Los médicos piden en Alicante un cribado efectivo para detectar el cáncer de pulmón a tiempo

El objetivo de los cirujanos torácicos es tener un diagnóstico rápido para operar cuanto antes el tumor más letal

Uno de cada cuatro ciudadanos fuma y menos del 3 % no piensa dejar el tabaco, una de las causas principales del cáncer de pulmón

Agencia Atlas

J. Hernández

J. Hernández

Cirujanos torácicos de todo el país reunidos en Alicante reclaman que las vías clínicas de diagnóstico rápido para detectar y determinar el estadio de un caso de sospecha de cáncer de pulmón antes de 45 días se combinen con un cribado mediante TAC a dosis bajas en personas asintomáticas con riesgo de desarrollarlo, como los grandes fumadores.

El objetivo es poder detectar esta patología en estadios iniciales cuando son operables en la mayor parte de los casos con una supervivencia global a los 5 años del 80 %, y ofrecer así a los pacientes la cirugía con intención curativa que necesitan, que es la medida más efectiva cuando se maneja la enfermedad en estadio inicial. El cáncer de pulmón es el más letal y en ocho de cada diez casos se detecta de forma avanzada.

El doctor Laureano Molins ha expresado esta necesidad asistencial oncológica con motivo del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT), actualmente dirigida por el médico del Hospital Doctor Balmis, Sergio Bolufer. Este encuentro se celebra desde este miércoles 14 de mayo hasta el viernes 16 en Alicante, con la asistencia de unos 270 cirujanos de tórax de todo el país, una especialidad vital pero que cuenta con relativamente pocos médicos.

El tumor es operable en estadios iniciales en la mayor parte de los casos, con una supervivencia a los 5 años del 80%

Imagen radiológica

El cribado de este tumor se encuentra en marcha en algunos hospitales públicos del país mientras que los programas de diagnóstico rápido se están implantando en la mayoría de la red sanitaria pública y consisten en completar todo el proceso diagnóstico en un tiempo optimizado ante la sospecha de un cáncer de pulmón, ya sea por los signos clínicos o porque se haya detectado en alguna imagen radiológica o por TAC.

Así, con el apoyo de diez sociedades científicas se quiere poner en marcha el proyecto Cassandra (similar a los programas de cribado de cáncer de mama o cérvix, o de cáncer colorrectal), un programa multicéntrico y multidisciplinar que incorpora la tomografía computarizada TC de baja dosis de radiación como herramienta de cribado, en combinación con la deshabituación del tabaco.

El Hospital de Alicante participa en el proyecto Cassandra como herramienta de cribado, en combinación con la deshabituación del tabaco

Más de 20 hospitales de la red pública y centros de Atención Primaria vinculados a los mismos de 14 comunidades autónomas se han comprometido a participar, siendo el Hospital de Alicante el escogido a nivel provincial.  Este cribado para población fumadora está pendiente de su puesta en marcha por parte de la Conselleria de Sanidad.

El tabaquismo es una de las causas principales del cáncer de pulmón

El tabaquismo es una de las causas principales del cáncer de pulmón / Áxel Álvarez

Metástasis

“El cáncer de pulmón, en un 75-80 % de los casos, se detecta en un estadio avanzado, ya sea por metástasis o enfermedad localmente avanzada, que a menudo no puede beneficiarse del tratamiento quirúrgico. En cambio, cuando diagnosticamos a un paciente en un estadio precoz, significa que puede beneficiarse del tratamiento más efectivo para su curación, que es el quirúrgico. Por ello, junto a las vías de diagnóstico rápido para detectar cuanto antes un caso sospechoso, es preciso añadir el cribado de detección precoz de este cáncer en personas asintomáticas con riesgo de desarrollarlo”, abunda el doctor Molins, presidente del Patronato de la Fundación SECT.

