Las calles de Alicante vibran con una Cabalgata multitudinaria

Más participación, caramelos y regalos que el año pasado marcan un desfile que engalana la noche de Reyes

Los Reyes Magos recorren las calles de Alicante

Héctor Fuentes

José Gómez

José Gómez

Los Reyes Magos recorrieron las principales avenidas de Alicante para traer alegría a miles de niños y adultos en una Cabalgata de alta participación y asistencia. En su desfile de casi tres horas estuvieron acompañados de unos 1.300 músicos, bailarines y animadores, tanto profesionales como voluntarios, de las principales entidades festeras y socioculturales de la ciudad. Incluso, y de forma un tanto inédita, policías, bomberos y miembros de Protección Civil formaron parte de esta gran fiesta que anunció la próxima llegada de los Reyes a las casas de todos los alicantinos.

Tal como se había anunciado, a las 19.00 horas estaba todo listo para el inicio de la Cabalgata, que partió desde la avenida de la Estación, lugar donde justo momentos antes los Magos de Oriente habían sido recibidos por la Diputación Provincial. Pero para que la fila de 24 carrozas arrancara hubo que esperar unos 15 minutos más, tras los cuales la música, y las sirenas de los cuerpos de seguridad y salvamento, empezaron a sonar, y con ellas dio inicio la marcha de los actuantes rumbo a Alfonso el Sabio.

Participantes inéditos

Justamente fue sorpresiva la importante presencia, como participantes del propio desfile, de la Policía Local, del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS), y de la Agrupación de Protección Civil. Con un protagonismo que no se recuerda en Alicante, representaciones de estos cuerpos municipales encabezaron la Cabalgata. Unos seis policías motoristas le daban gas a sus motocicletas para emoción de los espectadores, que hasta se atrevían a pedirles "caballitos" a los agentes, y se acercaban a las sillas para dar la mano a los más pequeños. Bomberos del SPEIS a pie de calle regalaban caramelos y utilizaban sus cascos como bolsa, mientras un camión bomba hacía sonar su sirena a ratos. A la cola de esta peculiar apertura, los voluntarios de Protección Civil también desfilaron junto a un vehículo de la agrupación. Hasta el concejal de Seguridad, Julio Calero, acompañó a estas dotaciones durante el trayecto del desfile.

Esta novedad causó, a partes iguales, emoción entre aquellos que estaban en las primeras filas -particularmente en los niños-, y algo de confusión entre el resto del público que, con menos visibilidad, no entendía muy bien el prolongado sonido de sirenas ni ver pasar a varios vehículos de seguridad seguidos. Incluso hubo quien abiertamente declaró su preferencia por la música de las bandas, que finalmente llegó al inicio del tren lúdico con los instrumentos de la Sociedad Cultural Deportiva Carolinas. Los villancicos de esta y otras cuatro bandas marcaban el paso de una seguidilla de 13 carrozas lúdicas, con importante presencia de varias comisiones de Hogueras. Los distintos motivos y temáticas llenaron de alegría al público, que buscaba cualquier rincón para tratar de ver aún mejor el desfile.

Alta asistencia

En cuanto a la asistencia, a falta de confirmar la cifra oficial, todo el recorrido de la Cabalgata estuvo abarrotado de gente, y la vista larga desde la elevación de la avenida Jaume II dibujaba una avenida Alfonso el Sabio desbordada de personas en toda su longitud. Lo cierto es que las 6.000 sillas puestas a la venta estaban ocupadas, y que había un número aún mayor de personas de pie, en una jornada condicionada positivamente por ser domingo y por el buen tiempo.

También fue una Cabalgata generosa con los caramelos, un total de 5.000 kg, que sirvieron para que desde los bomberos hasta las carrozas bíblicas como la del Ángel Gabriel regalaran al público con dulces. El tren con escenas de la Biblia estuvo a cargo de la Semana Santa alicantina, que logró recrear con especial belleza cuatro pasajes del nacimiento de Jesús.

Acto central

Ya solo faltaba la aparición de los Reyes Magos, que se hizo esperar bastante dada la cantidad de carrozas previas. Y hubo que aguardar un momento más, que valió la pena, pues el último prolegómeno al acto central de la Cabalgata lo protagonizaron las Belleas del Foc y sus damas de honor, que fueron la Estrella de Belén. Tras ellas, las Carteras Reales, que volvían a visitar, cambiando la correspondencia por caramelos, las calles de Alicante.

Sin que quedaran más preámbulos, el boato de Melchor y su carroza abrieron el paso a los otros dos Reyes, Gaspar y Baltasar. El esperado epicentro de la Cabalgata fue fastuoso y coronó una noche de alegría, magia y gran participación. La hilera de carrozas la cierra, como es tradición, el tren comercial, que repartió 1.200 juguetes homologados para los niños y niñas de la ciudad.

Los tres Magos de Oriente culminaron su recorrido, como todo el desfile, en el Ayuntamiento, donde fueron recibidos por la Corporación Local y se les invitó a dirigir su pregón a los alicantinos. Tras llenar de felicidad las calles, ahora solo queda que también lleven su magia hasta los hogares de todos.

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