La Policía precinta el restaurante Petímetre de Alicante por no ajustarse a la licencia

Los agentes clausuran el conocido local tras varias denuncias por ejercer como sala de fiestas y contar con instalaciones no autorizadas como pérgolas y un escenario. Los propietarios del negocio anuncian su traslado a Torre Mauro

Cierre del restaurante Petímetre por carecer de licencia

Cierre del Restaurante Petímetre por carecer de licencia / Jose Navarro

La Policía Local de Alicante ha precintado este viernes el restaurante Petímetre, de Playa de San Juan. Los agentes han observado que el conocido local incumplía el decreto de suspensión de actividad emitido por la Concejalía de Urbanismo el pasado 2 de junio y que permanecía abierto al público sin permiso. Por ello, han procedido a la clausura de las instalaciones, que acumulan varias denuncias por incumplimientos de la normativa municipal y por contar con instalaciones no autorizadas.

El conflicto con el negocio viene de largo. Ya en agosto de 2024 se decretó la suspensión del uso de la terraza por no disponer de autorización ambiental. Sin embargo, en mayo de 2025 la zona tuvo que ser precintada por los agentes al detectar que "se observa evento en la zona con clientes y ocupación de cinco mesas y 70 sillas". Ahora, la clausura se ha ejecutado en el local al completo.

Todo ello, después de que, durante la Nochevieja, el Petímetre haya recibido hasta dos denuncias distintas por parte de la Policía, una el 1 de enero de 2024 y otra el mismo día de 2025. En la primera inspección, en torno a la 1:00 de la madrugada, los agentes de la Policía de la Generalitat detectaron que el negocio estaba celebrando espectáculos sin licencia, autorización o documentación equivalente. Además, estas actividades también estaban "prohibidas o suspendidas judicial o administrativamente", según el informe al que ha tenido acceso INFORMACIÓN. Al año siguiente, esta vez en torno a las 2:20, los agentes volvieron a comprobar que no se había procedido a la suspensión de la fiesta de fin de año, en la que participaban de nuevo unas 200 personas, por lo que volvieron a denunciar al local. A los incumplimientos antes mencionados, se sumó también el "no disponer de seguro" y la falta de "medidas o servicios de vigilancia obligatorios".

Ahora, en un nuevo informe fechado el pasado 2 de junio, los técnicos de la Unidad de Disciplina Urbanística comprobaron que "se ejerce la actividad de restaurante sin terraza" y que la zona de hostelería "ha sufrido cambios sustanciales respecto a lo autorizado". En este sentido, incluyen que "el área de jardín exterior dispone de zona de público que no está autorizada ni reflejada en el proyecto"; así como que el Petímetre cuenta "con un escenario con instalación propia de actuaciones musicales".

Desde la empresa, aseguran que se subsanaron todas las deficiencias contempladas en dicho decreto, a excepción de la ampliación de volumetría, puesto que era "materialmente imposible" hacerlo en el plazo estipulado por el Ayuntamiento.

Traslado a Torre Mauro

Por su parte, la mercantil detrás del local, el grupo Forty, ha anunciado el traslado del restaurante a Torre Mauro "para reforzar su propuesta gastronómica y de ocio y acercarse al núcleo urbano". La compañía asegura que se "inicia una nueva etapa" tras haber adquirido recientemente la emblemática propiedad. Según Forty, esta adquisición ha sido el motivo por el que se ha optado por trasladar el Petímetre en el próximo mes de julio.

En un comunicado, la empresa ha celebrado que este cambio "supone un paso natural en la evolución del concepto" y ha asegurado que "mantendrá intacta su identidad basada en la cocina de brasas, arroces y platos para compartir", así como en una "coctelería creativa disponible durante todo el día". Sobre la ubicación, Forty celebra que contará "con mayor accesibilidad y capacidad operativa" y permitirá "ampliar la oferta a eventos".

Sobre el precinto, fuentes de la mercantil han manifestado que "aunque el traslado de Petímetre ya formaba parte de la estrategia de evolución del proyecto, el proceso se ha visto acelerado en las últimas semanas debido a la suspensión de actividad". Una decisión que, advierten ha sido "impuesta al titular del inmueble donde operaba hasta ahora el restaurante", por lo que entienden que "cabe recordar que Forty Group desarrollaba su actividad en régimen de alquiler en dicho espacio, sin tener vinculación societaria con la propiedad del mismo".

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