La escombrera de Santa Faz, limpia (sólo) para la romería

El Ayuntamiento de Alicante mantiene un año más las costumbres por Santa Faz. Y no solamente por la participación obligada de las autoridades en La Peregrina, sino por las actuaciones que el consistorio está llevando a cabo nuevamente en los días previos.

Dentro de los preparativos de la romería, la institución que preside el alcalde Luis Barcala volvió a hacerse cargo este jueves de la limpieza del entorno del monasterio, que se ve especialmente afectado por la presencia, tan abundante como frecuente, de escombros ilegales.

Un río de escombros por Santa Faz en Alicante

Los terrenos donde se acumulan estos restos no son de titularidad municipal, sino privada, y eso obliga a sus propietarios a pagar de manera subsidiaria los trabajos de limpieza del Ayuntamiento para asear el entorno.

Los puntos más críticos se encuentran en las parcelas situadas junto a la avenida de Dénia, entre el camino Cruz de la Piedra a Sant Joan d’Alacant y el vial de servicio del Barranco de la Lloixa. La acumulación de residuos se produce, en algunas zonas, en muy pocas horas, y la falta de control permite la proliferación de estos vertederos ilegales.

Esta situación ha sido perfectamente identificada por los vecinos, que exigen que a lo largo del año se vigile la zona para evitar la acumulación de restos, que se produce a pocos metros del monasterio que cada año congrega a miles de alicantinos catorce días después del Jueves Santo.

Este último verano, por ejemplo, la escombrera ilegal improvisada en este espacio acumulaba toneladas de enseres, basura, material de obra, neumáticos, electrodomésticos y otros desechos. El hecho de que los terrenos que acogen estos restos sean de titularidad privada dificulta la intervención continuada del Ayuntamiento o una solución definitiva, según han expresado habitualmente desde el consistorio.

Solares de Alicante que solo se limpian en Santa Faz

Entre los vecinos hay consenso a la hora de afirmar que el Ayuntamiento no ha sido eficaz en sus trabajos. El 1 de abril, después de Junta de Gobierno, el vicealcalde Manuel Villar informó de requerimientos a los propietarios para que pusieran vallado en los solares y evitar los vertidos, advirtiendo también de sanciones por incumplimiento.

Este modo legal de proceder no ha evitado que un año más los alrededores del monasterio se vean afectados por los escombros acumulados. Los vecinos así lo han advertido de nuevo y se resignan a dar por hecho que la de Santa Faz es una tradición acompañada de otra que está muy lejos de ser bien recibida: la de la limpieza puntual (y no sistemática) de un entorno que quieren adecentado los 365 días del año.