Alicante recorta las terrazas y adelanta el cierre del ocio nocturno en Castaños y el Casco Antiguo

Los hosteleros no descartan movilizaciones tras anunciar el gobierno local las medidas de las nuevas Zonas Acústicamente Saturadas. El ejecutivo de Barcala también suspende nuevas licencias

Hosteleros alicantinos indignados tras conocer los cambios que traerá la aplicación de las ZAS

Imágenes de archivo de Información Tv / INFORMACIÓNTV

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El Ayuntamiento de Alicante ha desvelado por fin las medidas contra el ruido que aplicará en el entorno de Castaños y el Casco Antiguo cuando entren en vigor las futuras Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), algo que el gobierno local espera que se produzca a la mayor brevedad. El ejecutivo que dirige Luis Barcala (PP), después de agotar la vía judicial en contra de la ZAS que reclamaban los vecinos, anuncia ahora la suspensión de nuevas licencias para veladores además de un amplio recorte horario, tanto de las terrazas como del interior de los locales, que no ha sentado nada bien al sector. Los hosteleros se marcharon este martes de una reunión con el gobierno municipal nada más escuchar la primera de las medidas.

En cuanto a los futuros horarios, las noches de domingo a jueves estará permitida la actividad en el interior de los locales hasta las 0:30 horas, mientras que los viernes, sábados y vísperas de festivo se fija el permiso hasta la 1:00 de la madrugada. Por lo que respecta a las terrazas, la aplicación de la ZAS las autorizará desde las 8:00 de la mañana hasta la medianoche, con carácter general. Un límite que se ampliará media hora en fines de semana y festivos de la temporada de verano, entre el 1 de junio y el 30 de septiembre. En este periodo, las discotecas deberán bajar la persiana a la 01:00 entre semana y a las 2:00 en las noches de viernes, sábado y vísperas de festivo. En la actualidad, las terrazas pueden funcionar hasta la 1:00 o las 2:30 en función del día y el mes.

Las futuras ZAS del Casco Antiguo y el entorno de Castaños no solo adelantarán el cierre de los negocios y el levantamiento de las terrazas, también reducirán el número de mesas disponibles, incluso con carácter retroactivo. Según ha anunciado el gobierno local, está prevista una limitación del 50% de los veladores actuales en los negocios de las calles afectadas: las calles Castaños, San Ildefonso y San Francisco así como en la Plaza Quijano y las calles Virgen de Belén, San Agustín y Montegón.

Una normativa que, además de a los horarios y la extensión de las terrazas, afectará también a los futuros negocios. La entrada en vigor de las ZAS implicará a su vez la suspensión de licencias para la apertura de locales de actividades de ocio y recreativas, así como la paralización de la concesión de autorizaciones de nuevas terrazas o veladores de hostelería.

Nuevas zonas

Entre las principales consecuencias que podrían tener las restricciones concentradas en los entornos de Castaños y del Casco Antiguo se encuentra que el ocio nocturno se desplace y termine concentrándose en otros espacios. Algo que el equipo de gobierno reconoce que podría suceder pero que, de ser así, «no temblará el pulso» a la hora de aplicar las mismas medidas en espacios que puedan ser «herederos» de lo que hasta ahora han sido las calles donde se aplicarán ambas ZAS.

Por su parte, los hosteleros se encuentran más distantes que nunca con el gobierno municipal y estudian las medidas a abordar para tratar de impedir que se reduzca el horario de apertura. Javier Galdeano, portavoz de las principales asociaciones del sector (Alroa, Ara y Apeha) considera que «la incapacidad del actual gobierno de la ciudad aboca a la desaparición de dos zonas tradicionales de restauración y ocio en Alicante». Además, sostiene que «quien creó el problema está buscando su justificación con la ruina de empresas y familias».

En la oposición municipal, sin embargo, ha habido un cambio de papeles. Vox, los hasta ahora socios preferentes acusan a Barcala de «abrazarse a Compromís» mientras los valencianistas, tradicionalmente los más críticos, reconocen que «suena bien lo que dice el vicealcalde, Manuel Villar».

Reunión tensa

La relación entre el alcalde de Alicante, Luis Barcala, y la hostelería está cada vez más tensa. El gobierno local y los representantes del sector han celebrado un encuentro este mismo martes que se ha saldado con ambas partes lejos del entendimiento. La intención del dirigente popular de adelantar el cierre de las terrazas a medianoche entre semana y a la 01:00 los fines de semana en el entorno de Castaños y el Casco Antiguo ha indignado a los representantes de los negocios.

La cita, anunciada por el regidor alicantino el lunes, estaba planteada para comunicar a los hosteleros las medidas que el ejecutivo municipal pretende aplicar con la implementación de las Zonas Acústicamente Saturadas en el entorno de Castaños y del Casco Antiguo. Además, el equipo de gobierno pretendía también comunicar los avances en la Ordenanza contra el Ruido, en un cajón desde antes de las elecciones municipales.

Sin embargo, según ha podido saber INFORMACIÓN, el entendimiento entre el Ayuntamiento y el sector ha sido nulo. Todo ello, solo un día después de que el alcalde se reafirmara en su pacto con Compromís y rechazara mantener el horario nocturno de las terrazas de hostelería así como alargar la temporada alta.De hecho, los representantes de las principales asociaciones (Ara, Alroa y Apeha) han anulado otros encuentros previstos para este martes con los grupos municipales de Vox y Compromís, a la salida de su cita con el gobierno local, de la que se han levantado tras conocer la intención del alcalde de acotar aún más los horarios en las zonas afectadas por las ZAS.

Ahora, las agrupaciones estudian el siguiente paso para tratar de que el ejecutivo de Luis Barcala de marcha atrás en su intención de aplicar medidas reductoras de la actividad hostelera, sin descartar la convocatoria de protestas.

A la reunión, por parte del Ayuntamiento, han acudido los concejales de Medio Ambiente y Comercio, Manuel Villar y Lidia López. El edil Villar ha explicado que “la aplicación de las dos ZAS busca encontrar un equilibrio entre la actividad de ocio y el descanso de los vecinos, viene a cumplir una sentencia que obliga al Ayuntamiento a declarar estas zonas para asegurar el derecho a la salud y el descanso de los residentes y está amparada por un estudio municipal que ha realizado las correspondientes mediciones”.

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