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La campaña del Ayuntamiento de desalojos de personas sin hogar se traslada a la playa del Postiguet de Alicante

Agentes de la Policía Local obligan a cinco personas a recoger sus escasos enseres y a abandonar la zona en la que pasaban las noches, sin ofrecer alternativa habitacional

Los desalojos de personas sin hogar en Alicante se trasladan a la playa del Postiguet

Los desalojos de personas sin hogar en Alicante se trasladan a la playa del Postiguet / Héctor Fuentes

Manuel Lillo

Manuel Lillo

A primera hora de la mañana, en torno a las 8 de la mañana, tres agentes de la Policía Local de Alicante se presentaron este miércoles en la playa de El Postiguet. A pocos metros del renovado espigón, y en la zona adyacente al muro que separa la playa del paseo, cinco personas dormían resguardados por tiendas de campaña o sombrillas, toallas, mantas y con avituallamiento higiénico.

Los agentes, a su llegada, han advertido a las personas sin hogar de la prohibición de acampar en la zona, y han requerido la retirada de objetos, petición que han obedecido de inmediato entre quejas.

No es la primera actuación de este tipo que la Policía Local lleva a cabo en Alicante. En las últimas semanas han intervenido en barrios como los PAU 1 y 2 o en Rabasa, aunque las acampadas resisten en la zona tras la operación policial.

Por lo que hace a El Postiguet, este verano se han podido observar asentamientos en el jardín cercano al citado espigón y también en la zona indicada de la playa, de donde este miércoles cinco personas han sido desalojadas.

"No molestamos a nadie": el poblado de chabolas entre Rabasa y el PAU 2 se resiste al desalojo

"No molestamos a nadie": el poblado de chabolas entre Rabasa y el PAU 2 se resiste al desalojo / Áxel Álvarez / Rafa Arjones

Historias dramáticas

Una de las personas afectadas, Ana, de origen ruso, dormía junto a su pareja, Miguel, procedente de Hungría. Explica que conoció Alicante hace 15 años y que “hace unos meses” ella y su acompañante volvieron a la ciudad, donde durmieron en una habitación de alquiler cerca del Mercado Central. Sin embargo, un robo les cambió la estancia en Alicante y no pudieron mantener la habitación. La calle era su único destino.

Esta ciudadana asegura que “Alicante antes no era así”, dice en relación a las dificultades para acceder a la vivienda, y añade que en El Postiguet, junto con las otras personas con las que dormían en la playa, han podido forjar “una familia”. Según afirma, no dan “problemas”, no son “drogadictos” y no molestan “a nadie”, y denuncia que incluso han intentado robarles en más de una ocasión.

Otro de los desalojados, Alberto, de origen colombiano, lleva 32 años en España y este verano aterrizó en Alicante, procedente de Canarias, “con 4.000 euros para buscar habitación y trabajo” tras años ejerciendo de alicatador. Sin embargo, debido a los elevados precios para alojarse, a las peticiones de adelantos y fianza, “en menos de un mes se acabó el dinero”. Fue entonces cuando se trasladó a la calle tras comprobar “que los albergues estaban llenos”.

El resto de personas afectadas, que prefirieron conservar su anonimato, han vivido experiencias similares. Uno de los desalojados, de origen italiano, explica que lleva en la calle cinco meses, que anteriormente ha estado en Murcia y que en El Postiguet dormía desde hace un mes. Según explica, en su país de origen “no saben nada” de él, y lamenta que le dan “por muerto” porque le da “vergüenza” llamar a sus allegados y “explicarles las condiciones” en las que vive.

Por último, otra persona, procedente “de un pueblo cercano”, según su relato, explica que pasaba las noches en El Postiguet desde julio “por la situación económica”. Está a la espera, según narra, de la celebración de un juicio tras haber sufrido un “accidente laboral” y haberse quedado “sin posibilidad de trabajar”.

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