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Infraestructuras educativas en Alicante

El colegio La Cañada, situado en una rambla, lleva 15 años a la espera de su nueva ubicación

Familias residentes en la partida rural se movilizan ante el miedo de que sus hijos sufran una tragedia como la de Valencia

El colegio La Cañada, situado en una rambla, lleva 15 años a la espera de su nueva ubicación

Pilar Cortés

A. Fajardo

A. Fajardo

«No podemos esperar que pase lo mismo que en Valencia. Hasta aquí hemos llegado, vamos a por todas, nos duele utilizarlo, pero es una realidad». Así resume Marina Benimeli, la presidenta de la Asociación de Padres y Madres (Ampa) del colegio La Cañada del Fenollar de Alicante la preocupación que sufren las familias de este centro por su ubicación en una zona inundable.

Los escolares que acuden a estas instalaciones educativas, construidas en una rambla, ya saben lo que es que se les inunde las clases y el patio cada vez que llueve con cierta intensidad. El agua acaba arrastrada hasta el interior de las mismas, ubicadas en su mayoría en barracones, por la falta de espacio, y anegando los exteriores, lo que convierte en una misión casi imposible ir al baño o al comedor que está fuera de las aulas prefabricadas. Todos los niños, excepto los de Infantil, reciben las clases en casetas provisionales donde el agua entra con más facilidad.

"El agua entra a chorro"

«Hay aulas en las que el agua entra a chorro y e incluso se han caído piezas al suelo. Es un peligro para los niños», lamenta la portavoz de los padres.

La lucha de la comunidad educativa de este colegio por conseguir un nuevo centro y en otra ubicación no es nueva. Se remonta a hace quince años. Sin embargo, la riada histórica que ha sacudido a Valencia ha desatado la alarma también en este punto y la AMPA ha comenzado a movilizarse para urgir las nuevas instalaciones. El colectivo ya amaga, de hecho, con protestas y con presentarse en el pleno del Ayuntamiento.

Por lo pronto, las familias han solicitado el expediente de la construcción del nuevo inmueble proyectado para esta partida rural alicantina en una parcela urbanizada (entre las calles Aucuba y Madroño), a través del Portal de Transparencia y han solicitado una reunión con la concejala de Educación, Mari Carmen de España. Los terrenos donde están proyectadas las futuras dotaciones no son inundables.

Tras los dos últimos episodios de DANA, los padres y madres de los alumnos piden al Ayuntamiento tener en cuenta el mayor riesgo que sufre este colegio a sufrir una inundación para que los tengan en cuenta a la hora de suspender las clases. No obstante, ante la intranquilidad de las familias, más de la mitad están optando por su cuenta quedarse a los niños en casa cada vez que llueve, según la presidenta del AMPA.

El último escollo que ha sufrido La Cañada es el encarecimiento de los precios. La construcción del nuevo colegio, que se incluyó en el Plan Edificant del anterior Consell, iba a costar 5,8 millones en 2022, cuando el Ayuntamiento dio luz verde al proyecto básico y de ejecución.

En abril de este año, el equipo de gobierno pidió a la Generalitat 1,3 millones más de presupuesto al actualizar los precios como paso previo a licitar las obras. Desde entonces no se ha sabido nada más.

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