El gran comercio de Alicante baja la persiana los domingos hasta junio
Los trabajadores viven con alivio el final del periodo de apertura dominical y en festivos, mientras los clientes comprenden y defienden el "derecho a conciliar" con un día libre fijo a la semana

Último domingo de apertura comercial hasta Semana Santa / Alex Domínguez
Este domingo ha sido el último en el que abrirán las grandes superficies y cadenas comerciales en Alicante. Eso al menos hasta el próximo festivo de apertura que marca el calendario fijado por la Generalitat, que será el 18 de abril -Viernes Santo-, seguido por los domingos de Resurrección y Pascua. Tras este paréntesis de Semana Santa, las persianas seguirán abajo los domingos y festivos hasta el 15 de junio, cuando se levanta la restricción hasta el próximo enero.
Unos horarios comerciales que aprobaron el PSOE y Compromís en las Cortes en febrero de 2018, tras lograr un gran pacto entre 21 asociaciones, entre ellas incluida la patronal de grandes superficies ANGED. Tras el final del Botànic en 2023, ni el Consell de Carlos Mazón ha hecho ninguna propuesta de cambio a esta norma, ni, hasta el momento, los actores sociales del sector han manifestado deseos de reformarla. Quizás porque, para llegar a este consenso, hubo que transitar varios años de disputas en Valencia y Alicante con respecto a la liberalización o, por el contrario, la definición temporal y geográfica de las restricciones.
En los altos despachos el acuerdo parece seguir funcionando. En las calles de Alicante se podría decir que también. En el gran comercio alicantino hay alivio entre los trabajadores y, en términos generales, comprensión de los clientes y usuarios.
Dentro de un gran centro comercial de la ciudad, Verónica, dependienta de una tienda de variedades, agradece que con el cierre en los domingos ganará conciliación, pues al tener un día libre fijo a la semana “se trabaja lo mismo, pero se pueden hacer planes”. En otra tienda, de lencería femenina, Laura trabaja solo los fines de semana, pero al dejar de trabajar los domingos su jornada pasa a ser de viernes y sábados, situación que ella prefiere.
En un comercio de accesorios para teléfonos, tres empleadas se disponían a iniciar su jornada. Entre ellas, Madelein Senior, afirmó que ni a ella ni a sus compañeras les afecta en negativo por reducciones de horas ni de plantilla, al contrario, les permite planificar mejor su semana y su vida familiar.
Día libre fijo
Aunque pertenezcan a grandes cadenas, muchas tiendas funcionan en realidad con una plantilla relativamente pequeña que no es reforzada en las campañas de rebajas o Navidad, ni tampoco durante el segundo semestre del año, de apertura libre. Por ello los trabajadores sencillamente prefieren poder descansar los domingos, ya que durante todo el año trabajan la misma cantidad de horas, solo que durante el periodo de apertura completa la rotación de turnos se ve alterada para poder, con los mismos empleados, cubrir un día más de la semana.
"No nos perjudica en nada, y así podemos compartir un día con la familia"
De las cajas de un hipermercado salía Marisol con su compra. Ella aseguró que, por motivos personales, solo pudo venir en domingo: “es una excepción, entiendo que los domingos son para descansar”. En un banco en el pasillo descansaban Raúl, su mujer y su hija. Sostuvo que no les representa ningún problema que los próximos meses el centro comercial cierre en domingo. “No solemos venir, pero hoy la peque cumple años y aquí nos juntamos”, concluyó.
Junto a una atracción infantil, David y Viviana vigilaban a sus hijos. “Nos es más cómodo venir hoy, entre semana tenemos trabajo, el cole… Pero entendemos que la gente también tiene derecho a conciliar”, contó el padre, a lo que su mujer añadió que “si está abierto, bien, pero si no, no es un problema”.
Muy cerca, un lotero de la ONCE parecía ser el único en desacuerdo con el cambio de horarios. Paco trabaja desde hace 25 años en fines de semana, y solo los domingos en el centro comercial. Cuando no está abierto, instala su puesto en Benimagrell, con menos volumen de gente. “¿Será que algún día cambia esto?”, se preguntó.
Tiendas de Maisonnave
Fuera de los pasillos de la gran galería comercial, costó bastante encontrar un pequeño comercio abierto. Las pymes que no tienen más de 300 metros cuadrados de sala de venta pueden abrir a discreción durante todo el año, pero pocas lo hacen. Lo natural es que también aprovechen el descanso dominical, que ha sido durante años su gran reivindicación. De hecho, ya en 2018 les parecieron insuficientes las restricciones del acuerdo, que permite 38 domingos y festivos hábiles en las ciudades de Alicante y Valencia.
En el proceso de búsqueda de una tienda pequeña, otros dos hombres esperaban sentados fuera de una sucursal de una gran cadena de moda en la avenida Maisonnave. Cargados de bolsas, no dudaron en postularse a favor del cierre en domingos y festivos. Jose planteó que “no deberían de abrir ninguno, mal hacemos viniendo hoy”, mientras su compañero Estéfano culminó con que “el domingo es para descansar”.
"Aunque sea podrían abrir media jornada, hay gente que quizás solo puede comprar los domingos"
El recorrido continuó por la calle Reyes Católicos, donde una pareja joven dio la primera opinión discordante entre los entrevistados. No sabían de las limitaciones horarias, pero al enterarse, a Nicol Brand le pareció “muy mal”. Su compañero, Víctor Martín, propuso que “aunque sea podrían abrir media jornada, hay gente que quizás solo puede comprar los domingos”. Al lado, en una panadería, que puede abrir y, de hecho, abre los domingos durante todo el año, sus dependientas simplemente confirmaban que con el cierre comercial los domingos son más tranquilos para ellas.
Afluencia turística
Hubo que llegar hasta la calle San Francisco para encontrar, por fin, un pequeño comercio abierto. Se trata de una zapatería, donde la única dependienta en ese momento, María José Ramírez, afirmó que no le importa venir a trabajar en domingo. Para ella, en una zona turística es importante que siempre haya tiendas abiertas, e hizo referencia a sus recientes vacaciones en Almería, donde vio todo cerrado.
"Cuando eres turista y visitas una ciudad un domingo no quieres encontrarlo todo cerrado"
Además, puso énfasis en que la gran afluencia turística en esa zona de Alicante no se limita al verano. “Ahora en marzo también empiezan a llegar los cruceros y por aquí todo son turistas”, añadió. Sin embargo, es cierto que no todos los comercios están situados en una calle tan transitada.
A juzgar por lo difícil que fue encontrar una tienda pequeña abierta, el comercio local adhiere totalmente al descanso dominical, un reclamo que consiguieron convertir en consenso, al menos durante la primera mitad del año en Alicante. Consenso que, quizás con más comprensión o resignación que genuino y coherente apoyo de los usuarios, permanece sin mayor voz en contra.
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