El Gran Poder se vuelca con su lado asistencial en Alicante

Con la inminente llegada de la Semana Santa, la Real, Muy Ilustre, Santa y Sacramental Hermandad de la Misericordia, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza Coronada trabaja a contrarreloj para ultimar los detalles de su esperada procesión de la tarde del Domingo de Ramos. A pesar de que este año no se estrenan nuevos elementos en el paso, la hermandad ha redoblado sus esfuerzos en el plano asistencial, destinando una parte importante de su presupuesto a ayudar a la parroquia y a los feligreses.

Un compromiso con la comunidad

Más allá del esplendor y la solemnidad de la procesión, la hermandad ha decidido dar un paso más en su compromiso con la comunidad. "Hemos optado por destinar más recursos a la asistencia social y parroquial. Creemos que cada etapa tiene su propósito, y en este momento, nuestro esfuerzo debe centrarse en ayudar a quienes más lo necesitan", afirma Miguel Ivorra, hermano mayor de la hermandad. Esta apuesta por la solidaridad refuerza el papel de la cofradía como un pilar de apoyo, demostrando que la Semana Santa no solo es devoción y tradición, sino también una manifestación de compromiso y entrega a los demás.

"Estamos prácticamente en puertas de la Semana Santa y para nosotros es una época especialmente ilusionante", explica Ivorra. "No solo por la preparación de fe que conlleva, sino también por todo el trabajo material y logístico que realizamos. Durante todo el año nos esforzamos para que el Domingo de Ramos sea la culminación de nuestra labor, un día en el que se mezclan muchos sentimientos y emociones", señala Ivorra.

Novedades en el recorrido

Este año, la principal novedad en la procesión es el relevo en la dirección del paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza Coronada. Francisco Sáez asume el cargo de capataz, tomando el testigo de Juan Guijarro tras años de entrega y compromiso. "Francisco es un costalero de la hermandad desde los inicios, un gran cofrade y está muy comprometido con nosotros. Esperamos que pueda superar ese listón tan alto que Guijarro ha dejado entre nosotros", señala Ivorra.

Entre los momentos más esperados del recorrido, el hermano mayor de la hermandad incluye la salida desde la Parroquia de la Misericordia, un instante cargado de emoción, como la "revirá" de la calle Trafalgar con Gallo y la "revirá" de la calle Muñoz con Miguel Soler. Otra parada clave es la su paso por las calles del barrio de San Antón y el regreso por la calle Díaz Moreu, ya en la penumbra, envuelve a la procesión en una atmósfera de espiritualidad y recogimiento, acompañada por el inconfundible aroma del incienso. "Es un momento mágico, la hermandad se relaja y permite disfrutar de cada detalle: la música, el incienso, la media luz... creo que es un momento que da sentido a lo que hacemos cada año", concluye Ivorra.

Un desfile cargado de devoción

Con más de 160 años de historia, la hermandad ha sabido consolidarse como una de las más representativas de Alicante. Fundada en 1860, su origen se remonta al fervor despertado por una imagen de la Virgen Dolorosa, traída desde Florencia por el cónsul Víctor Cristóbal Salvetti. Desde entonces, la cofradía ha pasado por distintos momentos históricos, incluidas la Guerra Civil y la reorganización posterior.

Actualmente, sus imágenes titulares, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza, ambas talladas en 1942 por Antonio Castillo Lastrucci, son el alma de la procesión. En 2011, la Virgen de la Esperanza fue coronada canónicamente por el Obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante Rafael Palmero Ramos, siendo madrina de la coronación la Reina Sofía.