HACE 50 AÑOS | Del 20 al 26 de enero de 1975

La FP ya estaba de moda

La Escuela de Maestría de Alicante se llenaba de aspirantes a topógrafos, delineantes o calefactores después de que el Ministerio de Trabajo destinara un millón de pesetas a la formación profesional

Hace 50 años.Del 20 al 26 de enero de 1975: La Escuela de Maestría de Alicante se llena de estudiantes

Hace 50 años.Del 20 al 26 de enero de 1975: La Escuela de Maestría de Alicante se llena de estudiantes / Rafa Arjones

Ramón Pérez

Ramón Pérez

A principios de 1975 la formación profesional vivió un gran momento en Alicante. La Escuela de Maestría estrenaba en el mes de febrero los cursos de delineante, auxiliar de laboratorio, calefactor y topógrafo. Todo ello gratis después de la gran apuesta del gobierno, que había destinado un millón de pesetas para potenciar esta vía de estudios. «Un trampolín para la universidad», anunciaban, y es que la célebre FP, hoy diversificada aún más y accesible desde la ESO, comenzó a coger fama por su rápido acceso al mundo laboral. Y aquello era solo el principio de un camino que sedujo a multitud de estudiantes que comenzaron a ver que otro recorrido era posible para trabajar.

Mientras, la ciudad de Alicante demandaba un mejor servicio del autobús de línea, cuyo uso había caído en el último año por varios motivos. En 1974 el bus tuvo 30 millones de viajeros en la ciudad, cinco millones menos que en el año anterior. La causa, demasiado tiempo dentro de él. «Va lento, se deben buscar soluciones porque a veces sale más a cuenta ir caminando a los sitios», decía un vecino a este diario. El consejero delegado de Masatusa, Emilio Vázquez Novo, atendía a INFORMACIÓN y apuntaba a la creación de un carril bus como solución. No tardaría en llegar. El tráfico, junto con la falta de aparcamiento, ya había sido uno de los grandes problemas de 1974 y ahora afectaba también al transporte público. Además, el Ayuntamiento también preveía la instalación gradual de nuevas marquesinas en las paradas. Los alicantinos, en un gran sondeo, también dirigían sus críticas hacia la contaminación del autobús. «Echa una cortina negra de humo…». Aquel escollo, sin embargo, todavía colearía durante años sin remedio alguno.

En aquel final de enero en el que las primeras nieves ya habían llegado a la provincia (en el repetidor de televisión de Aitana se habían registrado dos grados bajo cero) también eran noticia las palabras de Enrique Llobregat, director del Museo Arqueológico. Llobregat aseguraba que la antigua ciudad de Lucentum había estado en San Blas, en una zona comprendida «entre la estación de tren, el reformatorio de adultos, Maisonnave y el barranco». A dicha conclusión llegaba tras unas piezas de cerámica del siglo I a. C. hasta el siglo VII que se habían encontrado. «La ruina de la Albufereta corresponde a otra ciudad romana», indicaba Llobregat.

Otra de las polémicas que no parecían encontrar rápida solución en la ciudad era la queja de los taxistas alicantinos, a los que no les dejaban ir a recoger clientes al aeropuerto. Lo impedía la autoridad municipal de Elche al ser su territorio. Aquello supondría un buen choque de intereses y el problema saltaría a instancias más elevadas. No era la única patata caliente en el Ayuntamiento, en aquellas semanas también resonaban las quejas de las empleadas del hogar, que pedían reconocimiento profesional, derechos y obligaciones. «Cada vez hay más faena porque la mujer casada se tiene que poner a trabajar para incrementar los recursos familiares», aseguraba la portavoz.

En otro de los resúmenes del año anterior quedaba claro que los alicantinos eran amantes de la carne: en 1974 salieron del matadero de la ciudad cuatro millones de kilos. «Se prefiere ampliamente la ternera», puntualizaban. En aquellos días llegaba a su fin la edición del porrate de San Antón, que había congregado a multitud de vecinos alrededor de la plaza Misericordia. Era motivo de orgullo para la ciudad aquella semana la inauguración de la unidad de quemados, apta para 14 plazas, en la residencia 20 de noviembre de la Seguridad Social.

Además, la Brigada de Investigación Criminal (BIC) detenía a tres individuos acusados de multitud de hurtos de radiocasetes en coches de la ciudad. Aquella vuelta a casa con el frontal de la radio en la mano para evitar robos fue práctica habitual de los años setenta y ochenta. También clásico de la época comenzaba a ser no encontrar aparcamiento en el Castillo de Santa Bárbara, donde los coches se agolpaban en cualquier sitio de la ladera durante los fines de semana.

En los espectáculos era el momento de una joven Carmen Maura, que se metía en la piel de Marilyn Monroe en una obra en la sala Dunas. Además, la Vuelta a España confirmaba que en 1975 pasaría por Benidorm con una etapa contrarreloj.

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