Así te afecta la nueva ordenanza del ruido de Alicante que entra en vigor hoy

La normativa se actualiza por primera vez desde 1991 incluyendo sanciones de hasta 300.000 euros y cambios en las actividades permitidas en los domicilios

Ambiente en la calle Castaños de Alicante

Primer fin de semana con nuevos horarios para la hostelería de la ciudad de Alicante / Alex Domínguez

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Ni fiestas en domicilios a partir de las 22:00 horas ni televisores en los bares después de medianoche. Este martes entra en vigor la nueva ordenanza del ruido en Alicante, que introduce novedades con sanciones económicas que alcanzarán hasta los 300.000 euros en los casos más graves.

La normativa, oficialmente denominada "Ordenanza de Protección Contra la Contaminación Acústica y Vibraciones", supondrá renovar la que se aprobó en 1991 y se encuentra todavía en vigor. Tras dos intentos fallidos en 2019 y 2023 (ambos a las puertas de las elecciones municipales) el gobierno local de Luis Barcala (PP) consiguió los votos necesarios para impulsar el nuevo documento el pasado mes de diciembre, con el apoyo del PSOE y la abstención de Compromís.

Medidas

Entre las principales novedades que se recogen en la normativa, la Concejalía de Urbanismo incorporí al artículo 33.2, relativo a conductas no permitidas en el interior de viviendas, la prohibición de realizar fiestas o juegos que excedan de los valores máximos de ruido entre las 22:00 y las 8:00 horas. Un apartado en el que ya se incluían otras actividades molestas como la realización de obras o reparaciones materiales o mecánicas de carácter doméstico en locales o domicilios particulares, y que establece la misma limitación horaria para todos los días de la semana.

Respecto a la normativa de 1991 (que se puede consultar aquí), además, se modifican los niveles máximos de ruido. En la anterior normativa, se establecía un tope general en viviendas de 50 decibelios, ahora se indican diferentes baremos en función de las distintas estancias de la casa. De esta forma, se permiten hasta 30 decibelios en los dormitorios; hasta 40 en piezas habitables; hasta 45 en pasillos, aseos y cocina; y hasta 50 en zonas comunes.

Hostelería

La entrada en vigor de la Ordenanza contra el Ruido también supondrá cambios dirigidos a mitigar el impacto acústico de la hostelería. En este sentido, una de las medidas que generó polémica tras el último intento del equipo de gobierno para aprobar la ordenanza fue la relativa a los televisores de los establecimientos, especialmente por aquellos en los que se retransmiten eventos deportivos.

El texto aprobado permite, tras admitirse una alegación vecinal, instalar aparatos reproductores de imagen sin sonido en el interior del local mirando hacia el exterior, pero limitando su funcionamiento únicamente en la franja horaria comprendida entre las 08:00 horas y la 00:00 horas.

Además, la nueva normativa facilita la posibilidad de aplicar determinadas restricciones especiales a los establecimientos, tales como reducciones de horario o suspensión de las licencias y permisos de veladores. Un recorte que, tal y como anunció el vicealcalde, Manuel Villar, se traducirá en dos Zonas Acústicamente Saturadas: una en el entorno de la calle Castaños y otra en algunas vías del Casco Antiguo.

Estas medidas, pese a que llevan siendo anunciadas como inminentes por el ejecutivo local desde septiembre de 2024, aún no se han materializado.

Sanciones

El nuevo documento incluye sanciones por incumplir la normativa que van desde los 600 hasta los 300.000 euros. Entre las leves, castigadas con hasta 600 euros, se incluyen cuestiones como superar los límites sonoros establecidos en la presente ordenanza en menos de seis decibelios; la instalación o uso de reproductores de sonidos, aparatos de radio/televisión o instrumentos musicales en la vía pública sin la pertinente autorización; o circular con el vehículo reproduciendo audio a un volumen elevado y las ventanillas bajadas.

Respecto a las gravesde 601 a 12.000 euros, contemplan el uso de vehículos "a escape libre"; el incumplimiento de las condiciones establecidas en materia de contaminación acústica en las licencias ambientales; superar los niveles sonoros permitidos en más de 6 decibelios en el caso de ruidos producidos por vehículos a motor; o realizar manifestaciones populares, verbenas o conciertos, sin contar con la debida autorización.

Por último, entre las infracciones muy graves, que conllevan sanciones de hasta 300.000 euros, destacan la producción de contaminación acústica por encima de los valores límite establecidos en zonas de protección acústica especial y en zonas de situación acústica especial, como podrían ser las futuras Zonas Acústicamente Saturadas que el gobierno local ha anunciado para el entorno de la calle Castaños y el Casco Antiguo de la ciudad.

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