El curso de «transición», como lo definió el conseller de Educación, se le está atragantando a la Generalitat. El proceso de adjudicación de plazas a profesores el pasado agosto se convirtió en un auténtico caos: miles de docentes que no conocían su destino a días del arranque de las clases, un error informático tras otro del programa, personas que eran adelantadas por otras con peor puntuación en la bolsa, los sindicatos acudiendo al juzgado y el Síndic de Greuges abriendo una queja de oficio.
Si hace un mes eran los docentes los grandes perjudicados, ahora es el turno de los alumnos de Formación Profesional. Y es que la Conselleria de Educación tiene paralizadas las becas de este curso, por valor de ocho millones de euros. ¿El motivo? El mismo que esgrimió en el desastroso proceso de adjudicación de plazas: los anteriores responsables se marcharon en julio dejando todo empantanado, manga por hombro.
La Conselleria reconoce los retrasos, pero asegura que en «pocas semanas» va a publicar «por vía de urgencia» las convocatorias de becas para el curso 2023/24.
La administración autonómica recuerda, además, el perjuicio para los estudiantes de FP el pasado curso, ya que no se pudieron convocar becas para estos estudios porque «quedaban obligaciones pendientes de pago del ejercicio anterior con cargo a la misma línea de subvención que propuso el anterior Gobierno».
«Estaba todo preparado, pero paralizaron el proceso en Intervención para revisarlo todo»
La Conselleria explica que en el curso 2021/22, con el covid, se convocaron por vía de urgencia las becas de transporte y manutención para la realización de estudios de FP, de la formación en centros de trabajo y FP dual. «Hubo problemas en la tramitación y la gestión de estas becas y se quedaron sin dinero para pagarlas. En consecuencia, al ir a realizar el pago, no se pudo hacer efectiva la transferencia».
Ese incumplimiento, inciden, «supuso que se denegara la tramitación de la nueva orden de bases para la convocatoria de becas de FP para el curso 2022/23 y que el curso pasado no hubiera convocatoria». De hecho, el pasado febrero se devolvió el expediente del proyecto, firmado por el interventor delegado.
Ese mismo mes, el entonces jefe del Consell, Ximo Puig, anunció que para este curso educativo destinaría ocho millones de euros para becas en FP.
Pero poco antes de las elecciones autonómicas de mayo, el Botànic, según la Conselleria, tramitó una modificación presupuestaria para pagar los 436.800 euros de becas que quedaban por pagar.
El Botànic lanzó en junio «un borrador de orden que contenía las bases y la convocatoria, pero el informe de la abogacía lo rechazó por entender que no estaba justificado el realizar ambos trámites en uno».
« La Conselleria ha de asumir su responsabilidad y espabilar para que salga todo en tiempo y forma»
En julio llegó el nuevo gobierno del PP y Vox al Consell y en agosto se tuvo que proceder a configurar la nueva Dirección General de Formación Profesional y reorganizar los servicios «con más de 80% de la plantilla de vacaciones».
La Conselleria mantiene que en las próximas semanas se publicarán las convocatorias de becas «sujetas a partidas presupuestarias ya existentes del ejercicio 2023».
Por una parte, ayudas a los estudiantes que realicen las prácticas en empresas este curso y a los de FP y dual que lo necesiten por razón de residencia y para sufragar gastos de locomoción. La dotación asciende a 7.563.200 euros, que corresponden a los ocho millones de euros de la partida presupuestaria de 2023, menos la modificación hecha por el anterior Consell para pagar las becas concedidas pendientes del ejercicio 2021/22 .
Además, está «a punto de publicarse» la resolución de las becas destinadas a mujeres que cursen ciclos formativos de fuerte demanda empresarial y escasa presencia femenina, que sí que se lanzó y que tenía una línea presupuestaria de 100.000 euros.
Por último, queda pendiente del ejercicio 2023, las becas de alumnas que cursen ciclos de FP de grado superior con proyectos de emprendimiento con una línea presupuestaria de 1.666.670 euros y en las que «ya estamos trabajando para que salgan durante este primer trimestre».
La reacción del PSPV-PSOE no se ha hecho esperar. El exsecretario autonómico de Educación en la anterior legislatura, Miguel Soler, afirma que a primeros de julio estaba ya la orden en Intervención, a falta de su aprobación, y que fueron los nuevos dirigentes quienes paralizaron el proceso para revisarlo. «Insistimos en que estuviera pronto para garantizar que los alumnos pudieran solicitar las becas correspondientes», asegura
Soler ha mostrado su hartazgo por las explicaciones del PP: «Que dejen ya de contar mentiras y que dejen ya de atribuir todo a que se fue alguien, en este caso el 31 de julio, un subdirector general, porque estaba todo preparado».
Técnicos despedidos
Además, recuerda que la inmensa mayoría de los técnicos que trabajaban en la Conselleria decidieron continuar, pero se encontraron con la sorpresa de que «los tiraron a todos, y tenían toda la información de todas las convocatorias que estaban pendientes de salir, y esta en particular porque teníamos especial interés en que los alumnos tuvieran la información a tiempo».
Mientras, los sindicatos de enseñanza no entienden por qué se están produciendo estos retrasos y muestran su perplejidad porque se repita la misma situación con la adjudicación de plazas a profesores, esto es, no asumir ningún tipo de responsabilidad y echar balones fuera.
«Son procesos de gestión ordinaria que deberían estar en marcha y automatizados»
El portavoz del sindicato educativo STEPV, Marc Candela, sostiene que «es responsabilidad» de la nueva administración gestionar «que esté todo a punto» para que el curso empiece con normalidad. «No todo es culpa del gobierno anterior, si el nuevo ha cambiado a las personas que estaban gestionando, ha de asumir y espabilar para que salga todo en tiempo y forma», añade.
Por su parte, Javier González Zurita, de UGT, señala que están «todavía expectantes por ver los cambios, la reorganización», de la nueva administración, que «ha mostrado ya una serie de problemas y dificultades para ponerse en marcha al 100%».
El representante sindical reprocha que, tres meses después, todavía no han tenido ningún contacto ni reunión con la dirección general de Formación Profesional. Aún así, confía en que se aceleren los plazos y puedan sacar las becas lo antes posible.
«Que las becas aumenten cada año y estén más repartidas es una cuestión de salud social»
Por último, considera que la herencia recibida «no es una excusa» para no haber sacado adelante la convocatoria de becas. «Son procesos de gestión ordinaria que deberían estar en marcha y automatizados, y no sujetos a vaivenes y luchas partidistas», añade González Zurita.
Por último, el responsable de enseñanza de CSIF de Alicante, Javier Mas, considera que lo importante es que crezca el número de becas y la cuantía a repartir. «Es una cuestión de salud social, que cada año que pase la cifra sea mayor y se reparta entre más estudiantes».