La mayoría de los ingresos en los hospitales por intento de suicidio son de menores

La mayoría de ingresos hospitalarios en la Comunidad Valenciana con un diagnóstico de intento de suicidio son de adolescentes entre 15 y 18 años, con casos incluso más precoces entre menores. Así lo ha destacado el director general de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat, Bartolomé Pérez Gálvez, este viernes en Alicante, donde ha mantenido una reunión con profesionales vinculados a las Unidades de Detección Precoz en el Ámbito Escolar en la provincia. Con ellas, que entran ya en servicio, se pretende detectar problemas de salud mental en la escuela con un criterio clínico dando una respuesta inmediata y, de paso, se espera disminuir los conflictos en los colegios e institutos.

Estas unidades contarán con 20 psicólogos clínicos. En términos generales, Sanidad destaca que se refuerza en un 22 % la plantilla de salud mental en la provincia. Por especialidades, se incrementa un 13 % el número de psiquiatras, un 29 % el de psicólogos, un 33 % los enfermeros de Salud Mental, un 11 % los trabajadores sociales y un 42 % los terapeutas ocupacionales.

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El encuentro se ha celebrado en el Hospital de Sant Joan, que tiene unidad de ingreso de salud mental para menores. ""Lamentablemente (los intentos de suicidio) siguen subiendo porque la tendencia es la que es pero hay que bajar esto. A nosotros nos preocupa el final de todo. No queremos más suicidios", ha recalcado el psiquiatra alicantino.

La tendencia del incremento en intentos de suicidio recuerda que se inició en 2016 en la Comunidad, "otra cosa es que la gente no lo quiso ver". Los adolescentes están muy por encima que cualquier otra franja de edad en esta problemática, "incluso que los septuagenarios (más de 70 años), y eso se sabía y no se ha hecho absolutamente nada".

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Casos reales

"No estoy hablando ya de ideación suicida sino de personas que ingresan y que ese es el diagnóstico. Por tanto, son casos reales. Lo que queremos es que no tengamos que plantearnos que eso pasa. Tenemos un sistema sanitario tan excepcional que permite que en lo que respecta al número de suicidios como tal seamos una Comunidad en la media, y en esto influye que la asistencia sea rápida, que haya posibilidad de rescate. Tenemos que preocuparnos de que no haya intentos porque cuantos menos sean menos suicidio habrá", ha señalado.

"No estoy hablando ya de ideas sino de personas que ingresan y que ese es el diagnóstico. Por tanto, son casos reales"

Bartolomé Pérez Gálvez

— Director general de Salud Mental

Sin embargo, se está a la cabeza en intentos. "No podemos dejar en manos de la suerte o del sistema sanitario evitar pasar de una cosa a la otra, hay que prevenir", ha recalcado. Así, ha recordado que en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud lo primero en salud mental es promoción y prevención.

Sanidad incrementa en un 22% la plantilla de salud mental en la provincia de Alicante

Sobre los datos hospitalarios de intentos de atentar contra la propia vida, señala que siempre se conocen con una demora de un par de años, pero asegura que son elevados y lo seguirán siendo. "A ver si la sociedad se entera de lo mal que está, de que la pandemia fue terrible, pero es que esto ya era horrible. El plan de suicidio anterior, que tenía que bajar un 10%, incrementó un 10% la tasa de suicidio. No es culpa del plan, es la evolución que tenemos. El problema es que esto viene de lejos, y nos han caído dos situaciones excepcionales a nivel global y local como son el covid y la dana".

En este sentido, ha añadido: "¿estamos peor, repito, que el resto de comunidades? No, gracias a Dios no. Pero esto no es para mirarse el ombligo, esto es para decir hay que bajarlo porque todos somos conscientes de la impulsividad de los chavales, de que sus problemas siguen y van a ir a más por mil factores".

Nuevo plan

Ante esta alarmante problemática, ha anticipado la redacción de un nuevo plan contra el suicidio de la Conselleria de Sanidad, que está en fase de consulta. "Lo que sí que no es efectivo, por ejemplo, es ir a un colegio a dar un taller, que es lo habitual que se ha hecho. Vamos a buscar prácticas más basadas en la evidencia, que es lo que nos aconsejan los expertos. Nosotros pedimos expertos a las sociedades científicas y respetamos lo que nos digan. Estamos para ejecutar, no para pensar cuando uno no sabe".

Dentro de toda esta línea de trabajo, Pérez Gálvez está manteniendo reuniones con las jefaturas de servicio y de sección de Salud Mental de cada departamento, y con los propios profesionales que van a constituir las unidades de detección precoz de problemas de salud mental en los colegios.

