Vecinos de Alicante crean un movimiento ciudadano contra la ampliación de la zona azul

Las entidades vecinales de los barrios afectados denuncian que el aumento de plazas de estacionamiento regulado es una “medida recaudatoria” y exigen una consulta popular sobre movilidad

Una de las zonas ORA ubicadas en los alrededores de la calle Poeta Quintana / Alex Domínguez

Aitana Solera

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

El movimiento vecinal contra la ampliación de la ORA resurge en Alicante. Las entidades vecinales de los barrios afectados por el proyecto de ampliación de la ORA anuncian la creación de un movimiento ciudadano para oponerse a la ampliación de la zona de estacionamiento regulado (zona azul y naranja), que contempla el Ayuntamiento en un reciente estudio de viabilidad publicado en la web municipal. De esta forma el movimiento, que cuenta con la participación de residentes de los barrios afectados, Alipark, Oliveretes, Centro Tradicional, Carolinas Bajas, Benalúa, Princesa Mercedes, San Blas, Campoamor y San Antón, promete unir fuerzas para frenar una medida que consideran “injusta” y cuyo único objetivo, denuncian, es aumentar la recaudación municipal.

La medida, que prevé incrementar significativamente las plazas de pago en estos barrios, tanto en la zona azul como en la zona naranja, ha sido calificada por los vecinos como un "impuesto encubierto" que no resuelve los problemas de movilidad en la ciudad. De aprobarse el proyecto planteado por el Ayuntamiento de Alicante el número total de plazas sujetas a pago por tiempo limitado se multiplicaría por más de cuatro, pasando de las 1.873 actuales a un total de 7.808 plazas reguladas.

Además, estas entidades vecinales señalan que los ingresos generados podrían destinarse a financiar las nuevas instalaciones del depósito municipal de vehículos en el barrio de Rabassa. De hecho, indican en su escrito que el Ayuntamiento prevé recaudar más de 28 millones de euros en 2025 por conceptos relacionados con la movilidad, como multas, tasas de estacionamiento e impuestos de circulación. Actualmente, la recaudación anual de las plazas de aparcamiento reguladas asciende a 2,23 millones de euros,pero con la implementación de las 7.808 plazas proyectadas, se estima que los ingresos podrían alcanzar los 8,1 millones de euros al año, cuadruplicando la cifra actual.

Las entidades vecinales advierten que esta medida no ha sido consensuada con la ciudadanía y que, lejos de solucionar los problemas de aparcamiento, perjudicará a los residentes y al comercio local. "Si los vecinos tienen que pagar más por estacionar cerca de sus viviendas, reducirán su capacidad de gasto en los comercios del barrio y optarán por trasladarse a centros comerciales con aparcamiento gratuito", argumentan.  

Ante esta situación, los vecinos exigen que se abra un proceso de debate sobre la movilidad y el estacionamiento en la ciudad, que incluya alternativas como la creación de aparcamientos disuasorios gratuitos, la mejora del transporte público y la ampliación de la red de carriles bici. Además, piden que cualquier decisión se someta a una consulta popular vinculante.  

Asimismo, en respuesta a la iniciativa municipal, las entidades vecinales han anunciado la creación de un movimiento ciudadano contra la ampliación de la zona ORA, con la participación de residentes de los barrios afectados. El objetivo es frenar una medida que consideran "injusta" y que solo supondrá un mayor coste para los ciudadanos sin aportar soluciones reales a los problemas de movilidad en Alicante.

Un problema para los barrios

Esta ampliación, según propone el gobierno de Barcala, se llevaría a cabo en dos etapas. En la primera fase, se sumarían 3.077 nuevas plazas a las 1.873 ya existentes, alcanzando un total de 4.959 plazas reguladas. Posteriormente, en una segunda fase, se añadirían 2.849 más, llegando así a la cifra final de 7.808 estacionamientos regulados. Este incremento representaría un cambio sin precedentes en el sistema de ORA de la ciudad.

Se trata del segundo intento por parte del equipo de gobierno del PP de Barcala de incrementar la zona azul y naranja en la ciudad de Alicante. En 2021, el PP propuso la implantación de una nueva área de estacionamiento regulado en el barrio de Carolinas Altas, con 350 plazas de zona naranjas, destinadas principalmente a los residentes, 224 plazas azules, de las cuales 197 son de visitantes y 27 de media estancia. Una propuesta que finalmente no salió adelante debido al rechazo vecinal.

De hecho, aquellos en su día se opusieron a esta ampliación de la zona azul se mantienen firmes contra este nuevo intento. Joaquín Gracia, presidente de la Asociación de Vecinos de Carolinas Bajas, calificó de "desastre" la propuesta de regulación del aparcamiento, advirtiendo que agravará la falta de estacionamiento en todos los barrios. "La zona naranja no garantiza plazas para los residentes, ya que cualquiera puede aparcar en ella. No se puede imponer una medida así sin mejorar antes el transporte público”, señaló Gracia.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Alipark, Diego Ardanaz, advirtió de que la implantación de la zona azul agravará los problemas de aparcamiento en el barrio, ya saturado por la proximidad de los juzgados. "Aquí es imposible aparcar hasta las 18 horas, y con esta medida será aún peor para los vecinos. Está claro que se quiere dar una patada hacia delante sin ver las causas reales de los problemas que implica que no haya alternativas al tráfico rodado", afirmó Ardanaz.

"Es una situación abusiva y perjudicial para las personas que viven en barrios obreros", indicó Encarnación López, presidenta de la Asociación de Vecinos de San Blas, quien criticó la propuesta afirmando que: "Los sueldos de la gente hoy en día no dan para pagar estas cuotas, no se puede hacer negocio con las plazas de aparcamiento. Hay que tener más miramiento por los alicantinos", defendió López.

Por su parte, Ernest Gil, presidente de la Asociación de Vecinos de Benalúa de El Templete, ha criticado la propuesta de regulación del aparcamiento, asegurando que "no va a solucionar nada" y que no aborda las causas reales del problema. "Se pretende dar una patada hacia adelante sin alternativas reales, manteniendo la situación como si se estuviera haciendo algo, pero sin ir a la raíz del problema", apuntó Gil, reclamando una planificación más seria para mejorar la movilidad en los barrios.

Compromís denuncia ante el Síndic

Desde el grupo municipal de Compromís han mostrado su rechazo a la ampliación de la zona azul y naranja en diferentes barrios de la ciudad por lo que han presentado una queja ante el Síndic de Greuges. "No entendemos por qué no se está informando a la ciudanía sobre la propuesta de ampliación que recoge un incremento del servicio", afirma el portavoz de Compromís, Rafa Mas, quien insta al equipo de gobierno a que "rechace dicha ampliación y avance en la mejora de la movilidad en nuestra ciudad. Más aparcamiento público en los barrios, más transporte público que conecte todos nuestros barrios, playas, partidas y polígonos, carriles bici y calles verdes peatonales", apunta Mas.

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