Educación

La Generalitat activa a 21 psicólogos para atender la salud mental de 301.000 alumnos en la provincia de Alicante

Orientadores y directores urgen una coordinación directa con las nuevas unidades para la detección precoz para que se actúe de forma inmediata ante los problemas psicológicos que siguen al alza en las aulas

El Consejo de Juventud afirma que "los problemas de salud mental son problemas sociales"

Europa Press

A. Fajardo

A. Fajardo

La Generalitat Valenciana ha iniciado la puesta en marcha de las nuevas unidades para la detección precoz de los problemas de salud mental que siguen al alza entre los niños y adolescentes, con el objetivo de trabajar en coordinación con los colegios e institutos. Para la provincia habrá 21 psicólogos disponibles para 301.000 alumnos desde Infantil, Primaria, Bachillerato y Formación Profesional, además de los servicios ya existentes, como son las unidades de Salud Mental Infanto-Adolescente (USMIA), la Unidad de Atención e Intervención (UAI) o el Servicio Especializado de Atención a Familia e Infancia (SEAFI). Servicios que están desbordados y que son insuficientes para los centros educativos desde donde advierten de que la demora para una primera intervención puede llegar hasta los tres meses, de ahí que el reclamo unánime sea lograr una atención más inmediata, además de un seguimiento de los estudiantes afectados, así como la reducción de la burocracia que está dilatando las asistencias.

Las 9 nuevas unidades anunciadas en agosto por el jefe del Consell, Carlos Mazón, como una prioridad para el Gobierno valenciano, se ubican en los departamentos de salud de cada zona. Cada uno tiene una unidad asignada, excepto en el caso de Elche, donde una única oficina atenderá a los centros educativos de las dos áreas de salud y a sus correspondientes municipios.

Los especialistas de estas unidades intervendrán en los centros educativos cuando el alumnado presente un diagnóstico de trastorno mental grave de alta complejidad, haya habido un ingreso en algún recurso asistencial de alta intensidad o cuando cumpla con los indicadores de alarma de un problema de salud mental, según la resolución publicada este lunes en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana sobre el procedimiento de colaboración con los centros educativos.

Los primeros 20 psicólogos que Sanidad ha contratado (56 para toda la Comunidad) se incorporaron, el pasado diciembre, en los municipios afectados por la dana, mientras que en la provincia de Alicante, según la Administración autonómica, ya están la mayoría contratados y en periodo de formación. «Hay que tener en cuenta que estas unidades son de nueva creación y requieren de una formación específica previa», indicaron fuentes del departamento dirigido por Marciano Gómez.

De momento, los centros educativos de la provincia no han recibido ninguna instrucción para poder empezar a contactar con las nuevas unidades, únicamente han tenido constancia del procedimiento de coordinación publicado a través del diario oficial ayer.

La mejora de la atención de la salud mental de los niños y adolescentes ha sido una asignatura pendiente por parte de la Administración autonómica desde la pandemia, momento a partir del cual los problemas psicológicos entre los alumnos empezaron a multiplicarse.

Autolesiones, ansiedad y conductas violentas

Sin embargo, esa realidad desatando una gran preocupación en las aulas, hasta el punto de que cada vez se detectan más casos de autolesiones, ansiedad y conductas violentas. Orientadores de institutos consultados por este diario achacan estos problemas a la adicción al móvil y a las drogas, la desmotivación, la baja tolerancia a la frustración, los problemas familiares, etc.

«Los problemas mentales entre los jóvenes siguen en aumento, también porque cuánto más se busca, más se encuentra, pero porque hay un cambio de paradigma social que es necesario estudiar. Hay factores diversos, desde los que pasan en casa cinco y seis horas enganchados al móvil y no estudian o duermen poco, hasta aquellos que tienen una gran desafección por los centros educativos y resulta muy difícil motivarlos. También están los chavales, que pese a tenerlo todo aprobado, entran en crisis porque no se conforman, porque ven su futuro incierto», explica el orientador Eugenio Toledo.

Desde departamentos de Orientación de institutos, como el José Cavanilles, consideran que hay un efecto bola de nieve en el aumento de los problemas de salud mental de los adolescentes. «Las familias están educando desde el prisma de que todo es fácil y no hay obstáculos. Hay algunas que dejan de hablar con sus hijos cuando hay un problema para evitar el conflicto, dejan de intervenir, y se produce un absentismo», explican desde el instituto alicantino.

Una manifestación de estudiantes en Alicante en demanda de medidas contra el suicidio

Una manifestación de estudiantes en Alicante en demanda de medidas contra el suicidio / Pilar Cortés

A estos factores se suman otros, según apuntaron desde otro centro de Secundaria y Bachillerato de Elche, como la falta de entendimiento con las familias por motivos de identidad de género. Desde este instituto ilicitano, cuyo nombre no quieren revelar por preservar la intimidad del afectado, el pasado curso hubo un intento de suicidio, y a las 24 horas fue dado de alta sin seguimiento alguno porque no tenía ningún antecedente previo.

Lo grave es que no solo se están detectando conductas autolíticas entre los alumnos de Secundaria o de Bachillerato, sino que también han empezado a encontrarse entre alumnos de Primaria.

Tardanza en intervenir

Frente a estos problemas para los que no se ha conseguido poner freno en los centros educativos, tanto educadores, como directores, lamentan que la extensa burocracia, a la que tienen que hacer frente para notificar los casos y que éstos sean atendidos, como uno de los principales escollos para atender la salud mental de los alumnos. «Hay mucha ambigüedad y falta de concreción, los orientadores nos sentimos a veces indefensos y los profesores vendidos», indica Eugenio Toledo, quien apela a que las nuevas unidades puedan servir para tener una respuesta mucho más rápida.

Desde el IES Cavanilles coinciden en este sentido: «Necesitamos que se analicen los casos de forma particular y que haya un acompañamiento también a las familias para tener soluciones», indican desde su departamento de Orientación.

«Hay una preocupación y una sensibilidad respecto a los problemas que presenta el alumnado, pero los trámites burocráticos y el proceso hasta que llega el caso a neupediatría se hace eterno, se tarda meses», explica la presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria del País Valencià (ADIP- PV), Isabel Moreno. La portavoz urge que con las nuevas unidades los centros tengan pautas de actuación y un protocolo claro para detectar y actuar ante problemas básicos y para agilizar tanto el diagnóstico, como el tratamiento del alumno.

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