Con micrófonos y en grandes grupos: los guías turísticos se alejan de las buenas prácticas en Alicante

El compromiso alcanzado hace un mes entre el Patronato de Turismo y la asociación de Guías Oficiales de la Comunidad Valenciana no se refleja todavía en las calles de la ciudad donde las experiencias siguen siendo las mismas pese al decálogo acordado

Guías turísticos en Alicante

Héctor Fuentes

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Aunque el frío de enero reduce la afluencia de turistas, las calles de Alicante continúan siendo escenario de grandes grupos de visitantes guiados que desafían las recomendaciones pactadas entre el Patronato de Turismo y la asociación de Guías Oficiales de la Comunidad Valenciana hace poco más de un mes. El decálogo, firmado el pasado 5 de diciembre, establecía límites en el tamaño de los grupos de turistas, proponía el uso de tecnología de audio individual para evitar molestias generadas por altavoces y megáfonos y buscaba fomentar el respeto hacia el patrimonio y el consumo en comercios locales. Sin embargo, en la práctica, las medidas parecen quedar en el papel mojado.

«Tenemos grupos de 20 personas, algo elevado para enero pero en diciembre llegamos a tener hasta 40»

MÓNICA LÓPEZ

GUÍA TURÍSTICA

«Sabemos que hay limitaciones pero no nos afecta mucho porque no entramos al mercado ni a edificios»

NATALIA PERICÁS

GUÍA TURÍSTICA

«Somos una veintena, pero en otras ocasiones hemos estado en grupos grandes y es más difícil disfrutar»

SOL CONDE

TURISTA

«El micrófono de la guía fue una herramienta imprescindible para disfrutar mejor de la experiencia»

DAGNY DURRY

TURISTA

«Es algo que solemos hacer en todas las ciudades que visitamos, tienen mucha información»

STEPHANIE MCCLAGGEN

TURISTA

Sin límites y con micrófonos

La teoría establece que los grupos no deberían superar la veintena de personas, pero los propios guías reconocen que en noviembre y diciembre llegaron a manejar hasta 40 turistas por recorrido. En enero, aunque las cifras han disminuido, es común ver grupos de unas veinte personas recorrer las zonas más emblemáticas de la ciudad como la plaza del Ayuntamiento, la Explanada de España, el Mercado Central, la iglesia de Santa María o el Casco Antiguo.

Para Mónica López, guía oficial en Alicante, la gestión de los grupos en temporada alta presenta un gran desafío. "Ahora estamos en temporada baja, pero aun así tenemos grupos de 20 personas, algo elevado para enero, ya que suele ser un mes tranquilo. En temporada alta, como octubre o diciembre, llegamos a tener hasta 40 personas por grupo, una locura. El micrófono en esos casos es indispensable, porque sin él muchos no te escucharían", señaló López.

Una de las recomendaciones más claras del decálogo era sustituir los micrófonos y altavoces por sistemas de audio individualizado, pero esta medida no se ha implementado. Para Natalia Pericás, también guía oficial, el micrófono es una herramienta esencial en su trabajo. "El micrófono es fundamental, sobre todo en calles ruidosas, nos permite que todos puedan seguir la explicación. La mayoría de los turistas valoran mucho la claridad y prestan atención a los detalles", afirmó Pericás.

Una guia turística con un grupo en la plaza del Ayuntamiento de Alicante.

Una guia turística con un grupo en la plaza del Ayuntamiento de Alicante. / HÉCTOR FUENTES

El decálogo, una esperanza sin cumplir

Las rutas suelen incluir paradas en sitios clave, como la Explanada de España, el puerto o el Casco Antiguo. El Mercado Central, en particular, ha sido objeto de controversia. Aunque no todos los guías lo incluyen en sus recorridos, su popularidad genera molestias entre los comerciantes, que reclaman una regulación más estricta. Natalia Pericás señala que ya les dijeron "que habría limitaciones", pero que en su ruta, "no afecta mucho porque no entramos al mercado ni a edificios interiores. Esto impacta más a otros guías que incluyen esas paradas", comenta.

Con la llegada de la primavera y el retorno de los cruceros a partir del 2 de marzo, se espera que la afluencia turística crezca considerablemente. Los guías y el Patronato de Turismo tienen por delante el desafío de implementar las medidas acordadas que hagan del turismo una experiencia sostenible para todos los implicados.

Una guia turística con un grupo en la plaza del Ayuntamiento de Alicante.

Una guia turística con un grupo en la plaza del Ayuntamiento de Alicante. / HÉCTOR FUENTES

Perspectiva de los turistas

Pese a la recomendación de no utilizar micrófonos, de reducir los grupos o de respetar el patrimonio y los edificios municipales, los visitantes que llegan a la ciudad no tienen intención dejar de utilizar este servicio para explorar la ciudad. Para Sol Conde, turista argentina, los tours guiados son esenciales para conectar con el lugar que visita. "Vinimos desde Buenos Aires buscando el buen clima de Alicante. Siempre hacemos estos tours para aprender de la historia de las ciudades. Me parece que el tamaño del grupo es adecuado, somos una veintena, pero en otras ocasiones hemos estado en grupos más grandes y es más difícil disfrutar la experiencia”, reflexionó Conde.

Para Dagny Durry, turista escocesa, la experiencia está siendo muy enriquecedora. "Es nuestra primera vez en Alicante, y el tour nos está ayudando a conocer lugares que seguramente no habríamos descubierto por nuestra cuenta. La guía tiene un conocimiento impresionante, y la ciudad es preciosa", destacó Durry para quien el micrófono que portaba la guia que les acompañaba fue "una herramienta imprescindible para disfrutar mejor de la experiencia".

Por su parte, Stephanie McClaggen, turista inglesa, considera que los tours guiados son imprescindibles para comprender el lugar que se visita, tengan el número de participantes que tengan. "Coger este tipo de tour es algo que solemos hacer en todas las ciudades que visitamos, porque tienen mucha información y conocimiento del lugar que estás visitando y hace que aprendas mucho del lugar", señaló McClaggen.

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