Entrevista | José Ignacio Munilla Obispo de Orihuela-Alicante

José Ignacio Munilla, obispo: «Es imposible que este jueves entren al santuario todos los que quieran»

El obispo reflexiona sobre la fe y las nuevas generaciones tras participar en la décima edición de la Peregrina escolar. La sorpresa llegó al salir: la grúa se llevó su coche

José Ignacio Munilla, obispo reflexiona sobre la fe

José Ignacio Munilla, obispo reflexiona sobre la fe / Pilar Cortés

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

PREGUNTA: ¿Cómo está siendo esta edición de la Peregrina escolar?

RESPUESTA: Tras el apagón del lunes, el martes no hubo clase y solo vinieron unos pocos colegios, fue un día peculiar. Este miércoles, en cambio, se han concentrado todos desde temprano. Calculo que han pasado unos 3.500 estudiantes. Me parece una gran idea que las nuevas generaciones pasen ante la Santa Faz con una explicación pormenorizada de lo que es la tradición. No hay que dar nada por supuesto. No se nace sabiendo, tiene que ser transmitido. Creo que este esfuerzo catequético que se hace en los colegios y el santuario es positivo.

P: ¿Hay un esfuerzo por acercar esta celebración a los centros y los jóvenes?

R: Sí, yo creo que se hace un esfuerzo grande. También con el concurso de dibujos, en el que han participado más de 1.000 niños, aunque podrían haber sido muchísimos más. Esto contribuye a mantener viva la tradición. Chesterton decía: "La tradición no es adorar unas cenizas, sino encender un fuego". Nosotros no estamos adorando unas cenizas. Estamos encendiendo un fuego, para que haya conciencia de la fe cristiana.

P: ¿Qué se espera para esta romería?

R: Las previsiones son buenas y la organización ha sido ordenada. Somos conscientes de que no todos podrán entrar este jueves en el santuario: físicamente es imposible con tal multitud. Pero el paso de gente no se limita al jueves; los días previos y posteriores también son muy activos y eso es bueno que se sepa. Muchos completan su romería con una visita al santuario en los días siguientes.

P: Este año, además, el templo es parte del Año Jubilar.

R: Efectivamente, es Año Jubilar y este es uno de los templos donde se puede ganar el jubileo, lo cual quiere decir que hay que cuidarlo con más esmero. Eso exige un mayor cuidado, y creo que se está haciendo. Una prueba de ello es la presencia de don Jesús Murgui, nuestro obispo emérito, que estará confesando y acompañando en el santuario con gran entrega.

P: En la misa habrá un recuerdo al Papa Francisco.

R: Sí. Iba a celebrarse un funeral el lunes, pero por el apagón se suspendió, entonces decidimos ofrecer la liturgia de la Santa Faz por el eterno descanso del Santo Padre. El funeral tuvo lugar el martes en la Catedral de Orihuela, pero este jueves también tendrá ese matiz claro de oración por el Santo Padre y de la petición a Dios para que inspire al colegio cardenalicio en la elección de un sucesor de Pedro.

P: ¿El obispado tiene alguna preferencia sobre el sucesor del Papa?

R: Esas cosas, dice el refranero, que es "hablar por no callar". Un niño me ha visto vestido solemnemente y me dice: "¿Tú eres cardenal?" Le he dicho: "No, hombre, si fuera cardenal estaría en Roma eligiendo al siguiente Papa. Yo soy tu obispo". Mi consejo a los fieles es no entrar en quinielas. Más bien mientras los cardenales están en cónclave, nosotros estamos en cenáculo. Como los apóstoles con María en Pentecostés, pidiendo el don del Espíritu Santo para la Iglesia. Esa es nuestra forma de participar.

P: ¿Habrá alguna referencia al reciente apagón?

R: No creo que haya materia para que sea un tema de la Santa Faz. Me preocupa más el apagón interior, el apagón de la luz de la fe. El materialismo puede estarnos robando la luz de la fe sin percatarnos de ello. Como los peces de la pecera, que les cambian el agua y no se enteran. Puede estar ocurriendo eso, que el materialismo nos robe la fe sin que nos demos cuenta. Ese apagón me preocupa más.

P: ¿Algún mensaje para los fieles de cara a la Santa Faz?

R: La primera vez que llegué hace tres años y escuché “Faz Divina, Misericordia”, me pareció conmovedora. Invito a no acostumbrarse a expresiones como esa, a conmovernos cada vez que la decimos. Un cristiano es mendigo de la misericordia. Señor, ten misericordia de mí. No merecemos el amor de Dios, pero cuanto menos lo merecemos, más lo necesitamos. Es una invocación preciosísima. Invito a descubrir el tesoro que custodia esta festividad.

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