Barcala anula la nueva bajada de impuestos en Alicante por haber incumplido la regla de gasto

El equipo de gobierno rompe su acuerdo con Vox y cancela la disminución del IBI anunciada para 2026 mientras confía en la subida de la recaudación por la nueva zona azul y naranja para no tener que renunciar a inversiones por exceder en 29 millones el máximo fijado para 2024

En primer plano, Mario Ortolá y Carmen Robledillo, de Vox. Al fondo, Manuel Villar y el alcalde Luis Barcala, del PP. / Jose Navarro

Rueda de prensa de Manuel Villar y Cristina Cutanda / Alex Domínguez

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El coste de que el Ayuntamiento de Alicante haya incumplido la regla de gasto lo asumirá la ciudadanía. El gobierno de Luis Barcala fía a la recaudación de 2025 y 2026 el reajuste necesario en las cuentas municipales, tras superar los límites establecidos por el Gobierno en más de 29 millones durante el pasado año. De este modo, renuncia a aplicar la nueva rebaja del IBI anunciada para el próximo año, aunque se mantendrá la bonificación del 5 % que fue aprobada el pasado 2019.

La Junta de Gobierno Local ha celebrado este viernes una reunión extraordinaria para aprobar de forma inicial el Plan Económico Financiero 2025-2026. Tras advertir el interventor de que Alicante había excedido la regla de gasto durante el pasado ejercicio tanto el alcalde, Luis Barcala, como el concejal de Hacienda, Toni Gallego, aseguraron que las inversiones previstas para este año no se verían comprometidas. Ahora, de acuerdo con el expediente, se constata que la fórmula elegida por los populares para reajustar las cuentas sin necesidad de renunciar a proyectos ya anunciados es la de confiar en el incremento de los ingresos.

Exceso de gasto

El propio responsable de Hacienda reconoce en su escrito que la necesidad de este plan viene dada por el gasto computable en el presupuesto de 2024 "superó en 29.630.489 euros el límite establecido, incumpliéndose, por tanto, la regla de gasto". Una cifra que, en un primer momento, se estimó en 27 millones, pero que ha resultado ser aún mayor al incluir también infracciones en organismos autónomos como el Patronato Municipal de la Vivienda (de más de un millón) o el de Educación Infantil (casi 500.000 euros de exceso).

Para ello, el equipo de gobierno tendrá que renunciar a la rebaja en el IBI a partir del próximo año, que quedará anulada pese a ser uno de los principales pilares de su pacto con Vox para sacar adelante los presupuestos de este 2025. Una decisión que en las filas de la formación de ultraderecha no ha sentado nada bien. De hecho, nada más conocer la decisión, los ediles de Vox han protagonizado una enérgica conversación con el coordinador general del Ayuntamiento y personas del entorno del equipo de gobierno a las puertas del consistorio.

Y es que, en la práctica, lo aprobado ahora por el ejecutivo popular supone que la rebaja del IBI pactada con Vox no podrá materializarse antes de las próximas elecciones municipales de 2027. Los de Abascal, por su parte, han interpretado el expediente como un ataque frontal a sus votantes y a la ciudadanía en general, a la que pretendían aliviar hasta 3 millones de euros de carga fiscal en los próximos tres años.

Al margen de la recaudación, el establecimiento del citado Plan Económico Financiero contempla que el ejecutivo ya no podrá esperar a cerrar el ejercicio para presentar el balance de las cuentas, algo que viene sucediendo en torno a mediados del año siguiente al del presupuesto en cuestión. Con las medidas anunciadas, el ejecutivo se verá obligado a presentar informes de seguimiento y control de las cuentas cada mes, de forma obligatoria.

"Ligeros incrementos de tasas"

Según la propuesta de Toni Gallego, que ahora deberá ser refrendada por el Pleno municipal, "no se llevarán a cabo disminuciones de tipos impositivos ni tarifas en los diferentes impuestos municipales durante los ejercicios 2025 y 2026". Además, también se espera aumentar la recaudación mediante "ligeros incrementos de algunos conceptos" como la tasa por los servicios de la grúa y la del estacionamiento de vehículos, que "se incrementan en 364.000 y 3.407.000 euros", de acuerdo con el estudio de viabilidad para las nuevas zonas azul y naranja pendientes de implantar.

