Entrevista | Domenico Cosenza Psicoanalista

«La idea clásica de que el capitalismo necesita a la democracia está en crisis»

Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y docente en el Instituto Freudiano y la Universidad de Pavia, ofrecerá este viernes (20 horas) en el Club INFORMACIÓN de Alicante la conferencia «Dimensiones del exceso en la vida contemporánea». Presenta el psicoanalista Óscar Ventura

El psicoanalista Domenico Cosenza, que interviene este viernes en el Club INFORMACIÓN

El psicoanalista Domenico Cosenza, que interviene este viernes en el Club INFORMACIÓN / INFORMACIÓN

J. Hernández

J. Hernández

¿Hasta dónde llegan los excesos en la vida contemporánea

A finales de 2024 se publicó un libro mío en castellano sobre este tema que se titula «Clínica del exceso», editado por Xoroi de Barcelona. Habla de la dimensión del exceso como hilo conductor que permite leer varias formas de malestar que caracterizan la vida contemporánea. Es una tesis del psicoanalista Lacan que hemos desarrollado según la cual en el capitalismo contemporáneo se produce una crisis radical de la función de la ley, de la función normativa, de la función reguladora, de la función del padre podríamos decir; y al mismo tiempo tiene lugar una ascensión del objeto de goce en el punto central del funcionamiento social.

"Es una sociedad de consumo donde todos somos consumidores de mercancías"

¿Cómo es nuestra sociedad?

Es una sociedad de consumo donde todos somos consumidores de mercancías. En un régimen que funciona de esta manera el problema es que es más difícil para los sujetos, para los individuos poder interiorizar y hacer propia la dimensión del límite, que es lo que permite una relación un poco más regulada y viable con la satisfacción.

Sufrimiento por no poder realizar los deseos

Lo contrario que sucedía unas décadas atrás...

Hasta la primera parte del siglo XX muchas personas sufrían porque tenían problemas para autorizarse a realizar su propio deseo. Ese sufrimiento neurótico desde el punto de vista del psicoanálisis caracterizaba la vida de los sujetos en la época del capitalismo clásico. El sujeto se autosaboteaba y sufría por esto, sin saber por qué. Después de la II Guerra Mundial, desde la segunda mitad del siglo XX podemos decir que empieza el capitalismo contemporáneo. El problema que se crea en la sociedad es que el sujeto no puede parar. Tiene una dificultad opuesta a la particularidad de la época pasada; si antes sufrían por los límites que no les permitían realizar su deseo, hoy es al revés. Es un empuje sin límite que impide una humanización de la relación con la satisfacción y esto está en la base de muchas formas de malestar contemporáneas en el marco de la psicopatología.

"Hasta la primera parte del siglo XX muchas personas sufrían porque tenían problemas para autorizarse a realizar su propio deseo"

¿En qué casos?

Sucede con todas las adicciones contemporáneas, la toxicomanía, los trastornos alimentarios, la anorexia, la bulimia, los atracones, la obesidad, la adicción a los objetos tecnológicos que no permite a muchos jóvenes, por ejemplo, salir de la cama. Se trata de toda una serie de síntomas contemporáneos que tienen en común la desaparición de la dimensión del límite. Esto es algo muy fuerte porque puede conducir en los casos más graves a un sujeto a autodestruirse, a la muerte o la destrucción del cuerpo. Es una época caracterizada por este estilo orientado hacia la adicción y la dependencia a un objeto de goce.

¿Y antes?

Antes con las dificultades se abría todo un espacio de sufrimiento que podía ser tratado a través de la palabra buscando un sentido de ese sufrimiento pero hoy día esta operación es mucho más complicada porque el individuo contemporáneo tiene dificultades para tratar la pérdida con la palabra, y lo que tiende a prevalecer es responder a lo que le pasa con un nuevo objeto de goce. Esto está difundido en la vida social y muestra una diferente manera de tratar el sufrimiento contemporáneo que se diferencia respecto a lo que caracterizaba a otras épocas. Hay algo de este estilo en la vida cotidiana de las familias, de las parejas, de las instituciones y de todos los lazos fundamentales que están en la vida social.

Portada del último libro de Domenico Cosenza

Portada del último libro de Domenico Cosenza / INFORMACIÓN

Problemas de salud mental

¿Los problemas de salud mental se parecen en España e Italia?

En los países europeos con un capitalismo avanzado hay para lo esencial una condición parecida. Es algo que va más allá de las diferencias culturales. En Estados Unidos, en Europa, Japón o Corea del Sur, donde el discurso social capitalista ha tomado el mismo rumbo, vemos en la psicopatología este estilo sintomático caracterizado por un empuje a dosis y hacia un goce sin límites en muchos casos como solución que los jóvenes se encuentran delante las dificultades de la vida. Esto puede variar según las respuestas elegidas. Puede tomar la vía radical de las toxicomanías, la bulimia o las adicciones varias. O puede tomar la vía de la privación como es la anorexia mental; o la vía de la desconexión como puede pasar a los chicos que se encierran en su habitación y se desconectan del colegio, de la familia, de las amistades y hacen una vida aislada. Este es un síndrome que se llama hikikomori, una palabra japonesa que define una condición que existe en nuestras sociedades con nombres diferentes en el mundo occidental europeo o americano. Esto hace difícil una intervención conectada con la dimensión de la palabra pero no imposible.

¿Ocurre en las instituciones?

 Esta tendencia clínica y psicopatológica contemporánea a la centralidad del exceso se ve en todas las instituciones humanas y rompe los esquemas clásicos de la organización social y colectiva que durante mucho tiempo han funcionado. Lo vemos en la política contemporánea, donde una de las novedades importantes que se están presentando en el mundo de hoy es la crisis de la idea clásica según la cual el capitalismo necesita la democracia para poder funcionar. Lo que estamos viendo en el mundo contemporáneo es que esta idea no está tan segura. Ha sido considerado así por mucho tiempo pero hoy está el fenómeno de China, por ejemplo, que tiene desarrollado un capitalismo muy fuerte y que en cambio no tiene un vínculo con la democracia.

"Los hechos políticos más recientes, la vuelta al poder del populismo en Estados Unidos con su inédita vinculación con las más poderosas industrias de las nuevas tecnologías, nos muestran que el empuje al goce puede ser más fuerte que todas las vinculaciones simbólicas a las reglas de la democracia"

Situación en Estados Unidos

¿Y el vuelco en EE UU?

Los hechos políticos más recientes, la vuelta al poder del populismo en Estados Unidos con su inédita vinculación con las más poderosas industrias de las nuevas tecnologías, nos muestran que el empuje al goce puede ser más fuerte que todas las vinculaciones simbólicas a las reglas de la democracia representativa que nos han acompañado en la época clásica de capitalismo. Esto abre nuevos problemas no solo para los clínicos sino también para los políticos. Produce un efecto de explosión de los fundamentalismos. Ya estamos acostumbrados a los identitarios, los religiosos o a los de la política autocrática, por ejemplo. Por otro lado, tenemos también los fundamentalismos de la diferencia. Los primeros quieren volver al patriarcado y los segundos, que nacen desde una radicalización patológica de la misma democracia, exaltan las diferencias pero son intolerantes, no permiten el diálogo crítico ni el intercambio dialéctico de las ideas. En cierto sentido, estas respuestas que aparecen muy diferentes y opuestas entre ellas, pero que mantienen una raíz fundamentalista, lejana de la mejor tradición democrática, se presentan como intolerantes y no aceptan la singularidad del sujeto.

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