La Procesión del Santo Entierro llena de recogimiento y penitencia el Viernes Santo de Alicante

Los pasos de Mater Desolata, Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad recorren la ciudad y la Carrera Oficial en las horas más solemnes de toda la Semana Santa

Procesiones del Viernes Santo en Alicante

Procesiones del Viernes Santo en Alicante / Pilar Cortés

José Gómez

José Gómez

El recogimiento y la penitencia se han apoderado de la tarde alicantina en el Viernes Santo. Las hermandades de Mater Desolata, Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad han conformado la Procesión Oficial del Santo Entierro, recorriendo una tras otra la Carrera Oficial hasta su recogida. Estos pasos, como no puede ser de otra forma en el día de la Pasión de Cristo, han sido los más solemnes de la Semana Santa de Alicante,

Se adelantó en horario la Hermandad Penitencial Mater Desolata y Santísimo Cristo de la Expiración y del Espíritu Santo, que salió desde su sede, en la parroquia San José de Carolinas, para cumplir su recorrido por las calles de la ciudad hasta encabezar de nuevo la entrada de Procesión del Santo Entierro en la Carrera Oficial, donde pedirá la venia justo antes que las otras dos cofradías.

A las 18:30, los dos pasos de esta hermandad se encontraban ya en la calle. El Santísimo Cristo de la Expiración y del Espíritu Santo, cargado a costal y estrenando nuevas cartelas frontales con ornamentos dorados, fue el primero en atravesar la puerta del templo. A continuación, Mater Desolata, que da nombre a la hermandad, con la sublime imagen de la Virgen a los pies de la cruz vacía. Un trono que es cargado a hombro por casi una treintena de costaleros vestidos de túnicas rojas y con terceroles blancos cubriendo sus rostros.

La Virgen, obra de Juan Giner Masegosa, que ha sido la imagen titular de la hermandad desde su fundación en 1948, y el Cristo, obra más reciente de José María Leal Bernáldez que procesionó por cuarto año consecutivo, recorrieron el itinerario rumbo a la parroquia de la Misericordia en San Antón, donde la hermandad cumple su estación de penitencia.

Encuentro en San Nicolás

Tras ella, y escoltados por los nazarenos de vestimentas rojas y faroles en mano, siguen camino a la Carrera Oficial de la Rambla. Pero antes tuvo lugar otro momento especialmente conmovedor: el encuentro con el Cristo Yacente, imagen titular de la Hermandad del Santo Sepulcro, en el interior de la concatedral de San Nicolás.

Avanzada la tarde, a Mater Desolata le han seguido el trono Cristo Yacente y en último lugar la reina del Viernes Santo alicantino, Nuestra Señora de la Soledad, que salió de la basílica de Santa María hacia las 20:45, al sonido por décimo año de su gran Bocina Oficial. El paso iba flanqueado por la Escolta de Gran Gala del Ayuntamiento y acompañada por la Banda Sinfónica Municipal, así como por la concejal de Fiestas Cristina Cutanda y el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla.

Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad

La Virgen de la Soledad iba en un trono con un palio coronado con las armas de los reyes de España: Don Felipe y Doña Letizia son Hermanos Mayores Honorarios de la cofradía. Avanzaba despacio, entre el respetuoso y casi silente murmullo de quienes se amontonaban en las bocacalles y aceras de la calle Villavieja y calle Mayor para apreciarla de cerca. Al igual que el Cristo Yacente del Santo Sepulcro, la Virgen de la Soledad venía precedida por una larga procesión de varias decenas de nazarenos, en este caso de túnica blanca y capirote azul, colores tan marianos como alicantinos, así como por otras tantas decenas de mantillas.

Por su parte, el Cristo Yacente salió de la concatedral de San Nicolás algo más tarde de lo previsto. Su subida por la calle Labradores hacia la plaza de San Cristóbal es especial porque se desarrolla en el recogimiento de la oscuridad, solo interrumpida por las luces de las velas de la procesión. Sus numerosos nazarenos, que en Alfonso el Sabio llegan a conformar un pasillo ante el avance del trono, estaban ataviados con túnica púrpura y capirote blanco, colores de penitencia, mientras que al igual que la Virgen de la Soledad, contó con componentes la Escolta de Gran Gala del Ayuntamiento, así como el recuperado escudo consistorial en la delantera del trono.

Tanto la Hermandad del Santo Sepulcro como la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de Santa María avanzaron por un mismo itinerario para llegar, vía Alfonso el Sabio, al inicio de la Rambla, donde ya estaban siendo esperadas por los dos tronos de la Hermandad de Mater Desolata. Enfiladas las tres procesiones en una sola, hacia las 21:45, tal como estaba previsto, Mater Desolata entró con la venia a la Carrera Oficial entre multitudes de alicantinos y visitantes que se agolpaban entre la plaza de San Cristóbal y los entornos de la Rambla.

La Virgen de la Soledad es la que, tras el paso de Mater Desolata y el Cristo Yacente, cierra la Procesión Oficial del Santo Entierro, en compañía de las máximas autoridades civiles y religiosas, con la bendición final del obispo Munilla en la concatedral .

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