Barcala cede la rebaja del IBI a Vox, que insiste en el cese de Toni Gallego

El alcalde acepta ahora incluir la rebaja fiscal para intentar sacar adelante el plan de ajuste contable tras el incumplimiento de la regla de gasto, pero la formación de ultraderecha pone el relevo del edil de Hacienda como "condición innegociable"

El alcalde, Luis Barcala, con Carmen Robledillo y Mario Ortolá, de Vox.

El alcalde, Luis Barcala, con Carmen Robledillo y Mario Ortolá, de Vox. / Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El gobierno municipal de Alicante (PP) da marcha atrás y se compromete con Vox a retomar la rebaja del IBI a cambio de su apoyo al plan para ajustar las cuentas de Alicante, tras incumplir la regla de gasto en más de 29 millones. Los de Abascal, por su parte, insisten en que se trata de una medida que ya fue acordada para dar luz verde al presupuesto de 2025 y continúan exigiendo al alcalde, Luis Barcala, el cese del concejal de Hacienda, Toni Gallego.

Tras advertir el interventor de que Alicante había superado el tope de gasto en casi 30 millones de euros durante 2024, el equipo de gobierno aprobó el pasado viernes un Plan Económico Financiero, a través de una Junta de Gobierno extraordinaria y urgente, en el último día del plazo. Esta herramienta, diseñada para reajustar las cuentas y corregir el exceso de gasto, contemplaba un incremento de los ingresos motivado principalmente por el "tasazo" de la basura (que fue criticado en su día por el alcalde como una imposición de Pedro Sánchez), una ampliación de la zona azul y naranja y la cancelación de rebajas fiscales en los próximos dos años. Una serie de condiciones que, en la práctica, suponían renunciar a la bajada del IBI pactada previamente con Vox para 2026, 2027 y 2028.

La medida pilló por sorpresa a la formación de ultraderecha, dirigida en el Ayuntamiento de Alicante por la portavoz, Carmen Robledillo, y su adjunto, Mario Ortolá. Inmediatamente después de la celebración de la junta ordinaria de este martes, los de Vox aseguraron que el PP les había "estafado" y que se había "reído" de sus 21.000 votantes en la ciudad. Por ello, y especialmente por haber permitido el desajuste contable de casi 30 millones de euros, exigieron el cese del concejal de Hacienda, Toni Gallego, además de avanzar su negativa a aprobar el plan.

Cambios en el plan financiero

Desde el PP señalaron entonces que su intención era la de negociar, pese a que el documento había sido ya aprobado de forma unilateral, y apelaron a la "sensatez" de la oposición, a través de su portavoz, Cristina Cutanda. Ahora, los populares trabajan para modificar el acuerdo aprobado el pasado viernes y "que se ajuste a lo previamente pactado con Vox".

De hecho, el equipo de gobierno hizo llegar este miércoles a los de Abascal una propuesta de enmienda en la que se permitiría la rebaja de impuestos siempre que fuese compensada con una reducción del gasto global. Un planteamiento "vacío" para Vox, ya que no concreta qué cobros se verían reducidos, ni cómo, cuándo o cuánto, o, por el contrario, qué otros ingresos aumentarían para cuadrar las cifras.

El grupo municipal de Robledillo y Ortolá entiende que la rebaja del IBI no es una victoria, sino que se trata de recuperar lo que ya era "suyo", puesto que estaba pactada en las anteriores negociaciones con los populares. Por ello, no solo exigirán concretar por escrito en el plan el importe exacto de la rebaja (1,1 millones de euros cada año durante al menos tres ejercicios) sino que también reclamarán, vía enmiendas, la reducción de "gastos ideológicos" (los ligados a Igualdad, LGTBI, Inmigración...) para compensar la reducción de ingresos.

El cese de Gallego, "innegociable"

Pero, por encima de todo, los ultras centran el foco en la figura de Toni Gallego. Responsabilizan al concejal de Hacienda, por un lado, de la "irresponsabilidad" de que las cuentas municipales hayan incumplido las reglas fiscales en casi 30 millones y, por otro, de habérselo ocultado a los concejales de Vox hasta el mes de mayo.

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, cuando presentó a Toni Gallego como parte de su lista electoral.

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, cuando presentó a Toni Gallego como parte de su lista electoral. / INFORMACIÓN

Además, Gallego también firma la propuesta en la que se renuncia de forma unilateral a la rebaja del IBI pactada previamente. Por todo ello, fuentes del grupo insisten en que la retirada de competencias al edil popular no es un órdago ni una condición negociable, sino que es (junto con la propia rebaja del IBI) el eje de su propuesta para aprobar el ajuste contable.

Al respecto, este mismo viernes está previsto que se celebre un encuentro entre los concejales de Vox y el gobierno popular. A la cita debería de acudir el alcalde, Luis Barcala, que este jueves no ha participado en otra reunión de negociación al encontrarse en Murcia por cuestiones de agenda.

El PSOE: "Barcala es un títere"

La portavoz del grupo municipal socialista, Ana Barceló, cuestiona que Barcala "se someta una vez más a la voluntad de Vox" y ceda a las exigencias de la ultraderecha por "su incapacidad de negociar con la izquierda" en el Ayuntamiento de Alicante.

"El alcalde es un títere en manos de Vox y no ejerce ningún liderazgo", apunta Barceló, quien señala que el regidor "rectifica constantemente para contentar a los ultras y ceder ante sus amenazas". La edil del PSOE aprecia "intolerable" que Barcala "se cierre a cualquier tipo de diálogo con la izquierda, que tiene muchos más apoyos que los ultras".

Barceló señala además que "el alcalde tendrá que explicar cómo va a hacer ahora el ajuste presupuestario", ya que "si mantiene la rebaja del IBI tendrá que subir otras tasas y precios públicos que recaerán sobre el bolsillo de los alicantinos".

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