Olcina urge a modificar los protocolos de emergencia en Alicante para adaptarlos a la nueva realidad climática

"Nos jugamos demasiado en las dos próximas décadas". El climatólogo Jorge Olcina ha ofrecido una ponencia este miércoles en el Foro Municipalismo de INFORMACIÓN en la que ha abordado la incidencia en la provincia de Alicante del cambio climático, con el riesgo de DANAS como la de l'Horta Sud. Así, bajo el título "La adaptación al cambio climático en la escala local: riesgos, emergencias y planificación", el director del Laboratorio de Climatología de la UA ha planteado un decálogo "de posibles medidas que creo son beneficiosas para evitar otro desastre como el de Valencia o como el que vivimos aquí hace cinco años en la Vega Baja". Basadas en la ciencia, la prevención y la liberación de espacios con riesgo, entre otras cuestiones.

Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional, ha recordado que fue en los años sesenta del pasado siglo cuando se publicó el primer trabajo sobre riesgos naturales en España, destacando que "el medio natural, el medio físico, se comporta en ocasiones de forma extrema y ello obliga a estudiar ese carácter que es, por otra parte, propio de la naturaleza en cada rincón del mundo".

Y ha apuntado que "la provincia de Alicante es un territorio de riesgo. Por propia configuración y localización geográfica. Aquí coinciden peligros naturales diversos, como sismicidad, ya que se nos ha olvidado que estamos en uno de los territorios españoles, europeos, de gran peligrosidad sísmica, lluvias torrenciales, sequías, olas de calor, tormentas con caída de granizo, temporales de viento, e incendios forestales, que no suelen tener una causa natural, pero la deficiente gestión de nuestros montes convierte a muchas zonas del interior de nuestra provincia en un polvorín cuando se produce una chispa en jornadas calurosas".

Desarrollo urbanístico

Y "aquí coincide un grado de ocupación humana elevado, desde época histórica, que ha transformado el medio natural para permitir un desarrollo que nos ha beneficiado a todos, sin duda… Pero que en ocasiones no ha tenido en cuenta, en esa transformación, el comportamiento a veces extremo de nuestra naturaleza. Y esto ha dado como resultado un espacio geográfico dinámico, multicultural, emergente, de innovación... pero con riesgo. Y con este último aspecto tenemos que saber convivir". 

Pero esto ha alertado se están viendo agravado con el cambio climático: "se ha incorporado a este escenario de dificultad un proceso que no contábamos con él hace unas décadas, pero que poco a poco se manifiesta de forma enérgica en nuestra región mediterránea. Y a ello hay que adaptarse. Últimamente estoy señalando que el cambio climático y sus extremos atmosféricos asociados se va a convertir en el gran eje de políticas públicas y acciones privadas de los próximos años y décadas. Y cada vez estoy más convencido con ello. Y esto nos obliga a estar preparados, a comenzar a actuar sin prisa pero sin calma. En todas las escalas de la administración, desde la internacional, a la europea, estatal, regional, provincial y local. Y no hay tiempo que perder". 

"Lo extraordinario se ha convertido en ordinario"

Así, ha puesto en valor la importancia de la ciencia y los efectos que ya está teniendo. "Comienza a preocuparme este tema por sus efectos ya evidentes en la provincia. El lunes se batía un récord de viento en España, 236 km/h (Picos de Europa) y en la DANA de Valencia batimos un récord de lluvia en una hora, con 190 litros por metro cuadrados, y en 10 minutos, con 50 litros. Ya no nos sorprenden los récords que se van batiendo año si, y año también. Lo extraordinario se ha convertido en ordinario". 

Y ha recordado que "nunca me ha importado el signo político que ha estado al frente de un gobierno local, provincial o autonómico. Solo me he dejado guiar por una máxima: lo que se me encargaba, para lo que se me pedía colaboración, podía ser beneficioso para mi sociedad, para mis convecinos. Y eso debe ser la clave de la actuación en la escala local en materia de riesgos y emergencias".

La elevada cifra de personas que viven en zonas inundables en la provincia de Alicante

El decálogo

Por ello, ha planteado diez acciones para mitigar los efectos de un fenómeno que no parece tener freno, dado que siguen batiendo récords de emisiones que causan ese cambio climático.

En primer lugar, "no podemos permitir que se siga negando la evidencia científica: el cambio climático actual ha venido para quedarse. Lamentablemente no conseguimos como planeta cambiar la tendencia actual de calentamiento. Y una atmósfera que se calienta es una atmósfera que mueve más energía. Y esta energía se manifiesta con el desarrollo más frecuente de eventos extremos que además mueven más energía".