Además, el "tasazo" de la basura, que en su momento fue criticado por el PP como una "dejación de funciones" del gobierno de Pedro Sánchez y aplicado por "no tener más remedio", se ha convertido en el salvavidas del alcalde Luis Barcala para no verse obligado a renunciar a inversiones por el incumplimiento presupuestario. El equipo de gobierno espera solventar 16 de los 29 millones de exceso de gasto, precisamente, con la recaudación de la tasa de recogida de residuos que el regidor popular tildó de ser un "puro y duro mandato del Gobierno de España que obliga a implantar la tasa y a hacer de recaudadores".

El concejal Gallego ha explicado a través de un comunicado que la aprobación del plan económico se ha llevado a cabo "sin necesidad de reducir ninguna partida presupuestaria" tal y como se comprometió el gobierno popular, por lo que "el presupuesto de 347 millones sigue adelante en su ejecución conforme estaba previsto, sin recortes y garantizando el funcionamiento de todos los servicios municipales". No obstante, el responsable de Haciendo ha reconocido que no será posible bajar los impuestos en 2025 ni 2026, destacando que sí se mantiene la bonificación del 5 % impulsada en el anterior mandato.

El PSOE culpa a Barcala

Una decisión que, desde el PSOE, critican duramente al suponer que "se carga a los bolsillos de las familias las repercusiones de un plan que el Ayuntamiento se ha visto obligado a aprobar como consecuencia de su mala gestión económica". Para la portavoz socialista, Ana Barceló, "el único responsable del ajuste presupuestario es Barcala", debido a su "nefasta gestión económica y su mala planificación", que obliga ahora a "aumentar la carga fiscal a todos los alicantinos".

Por otro lado, la formación progresista alerta de una "contradicción" entre la propuesta elaborada por el concejal y el plan aprobado por la Junta de Gobierno Local. Según ha destacado Silvia Castell, mientras el documento firmado por Gallego recoge que "se están realizando en la actualidad modificaciones y actualizaciones de distintas ordenanzas fiscales de tasas y precios públicos que supondrán incrementos permanentes de ingresos", el acuerdo del gobierno popular señala que no se prevén incrementos o disminuciones permanentes en la recaudación para 2026.

En la misma línea, Castell pone en duda que se vayan a registrar más ingresos por el Impuesto de Construcciones (ICIO). El plan económico estima un aumento de la recaudación cuando, en el último año, este dato se vio reducido en 1,6 millones de euros tras la rebaja del citado impuesto pactada por el PP y Vox.

Manolo Copé (EU-Podemos): "Es un timo fiscal"

Igualmente, el portavoz de EU-Podemos, Manolo Copé, ha catalogado la medida como un "timo fiscal" en el que el concejal de Hacienda y el alcalde "han decidido sangrar a los vecinos con una tasa de basura récord y paralizar inversiones, mientras mantienen su maquinaria de propaganda intacta".

El edil de izquierdas ha exigido "la retirada inmediata de esta chapuza" y la presentación de "un plan serio de eficiencia". Para ello, propone una rebaja en el número de asesores del equipo de gobierno: "Menos autobombo y más inversión social", ha reivindicado Copé.

Compromís habla de "caos financiero"

El portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante, Rafa Mas, ha asegurado que el Consistorio "está sumido en el caos financiero bajo el mandato de un alcalde incompetente desde hace siete años". Prueba de ello, según el valencianista, es que las arcas municipales cuentan con 155 millones de euros sin usar porque el gobierno popular "es incapaz de ejecutar presupuesto tras presupuesto más de 4 de cada 10 euros de inversión en los barrios".

Para Mas, es "el colmo" que el Gobierno de España "penalice a Alicante por pasarse 29 millones del techo de gasto" y se tenga que aplicar "un plan de ajuste que va a repercutir en las inversiones de los barrios" de la ciudad. "Como en la época de Castedo, nos llevan a la ruina", ha lamentado Mas.

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