Colegios de la provincia de Alicante alertan de la falta de medios para los niños con discapacidad

La provincia está a la cabeza de la Comunidad Valenciana en aulas que integran a escolares con necesidades especiales

Aula de Educación Especial del colegio Óscar Esplá de Alicante

Alex Domínguez

A. Fajardo

A. Fajardo

Sesenta y dos colegios han dirigido un escrito a la Conselleria de Educación para reclamar una revisión urgente del personal que destina a las aulas para niños con necesidades especiales. Alertan de la falta de recursos para atender con la suficiente calidad a este alumnado que requiere de atención individualizada.  

Esto se ha producido, cuando la provincia de Alicante, dentro de la apuesta de la Administración autonómica por esta modalidad de escolarización inclusiva, ha estrenado 17 nuevas unidades destinadas a escolares con discapacidades psíquica o motriz y trastornos de desarrollo. Con este incremento, los centros alicantinos tienen un total de 139 aulas UECO (Unidad Específica en Centro Ordinario), lo que sitúa a la provincia a la cabeza de la Comunidad con este tipo de clases, ya que Valencia dispone de 107 y Castellón de 49, según el departamento de José Antonio Rovira. Se trata de una fórmula enriquecedora para el aprendizaje para el alumnado porque crea sentimientos de respeto y de ayuda entre compañeros.

Sin embargo, pese a que hay más aulas para atender una demanda que se ha disparado en las últimas décadas, los medios son insuficientes para los colegios.  En el escrito dirigido a la Dirección General de Inclusión e Innovación Educativa, los centros educativos exponen la «notable» falta de recursos personales especializados en Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje. 

Advierten de la demora en la cobertura de sustituciones y vacantes de educadoras de educación especial y fisioterapeutas, en algunos casos con retrasos de dos a tres meses.

En segundo lugar, destacan el exceso de alumnos en estas aulas para niños con necesidades especiales. Aseguran que en muchos casos se supera los 6-8 escolares por aula, sobre todo cuando hay colegios en la zona que no disponen de estas unidades específicas. Las ratios elevadas están dificultando la atención individualizada, afecta al clima de aprendizaje y al bienestar, según los profesores, según los centros firmantes. 

Una niña y una maestra en una clase en Alicante

Una niña y una maestra en una clase en Alicante / Pilar Cortés

También han elevado su preocupación por la existencia de más de una aula UECO por centro, algo que por normativa no debería de ser así desde el año 2019. 

Esto está agravando, según los colegios, la atención educativa en todo el centro, incluyendo las aulas ordinarias, y está impidiendo la detección e intervención temprana de situaciones que generan exclusión. Además, lamentan que esta carencia impide que pueda dar respuesta adecuada a los alumnos que necesitan apoyos de alta intensidad. A partir de ahí, los directores han solicitado una «redistribución equitativa de los alumnos con necesidades especiales» en todos los centros del sistema público.

Apuesta autonómica por la integración

Las aulas para niños con necesidades especiales que empezaron a habilitarse en los colegios hace dos décadas de manera puntual es una modalidad de educación más inclusiva, frente a la opción de que acudan a un centro de Educación Especial con otro tipo de discapacidades más severas. La Conselleria de Educación asegura que ha realizado uno de los mayores incrementos de los últimos años.

Los alumnos que se escolarizan en el aula específica de un centro educativo tienen un grupo de referencia en una clase ordinaria con el resto de compañeros. El proceso de enseñanza/aprendizaje se da tanto en el aula específica como en la ordinaria (como mínimo 50% en el aula específica), según la Conselleria de Educación. Para la distribución de las aulas UECO, el departamento autonómico sostiene que ha intentado diversificar geográficamente dicha respuesta educativa, entendiendo que todo el alumnado de la Comunidad ha de recibir los mismos apoyos independientemente de dónde resida.

Los profesionales que atienden cada aula UECO son los siguientes: un/a maestro/a de Pedagogía Terapéutica, un/a maestra especialista en audición y lenguaje y un educador/a de Educación Especial. Estos especialistas realizan, a su vez, la sensibilización y acompañamiento del claustro de profesores del centro en el que se habilita el aula.

Según Educación, las unidades se habilitan en función de la propuesta de modalidad de escolarización de los alumnos, acordado por el equipo educativo que trabaje con ellos, oídas las familias y a propuesta del personal de orientación educativa en el correspondiente informe sociopsicopedagógico. 