En segundo lugar, "hay que seguir invirtiendo en investigación para la reducción del riesgo y para el conocimiento de los efectos regionales, de momento preocupantes en el Mediterráneo, del proceso actual de cambio climático".

"El territorio no lo soporta todo"

En tercer lugar, "el cambio climático nos obliga a modificar los objetivos y criterios de la planificación territorial tal y como lo hemos practicado hasta la actualidad. El territorio no lo soporta todo. Hay espacios que no podemos ocupar. La ley del suelo del 2015 y la autonómica de 2014, nos protegen a futuro. O así debe ser. Pero ahora nos queda trabajar sobre lo que tenemos mal construido, en territorio inundable o en territorio sísmico, anterior a 1972. En algunos casos, tendremos que llevar a cabo desalojos planificados, previo acuerdo entre propietarios y administraciones, porque no podemos caer en los mismos errores del pasado".

Sectores económicos

En cuarto, "el cambio climático nos obliga a modificar los criterios de la planificación hidrológica. Sé que esto no gusta escucharlo a determinados sectores de nuestra provincia. Pero yo me muevo en la ciencia, no en la política y creo que la provincia debe pensar en un 'plan B', sin renunciar a los recursos que tenemos, pero ampliando nuestras miras hacia un futuro pluviométrico cada vez más incierto si queremos garantizar la seguridad hídrica. Y podemos hacerlo. En todo caso, las acciones del agua, sin un respaldo en la modelización climática van a dejar de tener sentido".

En quinto lugar, "agricultura y turismo deben comenzar el camino de la adaptación. El turismo lleva años trabajando. Siempre destacaré las acciones que se están llevando a cabo en Benidorm, modelo urbanístico tan criticado por aquellos que los desconocen, pero que es el más resistente y resiliente ante los efectos del cambio climático que se registran. La agricultura debe comenzar a elaborar una hoja de ruta sobre los cultivos posibles, los métodos de riesgo y sobre todo en la interiorización de que el contexto está cambiando".

Los protocolos de emergencia y comunicación

En sexto lugar "hay que modificar los protocolos de emergencia. Hay que adaptarlos a la nueva realidad climática. Esto comenzamos a trabajarlo en el Plan Vega Renhace que permitió renovar todos los planes de inundaciones de la comarca. Pero nos quedan muchos planes en la provincia para actualizar. En una escala mayor, los protocolos de comunicación a la población hay que mejorarlos. Los ejemplos de EE UU y Japón nos pueden servir de ejemplo. Lo importante es que un aviso de alto grado llegue a los móviles de la población potencialmente afectada con la mayor inmediatez posible, desde los organismos encargados de gestionar una emergencia".

Las medidas que deberá adoptar la provincia de Alicante ante la subida del mar por el cambio climático

En séptimo lugar, "es imprescindible que en los municipios, o en coordinación con la Diputación, se elaboren planes de adaptación al cambio climático y a los riesgos naturales. Me consta que la Diputación está trabajando en esta línea. La realidad es que en la actualidad en toda la Comunidad Valenciana solo existen dos planes de este tipo. En Benidorm y en Gandía (Valencia). Y son planes que deben estar aprobados en pleno municipal".

El punto octavo es referente a que "es necesario que en municipios mayores y en la Diputación se integren cuadros técnicos especializados en gestión del riesgo y adaptación al cambio climático. En las universidades de la provincia se forman estudiantes especializados en estas cuestiones. Aprovechadlos".

Revisar proyectos urbanísticos

En noveno lugar "yo recomendaría que los proyectos urbanísticos que hay previstos en la provincia y que pueden estar planificados en áreas de riesgo, se les dé una vuelta. Se vuelva a analizar y cartografiar el riesgo existente y a partir de ahí se diseñen con las máximas medidas de seguridad para los ciudadanos que los puedan ocupar".

Y por último, "os pido, y sé que esto es difícil, que en materia de riesgo y cambio climático olvidéis la ideología y os centréis en lo importante: los ciudadanos que gobernáis, que gestionáis. Y toméis decisiones basadas en la ciencia, siempre. En otras palabras, que el riesgo y la adaptación al cambio climático no sean motivo de confrontación política".

El climatólogo ha concluido recordando que "nos jugamos demasiado en las dos próximas décadas. Y van a ser necesarias políticas inteligentes, cooperadoras, que integren a todos los sectores sociales, a lo público y a lo privado. El cambio climático, y los extremos atmosféricos que se vinculan a él, es una oportunidad. Una oportunidad para hacer algunas cosas mejor de lo que hemos hecho hasta ahora. Respetando al territorio, respetando el comportamiento de la naturaleza. Y adaptando el desarrollo a los espacios donde sea posible. Porque tenemos que seguir desarrollándonos, sin duda. Pero podemos hacerlo de forma más racional, más segura".