HACE 50 AÑOS | Del 13 al 19 de enero de 1975
Ultimátum a las chabolas de San Blas
El Ayuntamiento procedía al derribo de seis casas de varias familias gitanas en pleno boom por la construcción en Alicante

Hace 50 años en Alicante. Del 13 al 19 de enero de 1975: Desalojan las chabolas de San Blas / Rafa Arjones / Perfecto Arjones
Más de 200 licencias cerraban un 1974 en el que Alicante vivía su particular boom por la construcción. Aquel exitoso año, sin embargo, arrastraba a 1975 un dilema, el de la falta de suelo urbano. En la segunda semana de enero el Ayuntamiento movía ficha y procedía al desalojo de seis familias gitanas que vivían en otras tantas chabolas en San Blas. Aquel movimiento dejaba en la calle a varias decenas de alicantinos, que protestaron pero poco pudieron hacer por mantener unas casas ubicadas por el polígono, cerca de la institución del padre Fontova, una zona que comenzaba a ser interesante para urbanizar. Los gritos de varios de los chiquillos y la incertidumbre de los adultos eran ya una de las imágenes de aquel todavía imberbe 1975.
La gran noticia de la semana venía de arriba, del Ministerio de la Gobernación, que para ahorrar energía ponía en marcha un nuevo horario que afectaba a cafeterías, restaurantes y demás salas de todo el país. A partir de entonces los cines y teatros cerrarían a las doce de la noche, los restaurantes a la una, los bares a la una y media y las salas de fiestas a las tres, a excepción de los sábados, que sería a las tres y media. La nueva medida sentó como un tiro a los hosteleros, que mostraron su malestar aunque sabían que nada podían hacer. «Si la gente no está aquí, gastará más energía en casa porque usará la televisión o la calefacción», decían varios propietarios de negocios de la ciudad.
Mientras, Alicante cerraba los datos de turismo del año anterior, en el que casi dos millones de turistas extranjeros habían elegido la Costa Blanca, todo un hito. Julio y agosto habían sido los meses del récord de unos viajeros que procedían principalmente de Bélgica, Alemania, Holanda y Suecia. En menor medida, los británicos, cuyo turismo había protagonizado un cierto descenso respecto a tendencias anteriores. Precisamente, aquellos días el Ayuntamiento, previsor de cara al siguiente verano, presentaba en sociedad una nueva máquina de limpieza para las playas, con un depósito de 1.100 metros cúbicos en pala neumática cargadora. Se estimaba que podía actuar sobre 18.000 metros cuadrados de playa cada hora.
Entre las habituales reivindicaciones de cada semana, hace 50 años resonaba la lucha de los cosecheros de tomate, que llevaban tres años sin cotizar en la Seguridad Social porque no aceptaban el régimen especial de frutas y verduras. «Es prohibitivo para el sector», decía el representante de un gremio que congregaba a unos 25.000 trabajadores. Otra guerra, la del cemento, continuaba coleando en Alicante. La oposición a los silos en el Puerto era total y así se hacía saber en la sesión plenaria de la Diputación. El organismo provincial mostraba abiertamente su oposición.
En aquel enero de 1975 INFORMACIÓN entrevistaba al delegado provincial de Hacienda, que confirmaba que el año anterior el fisco había recaudado 9.000 millones en la provincia. «El alicantino es buen contribuyente, pero reclama mucho», decía.
En la provincia se iba también notando el incremento de la población: en Cocentaina y Muro se producía de manera rápida pero desordenada y los expertos alertaban de aquel crecimiento «anárquico». «Hacen falta planes de urbanismo y también infraestructuras sanitarias», anunciaban.
Además, continuaba el fragor en nuestras prisiones: se fugaban tres presos de la cárcel de La Vila Joiosa.
En el plano cultural, la oferta fue amplia: mientras Torrebruno actuaba en la sala Dunas, el conjunto internacional Viva la gente lo hacía en el recién estrenado pabellón de deportes. Todo ello, en una semana en la que se confirmaba que Sergio y Estíbaliz serían nuestros representantes en Eurovisión. Por si fuera poco, aquel fin de semana el Calpisa daba un paso enorme hacia el título de Liga tras ganar en Alicante al todopoderoso Barcelona por 18-17. En fútbol, otro primer plato: el derbi alicantino en la élite se lo llevaba el Hércules al vencer en casa del Elche con un gol de Barrios.
También se comenzaba a vislumbrar, aunque quedaran varios meses, las Hogueras de 1975, para las que ya había carteles. En esta ocasión, dos en lugar de uno, tras un certamen del que salieron elegidos el Danza y hoguera de Dionisio Gázquez y el Cremaor de Eduardo Palenzuela.
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