Las goteras se cuelan a través de las juntas de dilatación del Puente Rojo en Alicante

Durante todo el miércoles, pese a haber cesado las lluvias que marcaron el martes en Alicante, los bajos del Puente Rojo se hallaban encharcados en varios puntos por las goteras continuas que brotaban, principalmente, de las juntas de dilatación del paso elevado.

La situación se repetía en ambas cabezas de puente, tanto en el lado de Santo Domingo-PAU 1 como en el de Florida Portazgo. La caída de alguna gota sobre la cabeza de un viandante era un llamado a mirar hacia arriba, para encontrarse con unas juntas llenas de humedades que, a ojo de un ciudadano no entendido, harían pensar que el elevado necesita urgentemente mantenimiento.

Pero esta intuición no es equivocada. El agua y los contaminantes que se filtran a través de la junta afectan a mediano y largo plazo la durabilidad del concreto de los elementos estructurales, descontando, por supuesto, el desperfecto estético que causan a corto plazo.

Reparación adjudicada

Incluso el Ayuntamiento ya adjudicó el pasado agosto un paquete de reparaciones viales en el que incluían al Puente Rojo, con una dotación de 129.815 euros. Entre lo presupuestado estaba el asfaltado de la calzada sobre el elevado y la reparación de las juntas estructurales.

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Consta que el pavimento se renovó hace seis meses, incluso siendo necesario reasfaltar a posteriori un tramo defectuoso cercano a la Glorieta Músico Emilio Álvarez, bajo el ficus. Sin embargo, las goteras de este miércoles ponen en duda la situación de las juntas, que incluso en imágenes se ven caídas desde la parte inferior del puente.

Denuncias vecinales

A este respecto, la Asociación de Vecinos del PAU 1 sostiene que ha denunciado en repetidas ocasiones en los últimos años el «mal estado y ningún mantenimiento» que sufre el puente, por no sumar los reclamos referentes a la suciedad que impera en los terrenos del futuro Parque Central que atraviesa esta estructura.

«Las juntas de abajo no están y las que quedan se irán cayendo», ha señalado Rosario Buyolo, presidenta del colectivo vecinal. Desde la asociación a la que pertenece han denunciado que hace unos tres años que el material de las juntas se va desprendiendo, así como que en verano «gotea asfalto» a los bajos. Algo que, aseguran, han puesto siempre en conocimiento de las autoridades municipales sin que estas «hagan caso».

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Otro factor por el cual han protestado es por la falta de iluminación nocturna en el puente. Buyolo ha señalado que hace unos nueve meses que las dos torres centrales de iluminación del elevado no funcionan, acentuando el abandono y la peligrosidad que tienen los pasos de esta estructura por las noches.

La última actuación integral sobre el Puente Rojo tuvo lugar en el primer año de mandato del tripartito, con el cambio de las juntas de dilatación y posterior limpieza, pintura y asfaltado de la infraestructura. Unos trabajos de los que pronto harán diez años.