La psicoanalista Dalila Arpin habla de burnout en el Club INFORMACIÓN de Alicante

La especialista protagoniza la charla "Estamos todos cansados. Un mal de la época", en la que analiza frases que se escuchan en el diván en plena epidemia de fatiga post-covid

La psiconalista Dalila Arpin, en el Club INFORMACIÓN

La psiconalista Dalila Arpin, en el Club INFORMACIÓN / Áxel Álvarez

J. Hernández

J. Hernández

Ruth Pinkasz, psicóloga y psicoanalista, miembro de la Escuela Lacaniana del Psicoanálisis y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, ha presentado el acto. La también docente del Seminario del Campo Freudiano en Alicante ha dado paso a Dalila Arpin, psicoanalista que desarrolla su carrera en Francia, que ha descrito la historia del cansancio, inspirándose en el libro de George Vigarello, que ha escrito la historia de la fatiga desde la Edad Media hasta nuestros días.

"En ese recorrido se encuentran cosas muy interesantes como por ejemplo el hecho de que en ciertas épocas la fatiga percibida corresponde a ciertas actividades y no a otras. En la Edad Media, el único cansancio que se considera es el del combatiente, el del héroe. Mucho más tarde se va a empezar a encontrar que el cansancio físico por una actividad laboral tiene su importancia en la sociedad", ha dicho.

Según la experta, el cansancio es un fenómeno muy actual, y culmina en el burnout o síndrome del trabajador quemado.

Algo que perciben especialmente en consulta, donde visitan a muchos pacientes vienen con este diagnóstico y en el estado previo, a los que acompañan estos tensos momentos.

Otra imagen de la psicoanalista

Otra imagen de la psicoanalista / Áxel Álvarez

A continuación, la entrevista que realizó este diario a la psicoanalista con motivo de su participación en el Club INFORMACIÓN.

¿En qué consistirá "Estamos todos cansados. Un mal de la época"?

Voy a desarrollar la historia del cansancio, inspirada en el libro de George Vigarello, que ha escrito la historia de la fatiga desde la Edad Media hasta nuestros días. En ese recorrido se encuentran cosas muy interesantes como por ejemplo el hecho de que en ciertas épocas la fatiga percibida corresponde a ciertas actividades y no a otras. En la Edad Media, el único cansancio que se considera es el del combatiente, el del héroe. Mucho más tarde se va a empezar a encontrar que el cansancio físico por una actividad laboral tiene su importancia en la sociedad. Haré un recorrido a grandes rasgos de este libro y desarrollaré qué lectura puede hacer el psicoanálisis de este tema.

¿Es el cansancio un fenómeno actual?

Es muy actual, se escucha mucho decir: estoy cansado, estoy agotado y estresado. El ritmo de vida del siglo XXI es muy ajetreado y la gente se encuentra agobiada por las actividades que debe realizar. Hasta el siglo XIX solamente se consideraba estar cansado a nivel del cuerpo. A partir de entonces se empieza a tener cuenta que se puede estar cansado psicológicamente.

"El ritmo de vida del siglo XXI es muy ajetreado y la gente se encuentra agobiada por las actividades a realizar"

¿Cuándo se produjo ese cambio de concepto?

Hace dos siglos se iniciaron todas las invenciones tecnológicas importantes. Es entonces cuando se empieza a medir y calcular la fuerza, se empieza a inventar el concepto de energía y la mecánica industrial. Llega un momento en que se percatan de que hay una fatiga que escapa a la medida, que no se puede evaluar y esta es la fatiga psicológica, que es importante considerar. Hay escritores del siglo XIX como Émile Zola o Víctor Hugo que dan testimonio de este cambio significativo en sus novelas.

Neurastenia

Denos algún ejemplo...

En 1869 George Miller Beard habla de la neurastenia como agotamiento nervioso. En 1880 aparece la noción de "surmenage" (que luego se traduce como agotamiento o sobrecarga), hoy en día en auge porque se habla mucho de burnout. Este término va a englobar el agotamiento tanto físico como psicológico. Es descrito en 1980 por el psicólogo Herbert Freudenberger, que lo llama así porque compara al hombre agotado con una bombilla de la luz que se quema. Esto es, la persona está tan agotada que en algún momento llega a una especie de colapso y tiene que parar, no puede seguir trabajando. Hoy en día hay un 78 % de la población activa que habla de su trabajo con el calificativo de estrés.

