La basuraleza, término referido al abandono de basura en los espacios naturales, representa a día de hoy un gran problema ambiental que repercute de forma muy alarmante tanto en la salud de la fauna y flora como de los seres humanos. La basuraleza acumulada incluye todo tipo de residuos, desde colillas, botellas de plástico, latas, cristal, enseres y electrodomésticos de gran tamaño (como calentadores y televisores), hasta sillones, ruedas de coche, bidones agrícolas, etc.

Ante la necesidad urgente de acción, se ha creado el proyecto LIBERA con el fin de concienciar y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales liberados de residuos. Una iniciativa que se dio a conocer el pasado jueves en las instalaciones del Club INFORMACIÓN, donde se celebró el encuentro «Compromiso contra la basuraleza» con diferentes expertos en la materia con el objetivo de abordar la gran problemática que supone la basuraleza en el entorno natural. Tal y como explicó Ángel Hervella, director de gestión Local y Autonómica de Ecoembes, «todos somos responsables de esta realidad, tanto los ciudadanos, las administraciones públicas y las empresas. Arrojar residuos a la naturaleza es un acto incívico y contracultural que tendríamos que erradicar».

En el caso concreto de Castell de Castells, situado en el interior de la Marina Alta, se ha creado Eco-Castells, una asociación de voluntariado ambiental y amantes del senderismo y la naturaleza que invierte su tiempo en recoger los residuos que han sido abandonados en su entorno natural, principalmente en barrancos, bancales, senderos y arcenes de carreteras y vías. Como expresó su presidente, Salvador Bellver, «en esta zona siempre ha existido la costumbre de arrojar todos los enseres a los barrancos y desde hace dos años los estamos limpiando. Encontramos maletas, sartenes, aerosoles... Es un proceso gradual pero sí que va avanzando».

El encuentro tuvo lugar en el Club INFORMACIÓN el pasado jueves. | RAFA ARJONES

Al sur de la provincia, la comarca de la Vega Baja del Segura sufre un grave problema de gestión de residuos, «los cuales se acumulan en la desembocadura del río Segura, lo que da como resultado poco caudal y una cantidad de envases domésticos espectacular. Todo esto incide en la calidad del agua y en la circulación de la misma», afirmó Carolina García, técnico de Gestión Ambiental de Riegos de Levante, una comunidad que se dedica a la distribución del agua para el riego. La entidad también trabaja la caracterización para saber el tipo de residuo que llega, siendo uno de ellos de tipo fitosanitarios. «Los productores están preocupados por la calidad del agua con la que riegan las hortalizas. Es un problema muy grave porque incide en nuestra salud. Por ello, vamos a trabajar en el proyecto LIBERA con el objetivo de caracterizar todos esos residuos y ver dónde está el origen del problema», aseguró García.

Investigación y educación

Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, explicó que «hay proyectos de investigación de nuevos materiales y de elementos que puedan destruir la contaminación sin agredir al medio ambiente. En concreto, la UA está trabajando en exterminar el plástico sin grandes costes energéticos».

Si hay algo en lo que coincidieron todos los expertos es que la educación juega un papel crucial para ir disminuyendo la cantidad de residuos vertida en la naturaleza. Como apuntó Hervella, «las estrategias que se persiguen para llevar a cabo este cambio cultural es la educación ambiental; el activismo, entendido desde el punto de vista de la acción y la colaboración ciudadana; y la sostenibilidad, vista desde el mundo empresarial». Un sistema que «necesita mucha inversión y mantenimiento», como apuntó Olcina. «No tenemos recambio, debemos seguir creciendo sin afectar al medio ambiente, y para ello es fundamental la colaboración público privada», añadió el catedrático de la UA. Además, mencionó el papel relevante que juega la tecnología para gestionar mejor los procesos productivos.

Mesa de expertos del foro sobre basuraleza Rafa Arjones

Bellver recordó la peligrosidad de algunos de los residuos que se encuentran en los barrancos, como son los aerosoles abiertos o cristales y abogó por tomar medidas urgentes para retirar dichos residuos, así como «invertir en concienciar y educar a la población en este aspecto». Algo en lo que coincidió la técnico de Gestión Ambiental de Riegos de Levante, que incidió en la educación como aspecto fundamental y puso el foco en las 3 «R»: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Con ello también hizo mención a lo imprescindible que es la conservación de la huerta tradicional: «Hay que revertir la imagen que se tiene de esas infraestructuras hidráulicas como si fuesen lugares insalubres y que no tiene un mantenimiento. Cambiar todo eso es muy complicado». No obstante, «desde hace unos 25 años la llegada masiva de residuos al Parque Natural del Hondo se ha minimizado», aseguró la experta.

Su entidad comenzó en 2019 a realizar voluntariado de recogida y de caracterización de residuos: «Empezamos en una zona próxima a donde tenemos la elevación del agua que va directamente al Hondo y ahí teníamos un tapón de residuos muy importante, que extrajimos con maquinaria. Lo analizamos y separamos 600 kilos de plástico, 800 Kg de vidrio, 25 Kg de envases fitosanitarios y bolsas de basura arrojadas, zapatos… En 2020 llevamos a cabo la segunda una actividad de educación ambiental y ahora queremos retomar proyectos a lo grande».

Olcina concluyó su intervención enfatizando que es primordial cumplir la ley y poner el foco en la investigación para atajar la basuraleza. De igual forma recordó que «debemos llegar a 2030 con los deberes hechos y con los objetivos que Europa ha marcado. De momento vamos por buena senda».

«LIBERA 1m2», la llamada a la responsabilidad de todos

El abandono masivo de desechos en los espacios naturales deja clara la necesidad de potenciar la conciencia ciudadana. Así, para cambiar esta realidad, nació «LIBERA, unidos contra la basuraleza», un proyecto creado por la ONG ambiental SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía circular a través del reciclaje de los envases. El objetivo de esta iniciativa no es otro que elevar a la conciencia social la gran problemática que supone la basuraleza y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales liberados de residuos.

Para ello, «LIBERA plantea un abordaje del problema en tres dimensiones: conocimiento, prevención y participación». Así de claro lo dejó Jorge Blanco Coll, director general de Calidad y Educación Ambiental de la Generalitat Valenciana, en su presentación durante el encuentro «Compromiso contra la basuraleza». Se trata de un proyecto que surgió con el concepto de «liberar un metro cuadrado de basura, de forma que cada uno se hace responsable de su parte», explicó Ángel Hervella, director de gestión Local y Autonómica de Ecoembes, en su intervención.

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Concienciación y sensibilización para erradicar la basuraleza

Por su parte, Blanco aludió a las campañas de recogida de basuraleza, las cuales «permiten analizar su tipología y origen para conocer las causas y consecuencias que tiene el abandono de residuos de cualquier entorno natural». Desde que nació el proyecto LIBERA se ha ido tejiendo una red de alianzas con diferentes entidades, instituciones científicas, educativas y divulgativas así como de las administraciones públicas, con el fin de atajar esta problemática ambiental, en la cual es fundamental «la participación cívica», tal y como señaló Blanco.

Como resaltó Hervella, «LIBERA es un movimiento pionero en Europa, y ha marcado un punto de inflexión porque no hay nada parecido en España. LIBERA lleva a cabo un programa que se basa en el «1m2», un día de llamamiento nacional en el que han participado hasta la fecha 158 mil voluntarios, también se realizan llamamientos por temáticas (mar, bosques, ríos), al igual que ha supuesto una señalética en parques naturales. El proyecto incluye acciones en colegios y universidades».