La incorporación de las 17 nuevas aulas en los centros educativos de la provincia podrá beneficiar a 136 alumnos más que el pasado curso con necesidades especiales. Las unidades de reciente creación han beneficiado a colegios de Alicante (3), Albatera, l’Alfàs del Pi, Almoradí, Benidorm (2), Cocentaina, Dehesa de Campoamor, Elche (2), Ibi, la Vila Joiosa, Santa Pola, Teulada y Villena.

Comedor

Entre otras cuestiones, también han avisado a la conselleria de las dificultades que han detectado en el servicio de comedor, donde el personal de apoyo es insuficiente para los niños con necesidades especiales que precisan de atención directa. A ello se suma, el déficit económico que afrontan los colegios con estas aulas porque aseguran que el pago por el servicio de monitores se realiza por comensal y no por numero de monitores por ratio de alumnado. Ante ello han demandado a Educación que traten estas unidades como los colegios de Educación Especial, donde el pago se realiza por comensal. 

Por otra parte, advierten de que la matriculación sobrevenida está afectando «gravemente» algunas zonas de la provincia de Alicante, como la Vega Baja, porque sus centros están recibiendo cada vez más alumnos con necesidades especiales, pero según denuncian, sin la correspondiente compensación del profesor de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje. Esa falta de medios, está suponiendo, según el escrito enviado, dificultades para garantizar una atención adecuada.

Asimismo, los colegios también han solicitado una modificación de la normativa para compensar las horas de los equipos directivos.

Nuevos criterios

La última resolución autonómica que ha entrado en vigor este curso podría hacer incluso más compleja la atención de estos niños en los centros educativos ordinarios con los medios actuales. Educación ha decidido que solo se puede matricular a un niño de Primaria en las aulas UECO cuando este tenga un nivel 3 (el máximo) de trastorno de espectro autista (TEA) y discapacidad intelectual grave o severa. Un mayor nivel de afección que solía atenderse en centros de educación especial, ya que lo más común es encontrar en estas clases específicas de los colegios a niños con nivel 2 de TEA o discapacidad intelectual moderada.

 A partir del ahora, la orden es que este último grupo, en caso de que se tenga que matricular por primera vez, reciba atención en clases ordinarias a las que acuden niños sin necesidades especiales. Para los que ya están escolarizados las condiciones no cambiarán. En el caso de Infantil, debe ser un alumno prácticamente basal ( sin control de esfínteres, sin comunicación, sin conexión con la realidad) para poder matricularlo en UECO, según directores consultados por este diario. 

Más esfuerzos

 Estos cambios hacen necesarios muchos más esfuerzos de los que ya hacían falta hasta este curso para poder atender a estos niños y una verdadera integración con el resto de compañeros del colegio, ya que una de las características de este sistema es que el proceso de enseñanza y aprendizaje se da tanto en el aula específica como en la ordinaria (como mínimo 50% en el aula específica).

Por otro lado, centros educativos lamentan que en la resolución no se tenga en cuenta la conducta del alumnado para incluirlo en estas unidades específicas cuando muchas veces los niños con autismo, debido a sus dificultades de comunicación, presentan graves problemas de conducta, autolesiones y lesiones a los demás. 

Un aula para niños con necesidades especiales de un colegio de Alicante

Un aula para niños con necesidades especiales de un colegio de Alicante / Alex Domínguez

«Esto lo estamos viviendo diariamente los centros que matriculamos alumnado con estas características, tanto en aula ordinaria como aula específica y la Conselleria de Educación no pone recursos suficientes para atenderlos», explican desde un colegio.

Sin embargo, las dificultades que se encuentran los centros no solo se ciñen a los medios asignados a las aulas específicas para niños con necesidades especiales, sino a las aulas ordinarias donde también pueden recibir clases escolares con algún trastorno en el desarrollo o ligera discapacidad. 

Según colegios consultados, Educación permite que haya hasta dos niños con estas afecciones por aula ordinaria. Además, en la etapa de Infantil, la recomendación es que los niños con necesidades especiales estén integrados en un aula ordinaria y que ya en Primaria pasen a una clase específica.

Sin embargo, esto supone que estos alumnos «disponen de un educador para todos, al igual que con el profesor de Audición y el especialista de Psicología Terapéutica», indican desde otro centro.

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