Entrevista

Santiago Carbó: «Si los accionistas del Sabadell aceptan, veo muy complicado dar marcha atrás a la fusión»

El catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València y director de Estudios Financieros de Funcas duda de que el traslado de sede influya en la resolución de la opa lanzada por el BBVA

El catedrático y experto en el sector financiero, Santiago Carbó.

El catedrático y experto en el sector financiero, Santiago Carbó. / Pilar Cortés

David Navarro

David Navarro

¿Qué impacto real puede tener la marcha del Banco Sabadell en la economía de Alicante?

Yo creo que la economía alicantina, al igual que la valenciana, tienen suficiente diversificación como para no depender de la sede social de una entidad financiera. Que cuando llegó era una buena noticia y seguro que ha ayudado, pero es una economía en la que hay muchas más cosas: servicios, turismo, capacidad productiva e industrial… Evidentemente, esto no es una buena noticia en el sentido de que un centro de decisión que estaba vinculado a la ciudad de Alicante, ya no va a estar. Pero también quiero relativizar que en este momento los bancos se están convirtiendo fundamentalmente en virtuales, es decir, que tampoco pensemos que va a dejar de tener actividad financiera el Sabadell en Alicante, porque sigue siendo su segundo mercado.

¿Y desde el punto de vista de la imagen?

Sí, evidentemente, la imagen puede verse afectada, pero yo creo que hay que desdramatizarlo. Es un día de shock, porque nadie lo sabía y no nos esperábamos esa vuelta en este contexto. Desde luego, entiendo que siente mal. Es lógico, porque el Sabadell ha estado siete años en Alicante muy bien y es un mercado muy importante para el banco. Pero, bueno, el Sabadell ha querido volver a su casa y ahora tendrá que aceptar las críticas, claro.

¿Qué motivos cree que hay detrás de este cambio?

Pese a lo que se dice, yo creo que también hay motivos económicos. Una buena parte de los servicios centrales siempre estuvieron en Cataluña, y, probablemente, en un contexto en el que los costes son tan importantes -y sabiendo que iba a haber estas críticas políticas y de analistas- debe ser algo que les compense. Yo no creo que una empresa, que además en este momento está sujeta a una opa y tiene que enfrentarse a los accionistas y a los mercados, pueda tomar una decisión solamente por política. ¿Que pueda haber valorado que ya es más seguro volver a Cataluña? Vale. ¿Pero que solamente haya razones políticas?... A mí se me escapa que una empresa pueda hacer eso. Tiene que haber otras cifras que deben haber influido.

¿No cree que, sobre todo, ha pesado el buscar el apoyo del Gobierno para defenderse de la opa?

Eso se me escapa, pero también le digo una cosa: una opa es una operación financiera que requiere básicamente que un número determinado de accionistas del Sabadell acepten las condiciones del BBVA. Si la aceptan una mayoría suficiente, yo veo muy complicado una marcha atrás, porque la operación hasta ahora no se ha parado. ¿La vas a parar en el último minuto, una vez se ha materializado esa operación financiera? Entiendo que alguien pueda pensar que este traslado puede servir para eso, pero es que es una operación con unos estrictos términos económicos, que depende de inversores que están en todo el mundo.

El economista Santiago Carbó, durante una reciente visita a Alicante.

El economista Santiago Carbó, durante una reciente visita a Alicante. / Pilar Cortés

Pero el Gobierno tiene capacidad de impedir la fusión.

Sí, por supuesto, pero una fusión que cumple todos los requisitos que le van diciendo todos los reguladores -porque hasta ahora ninguno ha puesto una objeción suficiente-, pues pararla en el último minuto tiene sus riesgos de reputación y de credibilidad para el Gobierno, que debe respetar las leyes del mercado. Ya llevamos ocho meses de opa, ya se podría haber hecho de otra manera. Entiendo que si se cumplen las condiciones financieras, es muy difícil que se pare. Estamos hablando de una operación de un banco global y de la imagen global de nuestro país. Tiene que haber argumentos.

¿Le ve sentido a la operación? ¿Será positiva o supondrá una concentración excesiva?

El sector está muy concentrado, pero me temo que vaya a haber alguna operación más, porque, al final, las entidades tienen que sobrevivir en un mundo tecnológico, en el que están entrando nuevos operadores. Es verdad que, si consideramos el sector financiero clásico de toda la vida, parece muy concentrado, pero también hay que tener en cuenta que cada vez entran más operadores, como los neobancos, o nuevos sistemas, y eso casi nunca lo calculamos porque no tenemos buenas estadísticas. Entonces, sí, aumenta la concentración en el mercado, pero es que va a seguir concentrándose porque, probablemente, no todas las entidades estén cómodas yendo independientes. Además, la CNMC no ha puesto sobre la mesa condiciones que sean tan lesivas. Me puede preocupar la fusión, pero no sé si es una razón suficiente (para detener la operación).

Los empresarios temen que haya menos crédito para las pymes.

No lo creo. Vamos a ver, los bancos en este momento necesitan dar crédito, porque se están reduciendo los tipos de interés, los márgenes y, por tanto, tienen que dar más cantidad para compensarlo. Y el negocio de las pymes es un muy buen negocio, al igual que las hipotecas. No creo que el crédito vaya a decrecer para nada.

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