El silencio reina en el Jueves Santo de Alicante

Alicante se detuvo en silencio. La ciudad, acostumbrada al bullicio, se transformó este Jueves Santo en un escenario de recogimiento y solemnidad. Desde primeras horas de la tarde y hasta bien entrada la madrugada, cinco procesiones transformaron la ciudad en un escenario de devoción en uno de los días más emocionantes de la Semana Santa alicantina. Las condiciones acompañaron. El cielo despejado y unas temperaturas suaves crearon el ambiente ideal para un día repleto de pasión. 

La Hermandad de la Santa Redención estrena este Jueves Santo en Alicante

Ver galería

La Redención, la primera

La primera en salir fue la Muy Piadosa Hermandad de la Santa Redención y María Santísima del Mayor Dolor, desde la parroquia de San Antonio de Padua. La estrechez de la puerta obligó a una salida precisa y silenciosa, que fue recibida con aplausos.

Este año, los faroles del paso de la Virgen, restaurados y bañados en oro, estrenaron nuevo esplendor con motivo del décimo aniversario de su incorporación a la cofradía.

La talla de María Santísima, obra de José María Leal Bernáldez y apadrinada por Pepe Espadero, desfiló entre muestras de devoción. Uno de los momentos más intensos fue el encuentro con la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Caridad y Cristo de la Paz, en la avenida de la Constitución. A su paso por la Rambla y la plaza del Ayuntamiento, el silencio de la multitud fue testimonio de la emoción que se vivía en cada tramo.

La jornada estará arropada también por una importante presencia institucional y social. Asisten representantes como la concejala de Comercio, Lidia López, el concejal del PSOE Raúl Ruiz y el franciscano de honor de la hermandad Vicente Más. Además, la procesión cuenta con la representación de las hermandades colegiales, cuatro en total, junto a miembros de otras fiestas tradicionales de la ciudad.

La Hermandad de la Santa Cena recorre las calles de Alicante este Jueves Santo

Ver galería

Santa Cena

Desde la parroquia de María Auxiliadora partió la Hermandad de la Santa Cena, acompañada por La Lira de Quatretonda, que se estrenó como banda del Cristo de la Esperanza de los Jóvenes. Este año se suprimió el tradicional encuentro de tronos frente a Diputación de Alicante y la lectura de los versos de la Pasión, decisión tomada por motivos ajenos a la hermandad.

A pesar de ello, la estación de penitencia, acompañada desde el principio por miles de personas, ofreció momentos emotivos como la petalá a la Virgen en la calle San Juan Bosco. En la Rambla, los cuatro tronos se encontraron: la Santa Cena giró para esperar al Cristo de la Caída y al Cristo de los Jóvenes, que se posicionaron a los lados hasta que la Virgen completó la escena. En la avenida de la Constitución sonaron las chicotás.

Entre los asistentes este año se encuentran autoridades como el concejal de Seguridad, Julio Calero, y la concejala de Educación, Mari Carmen de España. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha visitado previamente a la hermandad aunque participa con otra cofradía, la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Caridad y Cristo de la Paz de Benalúa, que será la próxima en hacer su salida desde la parroquia de San Juan Bautista.

La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Caridad y Cristo de la Paz celebra su 75 aniversario en la Semana Santa de Alicante

Ver galería

Benalúa

Desde el barrio de Benalúa, en unos de los recorridos más largo de toda la semana, la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Caridad y Cristo de la Paz celebró su 75 aniversario. En la plaza Navarro Rodrigo, las dos imágenes titulares protagonizaron un primer encuentro emotivo en una jornada en la que la hermandad rindió homenaje a una cofrade veterana que también cumplía 75 años, como la Virgen de la Piedad y Caridad. 

Más adelante, en la plaza Ruperto Chapí, tuvo lugar el esperado encuentro entre el Cristo de la Paz y la Virgen del Mayor Dolor, un acto que constituye el encuentro de pasión oficial de la ciudad. Este año, además, el orden de la Carrera Oficial cambió: la Virgen de la Piedad pasó antes que el Cristo, como gesto simbólico en este aniversario.

El cambio se produjo justo en el cruce entre Duque de Zaragoza y la avenida de la Constitución, con el Cristo deteniéndose para dejar paso. El cierre, ya en la plaza del Ayuntamiento, reunió nuevamente a las dos imágenes, poniendo fin a un itinerario de devoción.

A lo largo del trayecto, la cofradía contó con la presencia del alcalde de Alicante, Luis Barcala, así como de otros representantes institucionales como la portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Alicante, Carmen Robledillo, que suelen acompañar cada año.

La Hermandad Penitencial del Perdón protagoniza una de las procesiones más sobrecogedoras de la Semana Santa de Alicante

Ver galería

El Perdón

Ya caída la noche, la Concatedral de San Nicolás se convirtió en un umbral hacia el recogimiento. Desde allí partió la Hermandad Penitencial del Perdón, en una de las procesiones más austeras y sobrecogedoras de la Semana Santa alicantina. Las luces se apagaron y el cortejo se puso en marcha entre sombras, antorchas y oración. La cera de las velas, mezclada con incienso y moldeada a mano por los propios cofrades, iluminó los rostros cubiertos con capirotes negros. Muchos caminaban descalzos, con túnicas de arpillera y cruces a cuestas, como expresión viva de la penitencia.

Nuevos costaleros para la Hermandad del Perdón

Por primera vez, alumnos del Colegio CEU Jesús María participaron como portadores, marcando el inicio del relevo generacional. El Cristo del Perdón, flanqueado por los dos ladrones, Dimas y Gestas, avanzó imponente por las calles del casco antiguo, dejando tras de sí un silencio denso, solo roto por el crujido de la madera y las oraciones susurradas.

El Cristo de la Buena Muerte reina en el Jueves Santo de Alicante

Ver galería

El Silencio

La jornada concluyó con la salida del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de las Angustias, en la Procesión del Silencio. Poco antes del cierre de esta edición, la procesión partió desde la plaza de Abad Penalva, donde las velas se encendieron una a una hasta envolver el entorno en una luz tenue. Las calles Monjas, San Agustín, Montengón o López Torregrosa se llenaron de fieles en busca del recogimiento que esta hermandad ofrece cada año.

Este año se recuperaron los faroles de guía originales, restaurados para abrir el cortejo, y se completó el nuevo sistema de iluminación de los tronos. La hermandad, fundada en 1926, mantuvo su esencia intacta: túnicas negras, detalles rojos y un silencio estremecedor . Acompañaban la procesión el general de los Caballeros Legionarios, la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar —hermana de la cofradía—, representantes municipales, mandos de la Policía Local y presidentes de hermandades vinculadas a San Nicolás. 

Mazón, con la Buena Muerte

En la salida, dentro del templo, se pudo ver al jefe del Consell, Carlos Mazón, que este año ha dejado de ser costalero tras 36 años. Tampoco desfiló como hermano de fila. 

Más adelante, en el recorrido, estaba previsto el encuentro en el convento de las Monjas de la Sangre y a espaldas del Ayuntamiento, donde volvió a escucharse el «Miserere», canto penitencial del Salmo 50 que acompaña al paso del Cristo.