Punto final al Peret en la Explanada de Alicante: cierre inmediato con amenaza de precinto policial

La Junta de Gobierno aprueba finalmente la resolución del contrato, tras contar con el aval del Consell Jurídic, e incauta a la mercantil la garantía de 30.000 euros para hacer frente a parte de los impagos que superan los 130.000 euros

Punto final al Peret en la Explanada de Alicante

Últimos días del Peret en la Explanada de Alicante / Pilar Cortés

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante ha aprobado este martes, por vía de urgencia, la resolución del contrato con la mercantil que explotaba el Peret de la Explanada ante los impagos acumulados. Además, el ejecutivo ha decidido incautar la garantía, de 30.000 euros.

Este acuerdo supone, en la práctica, el punto final al quiosco de la Explanada en Alicante. Desde el equipo de gobierno han explicado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que este martes se ha celebrado excepcionalmente en el MARQ que en las "próximas horas" tiene que llegar el decreto de resolución del contrato a la empresa concesionaria y que si no cierra el local será la Policía Local la encargada de "precintarlo". La empresa concesionaria anterior acumula una deuda con el consistorio de 131.301,82 euros a fecha de 7 de julio de 2023. El vicealcalde y portavoz adjunto, Manuel Villar, preguntado por la previsión para que se reanude la actividad, ha respondido que el paso siguiente al del cierre será la licitación del nuevo contrato tras llevar el expediente oportuno.

El procedimiento empezó hace más de año y medio. En concreto, el jefe del Servicio y la concejala Delegada de Fiestas y Ocupación de Vía Pública solicitaron el 15 de septiembre de 2023 que se iniciase el procedimiento de resolución del contrato de referencia motivado en el informe emitido por el técnico responsable del contrato y la jefa del Departamento de Ocupación de Vía Pública por los impactos.

"Se informaba la constancia de que el último recibo pagado del canon concesional es el que se corresponde con el tercer trimestre del año 2021, estando pendientes de pago el cuarto trimestre de 2021, el primer, segundo, tercer y cuarto trimestre de 2022 y primer y segundo trimestre de 2023", según recogía el documento, que añadía la existencia de que estaban "pendientes de pago las liquidaciones correspondientes a la obligación contractual asumida por el concesionario de pago de la tasa de recogida de residuos sólidos urbanos de los años 2021, 2022 y 2023 y el pago de las tasas por instalación de veladores de los periodos comprendidos desde el 1 de marzo de 2022 hasta el 30 de junio de 2022 y desde el 1 de julio de 2022 hasta el 31 de octubre de 2022.

En total, la deuda de la concesionaria con el Ayuntamiento ascendía a 131.301,82 euros a fecha de 7 de julio de 2023. Esa cantidad, según el gobierno, no ha hecho más que aumentar porque el concesionario no ha resuelto esas facturas pendientes ni tampoco las que se han girado desde entonces.

Tras un baile de recursos y respuestas municipales, el asunto llegó hasta el Consell Jurídic Consultiu. Su resolución, tras un error en el envío, llegó al Ayuntamiento el pasado 14 de marzo, dando el visto bueno a la resolución del contrato, que este martes se ha acabado por confirmar tras el acuerdo definitivo de la Junta de Gobierno.

Cambios

A partir de ahora, el ejecutivo municipal tendrá que sacar a concurso de nuevo el establecimiento, un trámite que no se espera que esté en marcha antes del verano. Al respecto de la nueva concesión hay tres cuestiones que se dan por hechas.

La primera es que seguirá siendo un quisco-bar. La segunda es es que ya no llevará el histórico nombre de Peret, ya que hace aproximadamente un mes el Ayuntamiento confirmó que el icónico establecimiento centenario perderá su nombre con la nueva concesión. Y la tercera es que el local se prevé que esté cerrado durante el verano, ya que el gobierno ha confirmado este martes que la licitación no se pondrá en marcha antes del verano.

El ejecutivo municipal también anunció recientemente que quiere aprovechar el cambio de propiedad para actuar en la zona: el próximo dueño tendrá que presentar un proyecto que sirva para reformar el entorno y rediseñar la zona de veladores.

Un local con historia

La historia del Peret ha estado ligada a la de Alicante desde principios del siglo pasado. Abrió sus puertas en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, mediante una real orden por la que se adjudicaba a Vicente Richard Ballester la instalación de un quiosco de refrescos denominado «Quiosco de Peret» en lo que hoy es la Explanada, pero que entonces se llamaba Paseo de los Mártires, nombre que desapareció del callejero tras la Guerra Civil.

Pocas semanas después, un vendedor ambulante local de frutos secos llamado Pedro Fuster Iborra y conocido como "Pere el cacahuero" hizo una oferta por el kiosco. Vicente Richard la aceptó. Desde ese momento, el establecimiento pasó a vender refrescos, horchata, golosinas, frutos secos y similares. 

El hijo de Pedro Fuster (llamado igual, pero conocido como "Peret") le ayudó en el negocio y a la muerte de su padre en 1923 se hizo cargo del establecimiento. Por esto, los alicantinos empezaron a conocer al lugar como "el kiosco de Peret" o simplemente "Peret".

La instalación ha sido testigo de acontecimientos fundamentales de la historia de la ciudad y de la gran reforma del paseo de la Explanada de 1955, cuando adquirió su aspecto actual. En 1971 cambió nuevamente de titularidad y pasó a Hermanos Fuster. En 2011 fue sometido a una reforma, que amplió su terraza y diseño.

La última adjudicación, en 2015, autorizó que la heladería conservase su lugar privilegiado otros diez años. Ahora, el futuro de uno de los negocios más emblemáticos de la ciudad de Alicante cambiará de dueño... y, salvo sorpresa, de nombre.

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