Ni Plan General ni coto al ocio nocturno: Alicante arranca 2025 con promesas en el cajón

El gobierno de Luis Barcala anunció la aprobación de la parte estructural del PGOU para el segundo semestre de 2024 y la aplicación de las ZAS en Castaños y el Casco Antiguo para el mes de septiembre, pero ninguna medida se ha llevado a cabo

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, en un acto celebrado el pasado año en el Ayuntamiento de Alicante.

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, en un acto celebrado el pasado año en el Ayuntamiento de Alicante. / Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Aunque el 2025 acaba de empezar, el Ayuntamiento de Alicante ya arrastra diferentes proyectos pendientes desde el pasado año. Promesas que el gobierno de Luis Barcala fechó en el segundo semestre del 2024 y de las que, por el momento, poco o nada se sabe. Entre ellas: la aprobación de la parte estructural del Plan General de Ordenación Urbana y la puesta en marcha de las Zonas Acústicamente Saturadas del Casco Antiguo y el entorno de la calle Castaños.

El PGOU de Alicante, sin renovar desde su publicación original en 1987 acumula ya medio centenar de modificaciones puntuales, y ningún gobierno local hasta la fecha ha podido cumplir con el objetivo de actualizar el principal documento para el planeamiento urbanístico de la ciudad. Para conseguirlo, Barcala impulsó la Dirección General del PGOU, y descargó en la arquitecta Leticia Martín la responsabilidad de llevar a cabo la tarea.

Unos trámites que, según anunció el alcalde, estarían más cerca que nunca: "En el segundo semestre de 2024 queremos tener aprobada la parte estructural del plan", anunció el pasado año. Sin embargo, el 2025 se ha iniciado sin que los alicantinos hayan visto materializada esa intención. El nuevo objetivo, tal y como apuntó la concejala de Urbanismo, Rocío Gómez, en su entrevista con INFORMACIÓN, es abrir el proceso de participación ciudadana ligado a dicha aprobación estructural a principios de este año. En cuanto al momento en que se pueda dar luz verde al ansiado documento, Gómez no se aventuró a pronosticar una fecha, aunque deseó que pudiera producirse antes del fin del presente mandato, que expira en mayo de 2027.

Cerco al ruido del ocio nocturno

También tiene pendiente el ejecutivo de Barcala poner en marcha de una vez por todas las Zonas Acústicamente Saturadas del Casco Antiguo y el entorno de la calle Castaños. Dos medidas con las que, entre otras cuestiones, se podría poner coto al ruido del ocio nocturno reduciendo el número de terrazas de hostelería, así como su horario.

Desde que el vicealcalde, Manuel Villar, anunciase la intención de impulsar ambas ZAS (también en una entrevista con este diario) no se han producido avances en su tramitación. En el mes de septiembre, Villar avanzó que la puesta en marcha de las ZAS se llevaría a cabo "si no esta semana, la que viene", ya que el asunto era "cuestión de días".

El problema, según la versión oficial, se encuentra en uno de los informes encargados por el gobierno local a los técnicos municipales de las distintas concejalías afectadas (Medio Ambiente, Turismo, Comercio y Ocupación de Vía Pública). No obstante, pese a las reiteradas preguntas de este medio cada martes, en la rueda de prensa tras la Junta de Gobierno Local, Villar ha pasado a rechazar aclarar si dicho informe está concluido o no: "Cuando haya novedades, os avisaremos".

Fuentes del entorno del Ayuntamiento apuntan, en cambio, a otro motivo: la necesidad de aprobar primeramente la ordenanza contra el ruido. Otro documento que se "atragantaba" a los gobiernos locales, sin actualizar desde 1991 y recientemente aprobada por el pleno municipal tras los dos últimos intentos fallidos de Barcala: uno en 2019 y otro en 2023, ambos a las puertas de las elecciones.

Plan de obras por años

Al margen de la tramitación del nuevo PGOU y de las dos ZAS, el principal objetivo del gobierno municipal al arrancar el ejercicio será la aprobación del presupuesto para este 2025, algo que no ocurre a tiempo para el nuevo año desde que la vara de mando estuviese en manos de Sonia Castedo.

Pese a que Barcala cuenta con el terreno allanado tras su anunciado pacto con Vox, el borrador aún debe superar la revisión del interventor, el pleno municipal y el periodo de exposición pública y alegaciones, lo que impedirá su entrada en vigor al menos hasta el mes de febrero.

Un documento que también arrastra compromisos del 2024. Inversiones anunciadas por el alcalde para este año ya se incluían en el documento anterior. Y es que el último presupuesto anual de Alicante incluía un cuadro de "planificación" en el que se detallaba un calendario de actuaciones previstas para el presente mandato.

Entre los proyectos que deberían haberse ejecutado en 2024 y que Barcala ha vuelto a prometer para 2025: las obras de ampliación del cementerio (presupuestadas en 5,2 millones); la construcción del pabellón deportivo en Tómbola (1,8 millones); o la comisaría de la Policía Local en Playa de San Juan (tres millones).

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