"El cáncer de pulmón, en un 75-80% de los casos, se detecta en un estadio avanzado por metástasis o enfermedad localmente avanzada, que a menudo no puede beneficiarse del tratamiento quirúrgico"

Doctor Laureano Molins

— Cirujano torácico y presidente del Patronato de la Fundación de la Sociedad de Cirugía Torácica

El cáncer de pulmón se divide en cuatro estadios. Los iniciales son el I y II, en los cuales no hay enfermedad a distancia (estadio IV) ni metástasis en los ganglios linfáticos del mediastino (estadio III). Los tumores de menos de 3 centímetros que no se han extendido a los ganglios ni a otros órganos, corresponden al estadio I. Y los tumores de estadio II, aún considerado inicial, son los que tienen alguna adenopatía (trastorno) en el hilio pulmonar (punto de entrada y salida para el sistema respiratorio en cada pulmón), no en el mediastino (compartimiento anatómico situado en el centro del tórax), o un tamaño mayor de tres centímetros.

“La detección precoz del cáncer de pulmón es muy importante. En los estadios III y IV los pacientes no pueden beneficiarse habitualmente de un tratamiento quirúrgico, que es uno de los cuatro que tenemos para combatir el cáncer de pulmón y, en general, todos los tipos de cáncer: la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia y, en la actualidad, la inmunoterapia. En los estadios I y II sí pueden beneficiarse de la cirugía, que es el tratamiento más efectivo para su curación”, incide el doctor.

Una vida saludable previene el 40% de los casos de cáncer

Agencia ATLAS / Shutterstock

Detección precoz con screening

Este cáncer, en muchos casos, se desarrolla y avanza sin dar síntomas. Es habitual su diagnóstico en fases avanzadas. Cuando se consigue detectar de forma precoz, por algún pequeño síntoma como una tos persistente, un esputo con sangre o un dolor torácico, mediante una radiografía o un TAC torácico, en todos los casos se realiza una estadificación (se precisa la etapa en que está el tumor) y valoración clínica con pruebas diagnósticas, para comprobar si el cáncer está localizado o se ha extendido fuera del tumor primario.

A continuación, en el seno de un comité multidisciplinar, se decide cuál es el primer tratamiento que debe aplicarse, esto es, si el tratamiento es quirúrgico de entrada o, en ocasiones, si debe iniciarse una alternativa previa a la cirugía con quimioterapia o quimio-inmunoterapia. Cuando el tumor es operable de entrada, las posibilidades de curación son mayores.

Los estudios han demostrado que, en el caso de efectuarse un cribado del cáncer de pulmón o screening, con un TAC de baja dosis de irradiación, en voluntarios o personas asintomáticas con riesgo de desarrollar estos tumores, como los grandes fumadores, el beneficio es todavía mayor.

En este caso, en el momento de su detección, el nódulo tiene habitualmente entre uno y tres centímetros, no hay una extensión fuera del tórax y el abordaje en el 80 % de los casos puede ser quirúrgico de entrada, con una supervivencia de más del 80 % a 5 años. 

Programa de diagnóstico rápido

La investigación se centraliza habitualmente en los servicios de Neumología de los hospitales, que solicitan o realizan las exploraciones necesarias (como la biopsia por fibrobroncoscopia o por punción, una valoración funcional respiratoria y del estado general) para presentar el caso en el comité multidisciplinar, donde se deciden los siguientes pasos que se deben dar. Esta vía rápida intenta que, en menos de 45 días, el paciente con sospecha de cáncer de pulmón esté diagnosticado para iniciarse el tratamiento adecuado a su estadio clínico.

"Las vías rápidas de diagnóstico acortan el tiempo hasta la confirmación y disminuyen la ansiedad que supone entrar en un programa de sospecha de cáncer"

Doctor Laureano Molins

— Cirujano torácico y presidente del Patronato de la Fundación de la Sociedad de Cirugía Torácica

“No hay duda de que estas vías rápidas de diagnóstico suponen dos aspectos: el poder diagnosticar y estadificar al paciente en un período de tiempo adecuado, para aplicar el mejor tratamiento a posteriori y el poder mejorar su calidad de vida, al acortar el tiempo hasta la confirmación diagnóstica y disminuir, en la medida de lo posible, la ansiedad que supone entrar en un programa de sospecha de cáncer de pulmón”, informa Molins.

“Hay que tener en cuenta que en este período es fundamental que el paciente entre en un programa de deshabituación tabáquica si se diera el caso de que el paciente siguiera fumando en ese momento”, concluye el especialista. 

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