Los alumnos de Salesianos plantan 150 árboles para combatir el cambio climático en Alicante

Unos 165 estudiantes de 1º de la ESO y 4º de Primaria del Colegio Don Bosco reforestan por tercer año consecutivo las laderas de la "montaña del huevo" en el PAU 1

Los alumnos de Salesianos reforestan la "montaña del huevo" por tercer año consecutivo

Los alumnos de Salesianos reforestan la "montaña del huevo" por tercer año consecutivo / Pilar Cortés

José Gómez

José Gómez

Cerca de 165 alumnos del Colegio Salesianos Don Bosco plantaron 150 árboles en la ladera de la loma de María Auxiliadora, muy cerca de la sede de Cruz Roja en el PAU 1. Es el tercer año en el que los estudiantes de 1º de la ESO se organizan para darle una cubierta vegetal a la conocida como "montaña del huevo", en esta ocasión junto a escolares de 4º de Primaria.

A ella llegaron caminando desde las puertas de su colegio a las 9:50 de la mañana de este jueves. En la salida estuvieron acompañados por el profesor de Biología, Jesús Santana, así como por otras maestras, auxiliares y profesores, pero también por una veintena de padres y madres, que por primera vez en estas tres ediciones fueron invitados a participar. La jornada de reforestación lleva por nombre Bosque contra el Cambio Climático, y forma parte del proyecto de aprendizaje-servicio Salva la Atmósfera del área de Biología del centro.

Del total de las plantas sembradas, unos 50 ejemplares fueron conseguidos por los propios alumnos mediante una campaña de apadrinamiento por la cual muchos miembros de la comunidad educativa aportaron dinero, o incluso donaron árboles para la causa. Los otros 100 especímenes los proporcionó el Ayuntamiento de Alicante, que a través del Servicio de Parques y Jardines ha colaborado con la iniciativa.

Sumando las ediciones de los dos años anteriores, esta jornada alcanzará los 350 árboles sembrados. Pero la tarea no concluye con el primer riego. Por eso han invitado a toda la comunidad, escolar y de vecinos, a seguir cuidando de los retoños para que puedan crecer adecuadamente. En esta labor será clave la participación del Ayuntamiento. En la primera edición, comentó Santana, se instaló riego por goteo y eso contribuyó a lograr un 80 % de supervivencia de los árboles plantados. Este año adelantó que también contarán con el sistema de irrigación.

Proyecto integral

Este proyecto de aprendizaje-servicio implica a los alumnos en diferentes equipos para afrontar las diversas tareas. Uno de ellos son los equipos de comunicación, uno por cada grupo de 1º de la ESO. El grupo encargado de la relación con la prensa, encabezado por Carla Juan, e integrado por sus compañeros Álvaro, Rubén, Vega y Mar, no solo redactó las notas de prensa e invitaciones a colaborar en la jornada, sino que también recibió a INFORMACIÓN y explicó los detalles del proyecto.

Desde principios del año escolar, en septiembre, los alumnos han ido preparándolo todo para este día: difusión, carteles, fotos, videos... Todo lo necesario para hacer llegar la iniciativa a todas las partes posibles para captar manos amigas y ampliar su impacto. Unos 75 niños de primaria y otros 90 de secundaria acudieron a la reforestación en este tercer año, que tiene la particularidad de que los jóvenes que hoy están en 1º de la ESO ya participaron en la primera edición, cuando estaban en 5º de Primaria.

"El calor que sobra son los árboles que faltan"

El lema que eligieron los estudiantes para esta actuación es claro: "El calor que sobra son los árboles que faltan". La finalidad del proyecto no es solamente la mejora del entorno de la zona con su arborización, mucho más que ello, es que la futura capa vegetal retire de la atmósfera miles de kilogramos de dióxido de carbono, ayude a reducir el calentamiento global y mejore la habitabilidad de Alicante.

Una madre de 4º de Primaria, Neus Segura, aseguró que fue una muy buena experiencia participar junto a su hijo en la mejora de un lugar que forma parte de su vida. "Yo estudié aquí, en el colegio de las salesianas -al otro lado de la montaña- y ahora estamos dándole vida a esto que antes era un secarral", aseguró Segura. Dos compañeras de su hijo, Vega y Daniela, confesaron haber plantado cinco y tres árboles, respectivamente, y que disfrutaron mucho de una experiencia que habían estado esperando con ansias.

En tres años les tocará a ellos formar parte plena del proyecto, que gracias a la buena acogida entre la comunidad educativa, el impulso constante de los profesores y el apoyo recibido de parte del Consistorio, tiene visos de seguir llenando de verde esta zona de la ciudad.

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