Inmobiliarias "de lujo", el nuevo negocio en auge en el centro de Alicante

En los últimos años se han multiplicado en Alicante las agencias de compraventa de casas. Son principalmente inmobiliarias que ofrecen un producto "de alta calidad" y muchas de ellas tienen titularidad extranjera. Expertos consideran que son inversores que compran el local y lo dedican, de momento, a la promoción de viviendas

Una pareja se interesa por una de las viviendas anunciadas en una inmobiliaria de Alicante. / Jose Navarro

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Ramón Pérez

Ramón Pérez

Cartel minimalista, cristalera amplia y anuncios de casas bonitas. Las inmobiliarias son el negocio de moda en Alicante, cuyo centro tradicional ha sido conquistado en los últimos meses por multitud de agencias de compraventa de casas. El perfil de sus inmuebles son de «de alta calidad» y así lo hacen saber los propietarios, sin rodeos a la hora de poner el nombre del negocio: palabras como «lux», «luxury» o «elite» encabezan algunas de las fachadas de los locales. El mensaje está claro, el target al que se quieren dirigir, también.

El «boom» de las agencias inmobiliarias en la ciudad de Alicante responde a la creciente demanda de propiedades en la provincia, principalmente por parte de clientes extranjeros, con mayor capacidad económica y decididos a invertir en un momento de inestabilidad intercontinental, con un panorama político y económico a la espera del primer movimiento que desencadene una situación imprevisible. 

La proliferación de agencias de compraventa en Alicante en los últimos dos años, además, la lideran propietarios extranjeros, sabedores del perfil de comprador que llega a la provincia en busca de un inmueble para disfrutar o invertir. Así lo detalla Asicval, la asociación de inmobiliarias de la Comunidad Valenciana:«En el último año el 30% de las aperturas han sido gestionadas por personas extranjeras». La delegada de Asicval en Alicante, Matilde Irles, confirma la tendencia al alza del negocio en la Comunidad y sobre todo en la provincia. «De cada diez solicitudes de adhesión a la asociación, cinco son de Alicante», apunta. Es también una buena muestra de esta predisposición el dato de las inmobiliarias asociadas en los últimos años a Asicval, fundada en 2011. Hasta 2021 sólo cinco agencias de la provincia estaban adheridas a la entidad; desde 2022 lo han hecho 166. Aun así, no es de obligado cumplimiento la vinculación a alguna de las asociaciones de inmobiliarias que existen en la ciudad y la provincia.

Los trámites para abrir una inmobiliaria en Alicante son sencillos y ello ha allanado el camino del inversor, pese a que apenas se acredite experiencia en el sector. «Basta una titulación universitaria o, en su defecto, un curso de formación de 200 horas», explican desde APIAlicante, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de la provincia. Los requisitos, que fueron establecidos en un decreto del DOGCV de 2022, han provocado un aluvión de matrículas a esos cursos que se imparten en diversos centros. «Nosotros hacemos uno y sí notamos la presencia extranjera, quieren abrir negocios aquí y también en las zonas de Benidorm y Torrevieja», detallan desde API.

En la capital las inmobiliarias de propiedad extranjera han elegido como su zona de mercado el centro tradicional, comprendido entre la Rambla y el paseo de Soto. En apenas dos años han surgido una decena de ellas, sobre todo en el entorno de la Plaza Nueva; en el cruce de la calle Navas y la del Teatro cohabitan cuatro en apenas 15 metros de distancia. Los locales son amplios, normalmente hacen esquina y rebosan minimalismo, buen gusto e impecable presencia. También exhiben su atención al cliente en varias lenguas, entre las que proliferan las de Europa del Este y alguna escandinava. Son su público. 

Esquina de la calle del Teatro con Navas, donde hay  cuatro inmobiliarias en apenas 15 metros de distancia.

Esquina de la calle del Teatro con Navas, donde hay cuatro inmobiliarias en apenas 15 metros de distancia. / Jose Navarro

La inmobiliaria Ezovski abrió al público en 2024, en un local donde antes hubo una tienda de fotografía y antes, otra de cerramientos. En la misma calle, la agencia Coast Houst atiende desde hace un par de años donde antes lo hizo una tienda de telefonía. En la calle Jerusalén, paralela a Navas, ejerce desde 2022 Key Costa Real Estate en un espacio donde durante más de una década hubo una tienda de venta de objetos de plata.

Una de las nuevas avenidas peatonalizadas en la ciudad, también en el centro tradicional, es la calle Bailén, que parte desde el Teatro hasta el Portal de Elche. En su esquina con Barón de Finestrat, se encuentran dos inmobiliarias «de alta gama»: K&NElite, que ejerce desde antes de la pandemia, y VESRealty, de nuevo cuño, abierta al tiempo que se ha inaugurado la calle peatonal. El local ha pasado de estar abandonado tras el cierre de Calzados Gabino a ser un enclave modernizado y de continuo paso en una arteria paralela a la Rambla. En la calle San Francisco es una firma sueca, Fastighetsbyrån, la que lleva desde 2018 centrando el mercado escandinavo en la zona.

La aparición de estas inmobiliarias se ha llevado por delante muchos negocios tradicionales, incluso también varios bares y cafeterías, otrora negocios de éxito en Alicante y que pujaban por los mejores locales. Hoy, en la avenida de la Estación, en el local que durante años fue un Red Corner y antes un Di Roma, acaba de inaugurarse una inmobiliaria.

Este cambio de paso en el sector lo justifica Vicente Armengol, presidente del colectivo de comerciantes por Alicante, como una visión de futuro. «En tiempos de inestabilidad la gente invierte en oro y en ladrillo», indica al desvelar que algunas de estas inmobiliarias recién creadas han comprado el local. «Es una inversión, ahora lo usan como inmobiliaria porque tienen salida, pero si luego no funcionan, disponen del local en propiedad», aclara. 

Varias inmobiliarias con tradición en Alicante conviven con esta repentina aparición de competidores. Algunas de ellas no quieren pronunciarse; otras como Quo, con sede en el citado meollo turístico e inmobiliario, defienden su trayectoria. «No todas tienen la misma calidad, una inmobiliaria debe dar confianza al comprador y también al vendedor, se debe también trabajar mucho el portal web porque la calidad del anuncio da seguridad», explica Mª Salud López, miembro del equipo de la inmobiliria Quo Real Estate. Además, confirma el creciente interés extranjero por los inmuebles, así como la calidad de los mismos: «Son eminentemente de Europa del Este y también noruegos y suecos y buscan propiedades de valor medio alto».

Con condiciones climatológicas envidiadas por propios y extraños, Alicante es, desde la pandemia, un objetivo no solo turístico sino también para hacer negocio. «El sector inmobiliario es un valor refugio y Alicante es barata para muchos compradores extranjeros», ahonda Mariano González Chouciño, profesor e investigador del Departamento de Sociología I de la UA. En este sentido, Chouciño expone que la compraventa dedicada a la inversión ha aumentado en un año del 7 al 13 % a nivel nacional. «Alicante, por sus características, ha crecido aún más», añade.

Conocedores del movimiento, también han entrado en escena en la ecuación los intermediarios, que han seleccionado la provincia como el lugar idóneo para hacer negocio. «Esta presión inmobiliaria va desde el centro hacia el exterior, ha tensionado el casco histórico y barrios como el Raval Roig tienen un porcentaje de B&B enorme», explica Chouciño.

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