Barcala "suaviza" el recorte horario a las discotecas pero no salva las críticas del sector en Alicante

Las salas de fiesta de las Zonas Acústicamente Saturadas podrán abrir hasta las 3:00 de la madrugada, aunque el alcalde anunció inicialmente que lo harían hasta las 2:00

Los empresarios avanzan despidos y aseguran que las terrazas suponen hasta el 70 % de la recaudación de algunos locales

Hosteleros de la calle Castaños de Alicante se oponen al recorte de terrazas que traerán consigo las nuevas ZAS

Hosteleros de la calle Castaños de Alicante se oponen al recorte de terrazas que traerán consigo las nuevas ZAS / Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Las discotecas de la calle Castaños y del entorno de la Plaza Quijano, en el Casco Antiguo, cerrarán como muy tarde a las 3:00 de la mañana en fines de semana y vísperas de festivo, una hora después de lo anunciado inicialmente por el gobierno de Luis Barcala el pasado mes de septiembre. Las terrazas, además de adelantar su clausura a medianoche con carácter general, se reducirán a la mitad tanto en número de mesas y sillas como en el espacio físico que ocupen. Se trata de las principales medidas incluidas en las nuevas Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) que el Ayuntamiento de Alicante ha aprobado este martes para dos de las principales áreas de ocio nocturno de la ciudad con el objetivo de favorecer el descanso de los vecinos.

La Junta de Gobierno Local ha dado luz verde inicial a las ZAS tras varios meses de retraso desde que el vicealcalde Manuel Villar lo anunciase en el mes de mayo de 2024, en una entrevista con este diario. De acuerdo con el expediente, las ZAS también supondrán una suspensión de nuevas licencias para discotecas, bares, restaurantes, cafés, karaokes e incluso salas de bingo. Además, tampoco se podrán solicitar nuevos permisos de ocupación de vía pública para la instalación de terrazas ni una ampliación de los permisos existentes. De hecho, se produce un recorte del 50 % en la actual superficie que ocupan las terrazas. «Todas las autorizaciones de ocupación de vía pública para instalar veladores quedan reducidas en los porcentajes siguientes: 50% de superficie de ocupación y 50% de mesas y sillas, conforme a las autorizaciones que tuvieran concedidas», reza el documento.

Por lo que respecta a los horarios de los veladores, solo será posible en horario de 08:00 a 00:00 horas con carácter general, debiendo quedar totalmente retirado el mobiliario a medianoche. Durante los meses comprendidos entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, se ampliará este horario las noches de los viernes, sábados y víspera de festivos, en media hora, siendo posible la ocupación en horario de 8:00 horas a 00:30 horas. La medida, según anunció en su momento el alcalde, Luis Barcala (PP), será de aplicación inmediata. Eso sí, solo en lo referente a las licencias. La rebaja de los horarios y la disminución de mesas en la vía pública tendrá que esperar al menos un mes, hasta que concluya el periodo de exposición pública y se resuelvan las alegaciones presentadas.

Cambio de planes

Una serie de medidas que ya fueron anunciadas por el ejecutivo municipal en septiembre del pasado año y que, según el alcalde y el vicealcalde, se mantendrían en los mismos términos que fueron anunciadas. Sin embargo, pese a que el recorte de las terrazas y sus horarios sí cumplen con lo previsto, no ocurre igual con el cierre de las discotecas. En 2024, el equipo de gobierno del PP avanzó que, como máximo, deberían bajar la persiana a las 2:00 de la madrugada, algo que finalmente se ha establecido una hora más tarde, «suavizando» la forma en que las ZAS afectarán a las salas de fiesta de las áreas en cuestión.

Las únicas noches en las que los establecimientos de ocio nocturno podrán eludir la ZAS serán el periodo de duración de las fiestas de Hogueras de San Juan, en el que habrá que ceñirse a las fechas y horarios establecidos en el Bando o Decreto Municipal correspondiente, así como las fiestas de Nochebuena, Nochevieja, Año Nuevo y la noche de Reyes.

Sobre la extensión de estas restricciones, el vicealcalde Villar avanzó que se mantendrán al menos durante un año. Pasado este plazo, será necesario revisar cómo han afectado a los niveles de ruido que se registran habitualmente en las zonas afectadas, pudiendo suavizarse o endurecerse, según corresponda. En cuanto a la posibilidad de que el ocio nocturno se traslade a calles adyacentes, algo de lo que han alertado en varias ocasiones empresarios del sector, Villar apuntó que el Ayuntamiento no descarta emprender las mismas actuaciones en aquellos puntos que pasen a convertirse en conflictivos, desde el punto de vista de la contaminación acústica. 

Los empresarios anuncian despidos

Desde el sector, los hosteleros de las zonas afectadas avanzan que su entrada en vigor supondrá una pérdida de empleo: «Las medidas que se han tomado a nosotros nos hacen que tengamos que prescindir de personal. Si nos quitan el 50 por ciento de la terraza otras tres o cuatro personas más tendrán que ir al paro», lamenta el hostelero Francisco Amat. En el caso de su negocio, recuerda que antes de la entrada en vigor de la  Ordenanza de Ocupación de Vía Pública contaba con diez empleados que ahora son siete. «Cuando entre en vigor la ZAS seremos cuatro o cinco», sostiene.

En la misma línea se pronuncia Estefan Veizer, dueño de otro establecimiento en la calle Castaños: «Dos tercios del total de la caja los produce la terraza. Si nos quitan la mitad los números salen muy mal». Eliana Henn, empleada, teme igualmente quedarse sin empleo: «Me preocupa mucho la situación porque he sido la última empleada en entrar y tengo que pagar el alquiler». Al igual que Catalina Sierra, trabajadora en un conocido bar deportivo del centro de Alicante, quien también considera que las normativas aprobadas recientemente supondrán pérdidas para los negocios: «Nos afecta muchísimo y está claro que se van a reducir los ingresos», indica.

La oposición, con los papeles cambiados

Tampoco la oposición municipal se pone de acuerdo con la medida. Mientras la izquierda la valora positivamente aunque muestra sus reticencias a ciertos aspectos, en esta ocasión es Vox (el socio habitual del PP) el que se muestra más beligerante con la decisión del equipo de gobierno.

«Nos decepciona que han tardado mucho tiempo en implantar las ZAS y la ordenanza contra el ruido, dos cuestiones para las que tenía nuestro apoyo» sostiene el edil socialista Raúl Ruiz, quien también afirma que «es una buena decisión que tiene puntos flojos que se tienen que resolver». En este sentido, el concejal del PSOE señala que «esta ordenanza entra en contradicción con otras que ya tenemos, como la de Ocupación de Vía Pública», donde el horario de los veladores es diferente. 

En Compromís, su portavoz, Rafa Mas, ha defendido la necesidad de «reconvertir el sector» para favorecer la creación de otro tipo de negocios, más enfocados en el comercio y menos en el ocio nocturno. «Tenemos dudas de por qué en unas calles sí y en otras no», ha añadido Mas, quien asegura que planteará alegaciones de la mano de los vecinos. 

En este caso, la nota más discordante la aporta Vox, quien lo considera una «bajada de pantalones» del gobierno municipal: «Es arbitrario y vamos a estudiarlo jurídicamente para buscar cualquier punto a impugnar», ha sostenido el portavoz adjunto de la formación de ultraderecha, Mario Ortolá, tras conocer las medidas de las nuevas ZAS.

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