"Hoy en día hay un 78 % de la población activa que habla de su trabajo con el calificativo de estrés"

¿Es una situación que va a más?

Este diagnóstico, el de burnout, sigue creciendo y es una señal de alarma. Algo está pasando en el mundo actual para que tanta gente tenga este problema.

¿Por qué está la gente tan quemada?

Es quizá la época que hay más burnout. A esto también contribuye el auge del capitalismo a nivel social. Es decir, hay que producir, los seres humanos se han transformado en un engranaje más de la máquina productiva y tienen que ser productivos y si no, se los desecha. Esto genera muchísima tensión y estrés. Las personas están bajo una presión muy elevada y empiezan a tener objetivos muy elevados. Esto hace que muchas veces la única salida sea el colapso.

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Descubre cómo reconocer un ambiente tóxico en el trabajo / Eva Abril

Self-made man

¿Nos dejamos llevar?

Se escuchan muchas veces cosas como: si quiero puedo, soy un self-made man. Los individuos piensan que tiene que ser productivos y hacerse a ellos mismos. Estas condiciones de trabajo generan mucha tensión en ellos. Hay empresas en las que los empleados son requeridos durante la noche a través de los grupos de whatsApp. O, para quienes trabajan en el mundo de las finanzas, se considera que si uno no quiere seguir avanzando, más vale que deje la empresa. No se puede llegar a un cierto nivel, vivir tranquilo y tener una vida aparte del trabajo. Esto genera un rechazo al mismo tiempo del mundo laboral, que se ve en síntomas como manifestaciones. En Francia hay muchas personas a las que trabajar dos años más antes de jubilarse les parece un objetivo inalcanzable porque el trabajo ha perdido su valor de atracción y lo único que se percibe es que va a ser una fuente de presiones continuas.

"No se puede llegar a un cierto nivel, vivir tranquilo y tener una vida aparte del trabajo"

¿Ve muchos casos de burnout en su consulta?

Muchos casos vienen con este diagnóstico y también pacientes en el estado previo, que explican que van a terminar parando porque no pueden más. Nos toca acompañarles en esos momentos. Existe un buen ejemplo con la película de Chaplin de "Los tiempos modernos", donde hay una escena en la que a un obrero lo obligan a trabajar cada vez más rápido. Tiene que ajustar unas tuercas en una cinta que se desliza. Y el capataz le dice: más rápido, más rápido, más rápido; y él para poder satisfacer ese pedido termina siendo tragado por la máquina. Cuando sale, lo único en lo que piensa es en ajustar tuercas. Entonces hay unas escenas muy cómicas donde pasan unas señoras con unos vestidos que llevan unos botones con la misma forma de las tuercas y Chaplin va a tratar de ajustar los botones de los vestidos, lo cual es muy significativo de cómo, a fuerza de entrar en este engranaje de exigencias de medida, los sujetos terminan obsesionados por el trabajo y no son sino un engranaje más de la máquina.

Un mensaje a escuchar

¿Qué mensaje quieren transmitir los profesionales?

El mensaje del psicoanálisis es que este cansancio revela un mensaje que hay que escuchar. Es una señal de alarma muy importante, que no hay que dejar de lado porque, más allá de la fatiga física, está la mental. Esto quiere decir que hay algo que falta en este mundo de consumo, en el que se nos proponen productos antes de que tengamos el tiempo de desearlos.

¿Es momento de parar?

Es momento de parar y de preguntarse qué queremos en la vida, qué vida queremos tener. Este es el mensaje que el agobio nos está queriendo decir y que no escuchamos. Hay cosas que no se pueden comprar, hay cosas que no se pueden satisfacer e incluso hay muchas cosas que no se pueden decir. Esto es muy importante en el mundo que nos rodea.

¿Es un problema de todo el mundo occidental?

Eso muy generalizado. Digamos que el trabajo ha perdido su valor de atracción, y se ha perdido el gusto del trabajo. Esto genera fatigas diversas, incluso estados depresivos, que son una forma de fatiga. Hay una aumento de las depresiones que tiene en parte que ver con este tipo de movimientos sociales.

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