar cuál será el desarrollo posterior y el mantenimiento que debe realizarse», según el concejal de la coalición de izquierdas, quien agradece, por otro lado, el «trato cordial» en este arranque de mandato.