La nueva cámara de vigilancia de Alicante no graba imágenes

El Ayuntamiento asegura que el dispositivo se encuentra fuera de servicio hasta comprobar "que cumple con los requisitos legales" y defiende ahora que se debe "a la necesidad de proteger el acceso al edificio consistorial" y no a la cruz vandalizada

Instalan una cámara a lo "gran Hermano" para vigilar el vandalismo en Alicante

Héctor Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Sigue la polémica por la nueva cámara de vigilancia que el Ayuntamiento de Alicante instaló (según Subdelegación, sin permiso) para controlar el vandalismo en la plaza de la Santísima Faz. Al menos, ese era el argumento del gobierno de Luis Barcala cuando se anunció el dispositivo. Ahora que el organismo del Gobierno ha cuestionado que se enfoque hacia la vía pública, el ejecutivo municipal cambia de versión y afirma que se debe "a la necesidad de proteger el acceso al edificio consistorial" y no a la cruz que fue derribada en dos ocasiones.

En plena negociación de presupuestos con el grupo Vox, que finalmente fueron aprobados con el voto de los ultras, el ejecutivo municipal del PP tardó menos de una semana en colocar una cámara vigilancia para proteger la cruz vandalizada a espaldas del Ayuntamiento, un requerimiento de los de Abascal. Tras ello, la Subdelegación del Gobierno advirtió de que el aparato no contaba con autorización y requirió un informe al equipo de gobierno que dirige Luis Barcala.

Cámara desconectada

En ese documento, remitido por la Administración local a principios de marzo, no se realiza alusión alguna al monumento que motivó su instalación, sino que esta se atribuye a la necesidad de controlar uno de los accesos al propio Ayuntamiento. La decisión, de acuerdo con el informe, se motiva en otro documento elaborado por los encargados de la seguridad corporativa que, sin embargo, no se adjunta al expediente.

No obstante, en el texto se reconoce que la cámara en cuestión todavía no se encuentra conectada al sistema, por lo que no ofrece imágenes ni grabaciones hasta que se revise que cumple con los requisitos legales que el vicealcalde, Manuel Villar, aseveró que ya se cumplían.

Discusión sobre el permiso

Ahora, pese a que el ejecutivo local anunció que contaba con el necesario permiso para ubicar el dispositivo enfocando hacia la plaza (lo que según el PSOE atentaba contra la Ley de Protección de Datos), se indica que se encuentra amparada por la misma autorización con la que cuentan las cámaras que controlan los accesos al edificio.

Consultadas sobre este asunto, fuentes de la Subdelegación de Gobierno aseguraron que pedirán el informe pertinente al Ayuntamiento, omitido del expediente, y que recordarán al gobierno de Luis Barcala que la cámara tiene que enfocar necesariamente a un edificio público y no a la plaza como ocurre ahora.

"Tomadura de pelo"

Para el PSOE municipal, es "una tomadura de pelo" que el gobierno de Barcala asegurara que la cámara se había instalado "para evitar el vandalismo" en la plaza de la Santísima Faz y "que ahora diga que lo que se pretende vigilar es la fachada de la casa consistorial, cuando todos pueden ver que no es ahí donde apunta el dispositivo".

El edil socialista Raúl Ruiz lamenta además que, "ahora que se ha descubierto que instaló la cámara sin la preceptiva autorización, afirma que, en realidad, se encuentra apagada". Por ello, la formación sigue insistiendo en que el alcalde "debe dar ejemplo y actuar conforme a la legalidad, porque al parecer ni había solicitado permiso a la Subdelegación de Gobierno ni había colocado el preceptivo cartel que informe de la instalación de este dispositivo en una vía pública".

En este sentido, Ruiz considera que se trata de "otra chapuza que evidencia la falta de rigor de quien dirige el Ayuntamiento de Alicante".

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