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"Es algo innovador en el sentido de que no son psicólogos educativos sino sanitarios, que van a depender de las unidades de salud mental de infancia y adolescencia pero que trabajarán a demanda de los colegios. Los padres pueden llevar a sus hijos al pediatra, a Salud Mental, pero nos encontramos a chavales que están en fases muy iniciales, y es en el colegio donde se detecta. Ahí ya se llama la atención, se avisa a los padres, se les hace ver que hay un problema, porque siempre ha habido unos protocolos muy largos en la educación".

Con esta iniciativa conjunta de la Conselleria de Sanidad y de Educación se busca que la respuesta sea inmediata. Si se detecta un caso, "orientación educativa avisa y en 24/28 horas hay que estar presentes allí para analizar el caso y empezar el protocolo que corresponde".

Si se considera que no hay que realizar una intervención en una Unidad de Salud Mental Infantil (USMI), se sigue haciendo un trabajo en la escuela o fuera de ella con los chavales. Y si se cree que le corresponde ser tratado en una USMI, "ya estaría dentro del sistema sanitario, sin tener que pedir cita".

Función del profesorado

Esta función, según ha precisado el director general de Salud Mental, se incorpora a petición del profesorado, de forma complementaria a la orientación. "Los docentes se encuentran con el problema delante sin saber cómo atenderlo. Su orientación va a estar. Va a estar la formación del profesorado y la obtención de datos epidemiológicos, que es fundamental. Es absolutamente increíble que no se conozca, no ya en la Comunidad Valenciana, sino a nivel nacional, cuál es el estado de situación de la salud mental de los adolescentes. No disponemos de esos datos. Entonces, difícilmente se puede dirigir un barco cuando no tiene una carta de navegación".

"Ellos van a ser los encargados, no de obtener esos datos, pero sí de tutelar un sistema para tener algunos indicadores básicos de estrés, ansiedad o depresión, de cómo evolucionan, para que cada servicio se pueda planificar adecuadamente".

Una de las funciones de las unidades de detección precoz serán hacer sondeos epidemiológicos, muestreos aleatorios por aulas de forma regular. Una especie de barómetro o de cribado, a través de instrumentos de detección anónimos, para determinar cómo está la provincia a nivel de salud mental entre los escolares que se hará por departamentos, que es como se pueden utilizar mejor los recursos.

Seguimiento de la evolución en los institutos

En los institutos donde se detecten altos indicadores en la muestra se hará un seguimiento de la evolución, "porque es absolutamente imposible llevar un barco si no tienes una carta de navegación. Y esa es la realidad de la salud mental en España. Ellos van a tutelarlo pero lo dirigirán expertos de la Comunidad y de fuera, que se van a encargar de la logística y de que se ejecute".

Estos equipos de psicólogos clínicos en el ámbito escolar se ponen en marcha con 56 psicólogos en la Comunidad Valenciana. "Es el germen en base a unas ratios internacionales, que suelen indicar uno por cada 100.000 personas pero estoy convencido de que habrá que incrementarlo cada año. Va a permitir detectar precozmente y ser mucho más rápidos. No se puede aceptar que cuando atiendes un problema en un aula sea a golpe de protocolos y cuando ya ha estallado. Esto va a permitir una continuidad de cuidados incluso con los chavales que ya están en tratamiento en Unidades de Salud Mental Infantil".

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Veinte psicólogos en la provincia

De los 56 psicólogos clínicos de estas unidades, veinte estarán en la provincia de Alicante. "Es un tema puramente poblacional. Es otro criterio que estamos siguiendo. Históricamente, ha habido comarcas como que no existían como la Vega o Torrevieja. Todo lo que estamos haciendo lo ajustamos a tasas poblacionales. Los ciudadanos de Torrevieja, Vinarós o València tiene el mismo derecho. Entonces, si la población en un departamento es de 200. 000 habitantes, tendrán dos psicólogos. Si tiene 300.000, tendrá tres. Siempre al alza porque sabemos que hay que ir subiendo".

La previsión es elevarlos a 25 el año que viene. "Según la demanda, iremos subiendo", se compromete. La mayoría de ellos están ya trabajando. "Hemos tenido una dana que parece que fuera de l'Horta Sud la gente ha olvidado y empieza el problema gordo ahora. Hemos estado muy centrados en la dana y esto ha hecho que en Valencia estas unidades de detección precoz se hayan puesto en marcha rápidamente y han trabajado ya mucho; en Castellón también, y en Alicante falta ese empujón".

"Hemos estado muy centrados en la dana y esto ha hecho que en Valencia estas unidades de detección precoz se han puesto en marcha rápidamente y han trabajado ya mucho"

Bartolomé Pérez Gálvez

— Director general de Salud Mental

De hecho, los contratos se autorizaron en octubre. "A partir de hoy ya pueden realmente empezar fuerte porque se ha publicado la resolución conjunta de las dos consellerias y una serie de normas que había que hacer".