El patrimonio de la Universidad de Alicante necesita conservación

El campus, que conserva una torre de control y los pabellones militares del antiguo aeródromo, tiene por delante una restauración con un coste millonario

El deterioro de los inmuebles más antiguos de la UA

El deterioro de los inmuebles más antiguos de la UA / Héctor Fuentes

A. Fajardo

A. Fajardo

La Universidad de Alicante (UA) encara un año clave para empezar a conservar sus inmuebles más antiguos: aquellos que el campus heredó del Ejército dispuestos junto a lo que fue la torre de control del aeródromo militar de Rabasa de los años cuarenta. Tras ocho décadas de vida, necesitan afrontar una intervención de peso, nunca realizada hasta la fecha.

El gran escollo es la financiación, inabarcable para las arcas de la institución académica, pues además de la docena de inmuebles de docencia e investigación que se asientan en los pabellones de las tropas del acuartelamiento, el recinto universitario cuenta con otras construcciones de más que medio siglo de vida que urgen reformas, algunas de ellas integrales.

De ahí, una de las reivindicaciones constantes de la rectora, Amparo Navarro: hacen falta fondos específicos de las administraciones públicas para poder mantener y modernizar inmuebles históricos de la Universidad, como sí tienen otras comunidades autónomas, como Galicia.

Una cifra que sirve para hacerse una idea del alto precio al que se tiene que enfrentar la UA para mantener en condiciones sus equipamientos son los dos millones de euros que va a costar este año la reforma integral solo del pabellón 13, desalojado hace año y medio tras colapsar parte del tejado y afectar a un aula, sin causar heridos. Pertenece a la Escuela Politécnica Superior, en concreto, al laboratorio de televisión y vídeo y sus usuarios están reubicados en barracones. La institución académica ya tiene licitado el proyecto de la remodelación y la partida económica reservada.

La escalera del Paraninfo, afectada por la corrosión, será restaurada

La escalera del Paraninfo, afectada por la corrosión, será restaurada / Héctor Fuentes

El pabellón 9, dedicado a Biotecnología, con grietas visibles en la fachada y con la imprenta también evacuada desde el curso pasado, es otro de los que se encuentra en la lista de inmuebles patrimoniales que aguardan una intervención, al igual que el número 12, donde se encuentran los laboratorios de microbiología, de similares características y fecha de construcción.

El paso de las décadas, la forma de construir en aquel entonces unos pabellones cuyo uso era militar, así como el sol directo, son los factores que, según el vicerrector de Infraestructuras de la UA, Salvador Ivorra, hacen necesaria la reforma de este legado patrimonial que mantiene en pie la Universidad.

Sin embargo, el campus universitario formado por casi medio centenar de edificios tiene otras construcciones que también están empezando a dar problemas y que son incluso más apremiantes que los pabellones militares que no están desalojados porque no presentan todavía riesgos.

Es el caso del edificio de Ciencias III, de más de 50 años, cuya reforma está valorada en 2,5 millones de euros y la institución académica está a la espera de licitar la obra.

Este edificio, antiguo pabellón interdepartamental de Medicina, carece de daños estructurales, pero necesita una renovación integral que incluirá las ventanas, las rampas, el aire acondicionado y el ascensor, entre otros elementos, según el vicerrector de la UA.

Otras reformas urgentes

Para atender el deterioro y los daños que se extienden en el resto de un campus fruto del paso de los años, la institución académica tiene medio millón de euros reservados que irán destinados, entre otros cometidos, a las pérgolas de acceso a la Facultad de Derecho, cuya reforma se prevé para el mes de julio.

También se va a intervenir con esos fondos en las escaleras del Paraninfo, por problemas de erosión, así como del Club Social I (donde ya han empezado las obras para paliar daños similares en las vigas de la entrada) y en el Centro Comercial, porque ocurre lo mismo, los pilares del exterior se han visto afectados por una corrosión que hincha el hierro y acaba reventando el hormigón.

La grieta de uno de los inmuebles militares que atesora la UA

La grieta de uno de los inmuebles militares que atesora la UA / Héctor Fuentes

La renovación de la lámina de impermeabilización de la torre central del edificio de Ciencias de la Salud que ha dejado inhabilitada la pasarela, también está en esa larga lista de asignaturas pendientes que tiene que atender la UA en un campus de más de 800.000 metros cuadrados.

Los retos en cuanto a las infraestructuras no se quedan ahí para una Universidad que cumplirá medio siglo de vida. La institución académica trabaja con las administraciones para un desafío incluso todavía más ambicioso para el que por ahora no hay fecha: la expansión hacia el campus Oeste.

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